El 'caso Seat' y la flexibilidad laboral
La producci¨®n ofrece bienes y servicios con los que atender las necesidades de los clientes. La flexibilidad en la actividad productiva permite responder en el momento y la forma m¨¢s apropiados, aunque comporte alguna incomodidad al afectar a la planificaci¨®n del tiempo de ocio y altere alguna pauta de la vida familiar. Si fueran los clientes quienes se adaptaran a la conveniencia de la producci¨®n, el bienestar global se deteriorar¨ªa, pues todos somos consumidores y lo que se entiende como productor se ve de modo distinto en tanto que consumidor. Esto explica que sea dif¨ªcil cubrir puestos de trabajo en sectores como la restauraci¨®n, por la necesidad de trabajar algunos s¨¢bados y domingos y de adecuar el periodo de vacaciones a los meses en que la mayor parte de la poblaci¨®n trabaja.
La dependencia de la demanda se da en todos los sectores, incluso donde, a priori, se puede almacenar producto para atender puntas de demanda, pues el coste de mantener elevados inventarios y la dificultad de hacer previsiones exactas impiden una regulaci¨®n perfecta. En una econom¨ªa abierta, la adecuaci¨®n a la demanda es a¨²n m¨¢s imperativa, pues la rigidez en la producci¨®n y distribuci¨®n arriesga la p¨¦rdida de pedidos y clientes. Esta circunstancia llev¨® en la Reforma Laboral de 1994 a posibilitar f¨®rmulas que permiten la distribuci¨®n irregular de tiempo de trabajo. En el art¨ªculo 34 del Estatuto de los Trabajadores se da protagonismo a la autonom¨ªa colectiva, estableciendo que, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, se podr¨¢ establecer la distribuci¨®n irregular de jornada a lo largo del a?o, siempre que se respete el descanso entre jornadas.
Sobre esta base legal, un n¨²mero creciente de convenios, que rebasa el 65% de los de empresa y el 60% de los sectoriales, establece el c¨®mputo exclusivamente anual del tiempo de trabajo, aunque es potestativo hacerlo por meses, semanas e incluso d¨ªas. La fijaci¨®n anual del tiempo de trabajo que permite distribuir la jornada de forma irregular est¨¢ recogida en el 37% de los convenios a trav¨¦s de una tipolog¨ªa diversa, lo que evidencia una tendencia a incrementar esta flexibilidad, de modo que en la negociaci¨®n colectiva van pesando m¨¢s aspectos cualitativos relativos a la distribuci¨®n y ordenaci¨®n flexible del trabajo que los meramente cuantitativos, los cuales remiten al n¨²mero total de horas de trabajo.
Los acuerdos alcanzados en la negociaci¨®n, en muchos casos, deben concretarse en circunstancias dif¨ªciles de anticipar, por lo que, dentro del marco pactado, conviene hacer ajustes adicionales que ayuden a optimizar los recursos de la empresa a fin de aumentar sus ventas en lo posible. De no hacerlo, las ventas las har¨¢ la competencia o bien, si la empresa tiene otras plantas de producci¨®n con capacidad excedentaria, tratar¨¢ de desplazar la producci¨®n a ellas, aunque sea en otro pa¨ªs. Es lo que ha ocurrido en el caso de Seat, que ha decidido trasladar el 10% de la producci¨®n del modelo Ibiza (20.000 coches al a?o) a la planta de Volkswagen en Bratislava (Eslovaquia). Desde el punto de vista de las empresas que hacen estas opciones, esto complica su gesti¨®n y, en apariencia, podr¨ªa no afectar al empleo que ofrece en la f¨¢brica destinataria del pedido. Sin embargo, en el futuro, procurar¨¢ que las nuevas inversiones en aumento en la capacidad productiva se asignen all¨ª donde hay m¨¢s posibilidad de utilizarlas, con lo que el empleo potencial se resentir¨¢ y tambi¨¦n lo har¨¢ el trabajo de los suministradores cercanos.
Todas las decisiones tienen un componente de riesgo que va m¨¢s all¨¢ de lo expuesto. Si la producci¨®n trasladada resulta de igual calidad y menor coste que la inicial, tambi¨¦n se desplazar¨¢ una cuota creciente del flujo industrial. El empleo puede seguir siendo el mismo, pero la proporci¨®n que corresponde a cada pa¨ªs se alterar¨¢, especialmente si el menor
coste se acompa?a de m¨¢s adaptabilidad. Como las diferencias en la calidad del trabajo tienden a reducirse y la combinaci¨®n de salarios moderados con la mejor eficiencia tecnol¨®gica comporta un reto serio, es aconsejable hacer lo posible para evitar la p¨¦rdida de producci¨®n local.
El momento en que se produce la propuesta hecha por Volkswagen tambi¨¦n es relevante, porque la venta de autom¨®viles en el mercado mundial est¨¢ a la baja, lo mismo que ocurre en el mercado nacional, lo cual agudiza la competencia entre los vendedores e implica que una peque?a reducci¨®n en el volumen de ventas tenga un impacto crucial en los resultados de la empresa, especialmente en un sector intensivo en capital donde la fluctuaci¨®n en los beneficios es muy grande y la generaci¨®n de p¨¦rdidas no es un caso raro.
Es posible encontrar otras alternativas, como sugerir la contrataci¨®n de mano de obra eventual, pero tambi¨¦n eso puede ir contra la racionalidad global de la empresa si hay opciones m¨¢s eficientes, de modo que, como dice el refr¨¢n, lo mejor es enemigo de lo bueno. As¨ª, ante una propuesta de cambio en la irregularidad de jornada que no implica p¨¦rdida de horas libres, sino s¨®lo cambio de unas por otras, las alternativas tibias como la voluntariedad o el recurso a nueva contrataci¨®n tienen poca contundencia y atractivo, por lo que pueden ser postergadas, ante posibilidades reales que aportan ventajas adicionales en t¨¦rminos de coste y facilidad de implantaci¨®n. La responsabilidad sindical debe atender tanto al corto plazo como al largo, y ser ajena a contingencias electorales, porque las soluciones que se adopten pueden ser irreversibles y afectan tanto al empleo directo como al indirecto, sin contar con que la intervenci¨®n a posteriori de las autoridades econ¨®micas arregle las cosas.
Joaqu¨ªn Trigo Portela es director ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional.
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