El para¨ªso de las gangas de la Gran V¨ªa echa el cierre
La cadena SEPU, tras 68 a?os en la capital, inicia su liquidaci¨®n total por su clausura, prevista para el pr¨®ximo d¨ªa 15
En los grandes almacenes SEPU no hay hilo musical ni dependientes que preguntan de forma insistente si pueden ayudar en algo. Tampoco hay marcas de renombre ni productos caros. Ayer, muchos m¨¢s clientes de los habituales del establecimiento revolv¨ªan, miraban y remiraban los saldos que quedan en las dos plantas del edificio de Gran V¨ªa. Y es que el hist¨®rico comercio ha iniciado su liquidaci¨®n total por cierre tal como hiciera hace dos a?os con su tienda de Barcelona.
El pr¨®ximo d¨ªa 15, la Sociedad Espa?ola de Precios ?nicos se despedir¨¢ definitivamente de la capital despu¨¦s de casi 70 a?os por problemas econ¨®micos. Los actuales due?os de la empresa, la compa?¨ªa australiana Patridge & Company, han declarado que SEPU est¨¢ pr¨®xima a la quiebra. Muchos de los compradores que se hab¨ªan acercado ayer a la tienda lo hicieron porque se enteraron de que la m¨ªtica marca echar¨¢ el cierre de los dos establecimientos que tiene en Madrid (el de Gran V¨ªa y el de Bravo Murillo). 'He venido a ver si encuentro algo, porque todos los art¨ªculos est¨¢n a mitad de precio', dice Mar¨ªa.
'Aprovecho para completar el bel¨¦n. He conseguido tres reyes magos por 18 euros', dec¨ªa un jubilado
Polos a 15 euros, bufandas a poco m¨¢s de uno y guantes a poco menos de tres son algunas de las gangas que ¨¢un quedan en las estanter¨ªas medio vac¨ªas. Entre el p¨²blico, muchas parejas de jubilados, clientes de siempre. 'Me he enterado de que cerraban y me ha dado mucha pena. Yo trabajaba en los antiguos almacenes Capitol y hoy me acuerdo de todos mis compa?eros y de todos los trabajadores que ahora se ir¨¢n a la calle', cuenta Concepci¨®n. En la tienda reinaba un extra?o silencio a pesar de que las colas para pagar en caja parec¨ªan las de un negocio boyante. Los trabajadores no sonre¨ªan, los clientes tampoco. 'Hace 45 a?os que llegu¨¦ a Madrid del pueblo', dice Dolores, una extreme?a de casi 60 a?os. 'Y vine por primera vez a comprar aqu¨ª', rememora.
Otra clienta habitual es Isabel, vecina de Gran V¨ªa y que recuerda SEPU desde que tiene 'uso de raz¨®n'. 'Siempre busco cosas para mis nietos o para mis hijas. Lo mejor son los cacharros de cocina, muy baratos. Aunque no es un centro comercial de primera l¨ªnea, sirve para ir tirando'.
Pero SEPU no fue siempre un almac¨¦n modesto: la primera escalera mec¨¢nica de la capital se instal¨® en su sede. Y la est¨¦tica kitsh de la movida madrile?a no escap¨® a sus encantos. Pedro Almod¨®var reconoci¨® que el vestuario de su ¨®pera prima Pepi, Luci Bom y otras chicas del mont¨®n est¨¢ inspirado en el inconfundible estilo SEPU. Tambi¨¦n el entra?able ladr¨®n Makinavaja, creado por el dibujante Iv¨¢, defini¨® en una ocasi¨®n al gran almac¨¦n con la frase: 'Es que lo que no haya en SEPU...' (en referencia a una corbata de leopardo que luc¨ªa con orgullo). 'Aqu¨ª se venden cosas de calidad normal', dice Isabel, mientras hurga entre los pantalones para encontrar la talla de su nieto. 'Hay cosas mejores, pero yo me arreglo con esto', asegura.
