Aznar no entiende a los andaluces

Para la derecha son libres los campesinos castellanos, leoneses o gallegos cuando votan al PP, pero es cautivo e innoble el jornalero andaluz cuando vota al PSOE. Los primeros votan seg¨²n les dicta su conciencia y el ¨²ltimo est¨¢ secuestrado o no tiene inteligencia o dignidad para votar lo que le conviene. Las manifestaciones de los m¨¢ximos dirigentes del PP en el reciente congreso de su partido celebrado en Granada responde a una concepci¨®n tan maniquea, injusta y falta de respeto como la expresada arriba.

Pero tambi¨¦n estas afirmaciones son reveladoras de una concepci¨®n reaccionaria sobre los diferentes pueblos que se integran en lo que se llama Espa?a. Por m¨¢s que la arquitectura institucional que se deriv¨® de la Constituci¨®n de 1978 ha sido elogiada y exhibida como modelo en Espa?a y en otros lugares, a veces en los responsables pol¨ªticos persisten resabios que ponen de manifiesto su rechazo a la aceptaci¨®n de Espa?a como suma de pueblos con caracter¨ªsticas singulares.

La ridiculizaci¨®n que hizo del AVE cuando lo bautiz¨® como 'el rapidillo' es una muestra del desprecio hacia un pueblo

Los andaluces soportamos una serie de t¨®picos que han ocultado m¨¦ritos m¨¢s nobles. Los viajeros de los siglos XVIII y XIX transmitieron una imagen de subdesarrollo y de folklore, de pueblo dependiente, que, lamentablemente, se ha transmitido hasta hoy. La ¨²ltima prueba la encontramos en el Congreso del PP celebrado en Granada.

Las declaraciones de Mayor Oreja afirmando que en Andaluc¨ªa existe miedo reverencial al cambio para explicar los fracasos electorales del PP y compar¨¢ndolo con el miedo en el Pa¨ªs Vasco es el retorno a la apelaci¨®n del 'voto cautivo' de los andaluces que hac¨ªa tiempo que no se empleaba. Las afirmaciones son un error, est¨¢n cargadas de mala intenci¨®n y recoge la idea t¨®pica de la indolencia andaluza. El mismo juicio tiene Aznar de los andaluces cuando en el mismo escenario asegur¨® que le merecen el mismo respeto los gobiernos de Franco que los gobiernos democr¨¢ticos que los andaluces han elegido en las urnas.

Hist¨®ricamente, la derecha espa?ola y andaluza no ha aceptado que Andaluc¨ªa pueda jugar un papel distinto al del t¨®pico que unos fomentaron y otros, andaluces poderosos, nunca combatieron. Las campa?as sobre la Expo 92 o la ridiculizaci¨®n que Aznar hizo del AVE cuando lo bautiz¨® como el 'rapidillo' son muestras inadmisibles del desprecio hacia una comunidad y hacia un pueblo.

Una formaci¨®n pol¨ªtica comprometida con su tierra y con sus intereses no permitir¨ªa que se hicieran afirmaciones como las que expresaron Mayor Oreja o Aznar en el marco de su congreso, en el que se eleg¨ªa a la candidata para gobernar Andaluc¨ªa. La pol¨ªtica tambi¨¦n son sentimientos y los andaluces hubieran preferido o¨ªr del presidente del Gobierno compromisos sobre las transferencias en empleo, la gesti¨®n de las pol¨ªticas hidr¨¢ulicas, el abono de la deuda que ya tiene sentencia en la Audiencia Nacional o excelencias sobre el Parque de Do?ana del que tanto disfruta. El anterior presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, tambi¨¦n disfrut¨® de ese espacio privilegiado entre insultos y descalificaciones del PP de Andaluc¨ªa, que lo consideraba un dispendio que de recursos p¨²blicos.

No comprenden a los andaluces y maltratan a la historia. Quienes tienen apellidos tan vinculados a la larga y dolorosa historia del franquismo no deber¨ªan convertirse en provocadores que alientan debates que hace tiempo todos decidimos enterrar. Aznar es deudor y tributario de la formaci¨®n pol¨ªtica e intercultural del franquismo. Sus art¨ªculos period¨ªsticos contra la Constituci¨®n y el T¨ªtulo VIII y su car¨¢cter y decisiones autoritarias desacreditan al partido que quiere ser alternativa de Gobierno para los andaluces y, adem¨¢s, no son buena carta de presentaci¨®n para alguien que aspira a convertirse en aleccionador y ejemplo de dem¨®cratas. El congreso ha corroborado que el PP tiene un problema grave con Andaluc¨ªa: desprecia esta tierra y la desconoce profundamente.

Alfonso Perales Pizarro es Consejero de Gobernaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa