Mejor tarde que fuera del SAS
Una mujer cordobesa que lleva tres a?os esperando que la operen renuncia a acudir a la sanidad privada
Mar¨ªa Luisa L¨®pez Bellido, 42 a?os, da la impresi¨®n de ser una persona tranquila. Algo, en principio, dif¨ªcil de conseguir si, como asegura, desde los 9 a?os lleva sufriendo dolores agudos en las articulaciones y en la espalda a causa de la enfermedad que padece. Aun as¨ª, se le ve animosa. Mar¨ªa Luisa habla claro y no elude responder a las preguntas que se le formulan. Para todas tiene respuesta. Ni siquiera parece cansada de esperar a que la operen. Y eso que la intervenci¨®n se la anunci¨® su m¨¦dico de cabecera hace cuatro a?os. Fue en 1998 cuando le dijo que tendr¨ªa que operarse de la columna. Y Mar¨ªa Luisa, desde entonces, espera.
Esta cordobesa de Montilla, madre de dos hijos y residente en la actualidad en Montalb¨¢n, se ha convertido, de pronto, en una de las 44 personas buscadas con m¨¢s ah¨ªnco, probablemente, por los medios de comunicaci¨®n andaluces. Seg¨²n asegur¨® el consejero de Salud, Francisco Vallejo, el mi¨¦rcoles pasado, s¨®lo 44 enfermos en toda Andaluc¨ªa -Mar¨ªa Luisa es una de ellos- estaban en ese momento pendientes de operarse con retraso superior a seis meses. Todo un logro si se tiene en cuenta que hace dos a?os, en esta situaci¨®n, hab¨ªa m¨¢s de 12.000 andaluces.
A Mar¨ªa Luisa no le preocupa el decreto que garantiza a los pacientes como ella la posibilidad de acudir a una cl¨ªnica privada cuando la espera se alarga m¨¢s de 180 d¨ªas. Ella lo que quiere es que la operen, cuanto antes mejor. Y en la sanidad p¨²blica. 'Que me opere mi m¨¦dico, no otro... Y en el hospital que conozco, el Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba', dice, aparentemente contenta, pues, a estas alturas, ya se cree que van a llamarla 'de un d¨ªa para otro'.
Llegado este punto, cualquiera habr¨¢ deducido que la historia cl¨ªnica de esta paciente mujer es muy larga. Durante mucho tiempo trabaj¨® repartiendo pan por los pueblos. 'Esto agudiz¨® mi enfermedad', asegura. 'Mis problemas de columna fueron agrav¨¢ndose hasta el punto de tener que pedir la baja laboral', a?ade.
Despu¨¦s de ir y venir al hospital varias veces, y de m¨²ltiples pruebas diagn¨®sticas, hace m¨¢s de tres a?os que entr¨® a formar parte de las listas de espera quir¨²rgica del SAS. 'Una vez en ellas pens¨¦ que me llamar¨ªan enseguida', recuerda. Pero pasaron casi dos a?os y cuando la avisaron tuvo mala suerte. En ese momento convalec¨ªa de una operaci¨®n en un pi¨¦ y renunci¨® a ir al quir¨®fano. Entonces la sacaron de la lista de espera y vuelta a empezar.
Pero Mar¨ªa Luisa no perdi¨® la calma; tampoco ha renegado hasta ahora del sistema p¨²blico de salud. Volvi¨® a apuntarse en la lista y aguard¨® a que le llegara su turno, hasta que finalmente la llamaron en enero pasado para explicarle que en C¨®rdoba no podr¨ªan operarla en el plazo establecido por el decreto de respuesta quir¨²rgica, pero le ofrec¨ªan irse a M¨¢laga. En el hospital Virgen de la Victoria, un equipo de reconocido prestigio, le resolver¨ªa su problema. Mar¨ªa Luisa dijo que no; que prefer¨ªa esperar. Esta vez no la borraron de la lista. Eso s¨ª, perdi¨® su derecho a reclamar y acudir a una cl¨ªnica privada por cuenta del erario p¨²blico.
Se lo explicaron telef¨®nicamente y por escrito. Y Mar¨ªa Luisa acept¨®. Ahora, como ya ha comentado, est¨¢ segura que la van a llamar 'cualquier d¨ªa'.
Sobre el tan tra¨ªdo y llevado decreto que en estos momentos est¨¢ revolucionando, de alguna forma, a la actividad quir¨²rgica en Andaluc¨ªa, Mar¨ªa Luisa no se atreve a opinar. No tiene muy claro qu¨¦ ofrece ni en qu¨¦ consiste. Si comenta con guasa, aunque distanci¨¢ndose del tema, 'que si la gente pudiese acudir a la sanidad privada ser¨ªa un cachondeo, porque todos querr¨ªan que les operasen los m¨¦dicos que operan a los futbolistas'.
Algo que el SAS asegura que no va a ocurrir pues ha previsto que haya equipos m¨®viles de cirug¨ªa para subsanar posibles atascos quir¨²rgicos. En el hospital Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba, uno de los m¨¢s colapsados, el gerente Jos¨¦ Lu¨ªs D¨ªaz se?ala 'que aqu¨ª, tambi¨¦n, las colas de estos a?os se han acabado'.
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