Mientras, en la planta s¨®tano donde se encuentra la jugueter¨ªa y el menaje del hogar, Juan busca con casi tres meses de antelaci¨®n adornos para Navidad. 'Aprovecho para completar el bel¨¦n. He conseguido tres reyes magos en sus camellos por s¨®lo 10 euros. Una ganga', dice este jubilado, apenado por el adi¨®s de la tienda.
'Estamos hechos polvo. Lo que queremos es recaudar el m¨¢ximo dinero posible en estos d¨ªas para que la empresa nos pague lo que nos debe'. Quien habla es el encargado del establecimiento, Fernando Escribano, y lo hace superado por los acontecimientos. 'Hoy es un d¨ªa muy triste para todos'. Especialmente para Pablo, uno de los 82 empleados del establecimiento. Tiene 58 a?os y lleva trabajando en SEPU desde hace 33, como mozo y reponedor. 'A m¨ª me enviar¨¢n al paro y despu¨¦s me jubilar¨¦. Estoy preocupado y desconsolado porque despu¨¦s de toda una vida... Pero mis compa?eros, de 30 o 40 a?os, que tienen que pagar una hipoteca... ?sos lo tienen peor que yo'. 'Nos enteramos del cierre el jueves pasado', cuenta Elena, otra empleada. 'Desde entonces estamos como en una nube. A¨²n no nos lo creemos'.
SEPU naci¨® en 1934 como un centro comercial vanguardista, l¨ªder en la venta al detalle. Precursor de las actuales tiendas de todo a cien, los productos estaban ordenados por su precio (una, dos o tres pesetas). Pero fue dejando de ser competitivo, sobre todo a partir del nacimiento de Galer¨ªas Preciados y El Corte Ingl¨¦s. Sobrevivi¨® a la Guerra Civil, pero no ha podido con el capitalismo. Probablemente, SEPU tendr¨¢ esta semana m¨¢s p¨²blico del que puede recordar en muchos a?os.
Dos suspensiones de pagos
Ignacio Rodr¨ªguez, presidente del comit¨¦ de empresa de SEPU, asegura que la culpa de la situaci¨®n l¨ªmite de la empresa la tienen los herederos de la familia suiza Goetschel, anterior due?a del establecimiento. 'Los herederos de los propietarios no se han ocupado de nosotros en 20 a?os. Hace un a?o que nos vendieron a una compa?¨ªa australiana, pero el da?o ya no ten¨ªa remedio. Ahora estamos intentando que 82 familias no se queden en la calle sin nada. Que nos den la m¨¢xima indemnizaci¨®n posible. Tambi¨¦n nos deben las mensualidades de agosto y septiembre. Si no hay acuerdo, no descartamos movilizaciones', explica entre la indignaci¨®n y la pena. 'Aqu¨ª hay gente que lleva trabajando 40 a?os', recuerda Rodr¨ªguez. La trayectoria del negocio, seg¨²n indic¨® la direcci¨®n de la empresa en un comunicado, ha atravesado enormes dificultades en los ¨²ltimos tiempos y la sociedad tuvo que declararse en suspensi¨®n de pagos en dos ocasiones en los ¨²ltimos 20 a?os. La ¨²ltima vez fue en agosto de 1992, pero no desemboc¨® en una reestructuraci¨®n adecuada e impidi¨® la recuperaci¨®n de la posici¨®n de la empresa en el mercado. Otros problemas, como la restauraci¨®n de la fachada del edificio, que ocult¨® los escaparates y dificult¨® el acceso durante muchos meses, agravaron a¨²n m¨¢s la situaci¨®n, seg¨²n la direcci¨®n. Desde mediados de 2001, la empresa australiana intent¨® enderezar el curso de los acontecimientos, pero sus gestiones no tuvieron ¨¦xito, por lo que 'se ve abocada al cierre del establecimiento de Gran V¨ªa y a acometer un plan de reestructuraci¨®n integral', afirma en su comunicado.
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