El Gobierno cierra 'definitivamente' una de las dos fronteras de Ceuta por las avalanchas de 'sin papeles'

La Delegaci¨®n del Gobierno de Ceuta orden¨® ayer el cierre definitivo del paso fronterizo de Benz¨², en la bah¨ªa norte de la ciudad aut¨®noma, debido tanto a los problemas de orden p¨²blico que se han generado en la zona en los ¨²ltimos meses como a que las autoridades lo consideran el principal punto de entrada de inmigraci¨®n ilegal y de menores.

Este paso, que se abri¨® hace aproximadamente un a?o para el tr¨¢nsito de mercanc¨ªas, ten¨ªa como cometido agilizar y descongestionar el tr¨¢nsito en la frontera oficial, en el otro extremo de Ceuta. Era utilizado a diario por unos 4.000 marroqu¨ªes. Pero los enfrentamientos con los agentes de la Guardia Civil que lo custodian eran tan frecuentes que el delegado del Gobierno, Luis Vicente Moro, ha argumentado que han sido la causa principal del cierre de la verja.

No obstante, la restricci¨®n fronteriza de Benz¨² no ser¨¢ absoluta, ya que ¨¦ste ha sido, desde la independencia de Marruecos, en 1956, un paso tolerado para los habitantes del cercano pueblo marroqu¨ª de Beliones y para los vecinos de la barriada espa?ola de Benz¨², a los que la delimitaci¨®n territorial del t¨¦rmino municipal de Ceuta afect¨® de lleno al finalizar el Protectorado sobre Marruecos.

Para atravesar la frontera, los marroqu¨ªes residentes en Beliones deber¨¢n justificar su residencia en esta localidad o presentar a la Guardia Civil un documento que acredite su trabajo en Ceuta. De esta manera la Delegaci¨®n del Gobierno garantiza el paso exclusivo de los marroqu¨ªes de Beliones y los espa?oles de Benz¨², pero limitando el resto de las actividades comerciales a la frontera del Tarajal, en la que el comercio irregular con Marruecos genera un movimiento de capital de 600 millones de euros al a?o.

La restricci¨®n del paso, que era estudiada por las autoridades ceut¨ªes desde hace semanas, ha cogido por sorpresa a un gran n¨²mero de porteadores, que esperaban ayer por la ma?ana la apertura de la frontera. Para evitar incidentes, hasta la zona se desplazaron decenas de guardias civiles, que los desviaron hacia la frontera del Tarajal, a unos siete kil¨®metros.