'En Espa?a hace falta m¨¢s pol¨ªtica social, y puede haber perfectamente m¨¢s pol¨ªtica social'

Pregunta. Usted siempre habla de 'cambio tranquilo', pero la verdad es que los sondeos han empezado a reflejar una subida del PSOE cuando ha empezado a hacer una oposici¨®n m¨¢s firme, contra el decretazo o las reformas educativas.

Respuesta. El balance m¨¢s importante de estos dos a?os es que hemos renovado el Partido Socialista y le hemos dado gran cohesi¨®n interna. En el Partido Socialista ya no se habla de barones, ni de aparato, ni de familias. Se habla de dirigentes, de pol¨ªticas y de la expectativa de ser mayor¨ªa en la ciudadan¨ªa. Eso ha sido una parte fundamental del trabajo que hemos hecho. Antes me dec¨ªan: 'Dales ca?a'. Ahora me dicen: 'No cambies'.

P. En los ¨²ltimos tiempos ha anunciado que si gana las elecciones va a derogar unas cuantas leyes: la de reforma universitaria, la de calidad de la ense?anza; la reforma del desempleo...

'Lo que no cabe en este pa¨ªs es un recorte de becas, porque hipoteca el futuro'

R. El decretazo a lo mejor lo deroga el Gobierno y ya no hace falta que lo hagamos nosotros.

P. ?Qu¨¦ cambiar¨ªa del decretazo?

R. El decretazo contiene una filosof¨ªa de recorte de derechos, m¨¢s all¨¢ de las concreciones, con la que estamos en desacuerdo. La filosof¨ªa del decretazo es aplicar al Estado del bienestar una concepci¨®n casi de beneficencia. ?sa es la clave de fondo de todo el debate. Si una persona cotiza al desempleo mientras trabaja, tiene derecho al desempleo, no puede estar sometida al arbitrio del INEM, a que le haga ofertas de trabajo que le supongan penalizar y castigar esos derechos.

P. ?Sigue manteniendo que derogar¨¢ la ley de universidades?

R. La LOU es una ley burocr¨¢tica, que no contempla el futuro de la Universidad. La cambiaremos para hacer otra que tenga el consenso de la comunidad universitaria y que no sea un cors¨¦ organizativo y funcional.

Y tambi¨¦n cambiaremos la ley de calidad de la ense?anza, si llega a aprobarse como est¨¢ ahora. La derogaremos porque ser¨¢ la primera ley de la democracia en materia educativa que recorta derechos, establece un principio de segregaci¨®n y se rinde ante el fracaso escolar, en vez de reforzar su prevenci¨®n. Acabamos de presentar el texto alternativo, que contempla la participaci¨®n activa de la familia en el destino educativo de los ni?os, de los adolescentes. Queremos reforzar, como se hace en centros concertados, los horarios por la tarde para aquellos alumnos que tengan m¨¢s dificultades. Queremos una escuela p¨²blica que sea la que garantice la igualdad de oportunidades, de la m¨¢xima calidad, y volcada en la lucha contra el fracaso escolar.

P. Las dos reformas cuestan dinero...

R. En cinco a?os tenemos que acercarnos a la media de gasto europeo en educaci¨®n. ?se es el compromiso, que significa subir casi un punto en t¨¦rminos de PIB.

P. M¨¢s de 6.000 millones de euros (un bill¨®n de pesetas) en cinco a?os.

R. S¨ª, exactamente.

P. ?Eso cabe con el sistema actual de impuestos?

R. Lo que no cabe en un pa¨ªs como Espa?a es que tengamos un recorte de becas. Lo que no cabe es que tengamos un 40% de precariedad en el empleo, un sistema de investigaci¨®n y desarrollo que es el que menos financiaci¨®n tiene en toda Europa. Eso es lo que no cabe, porque estamos hipotecando el futuro y porque tenemos necesidades sociales muy evidentes.

P. ?Cu¨¢l es el compromiso en materia fiscal compatible con todo esto?

R. Es bastante sencillo: suficiencia para el Estado del bienestar, b¨¢sicamente educaci¨®n, sanidad, sistema p¨²blico de pensiones y pol¨ªtica de ayuda a las familias. En segundo lugar, un sistema que equilibre los ingresos entre el trabajo y el capital. Hay que cambiar la tendencia a perjudicar a las primeras y beneficiar a las segundas, algo que ha marcado claramente la pol¨ªtica del PP. En tercer lugar, creemos que la fiscalidad verde es un elemento a incorporar en una fiscalidad moderna. Este pa¨ªs tiene riqueza suficiente para tener un desarrollo social m¨¢s amplio, tiene ciudadanos suficientemente capacitados para ganar la batalla de la innovaci¨®n tecnol¨®gica y de la formaci¨®n. En este pa¨ªs la cultura de la estabilidad en el empleo puede volver a ser una cultura dominante en la sociedad y en las empresas.

P. Algunos piensan que puede usted tener dificultades para cumplir todo lo que promete.

R. Cuando llegue el momento de presentar el programa electoral, se podr¨¢ discutir a fondo nuestra oferta y su letra peque?a. Lo que estamos haciendo ahora es marcar un rumbo alternativo al de la pol¨ªtica del Gobierno, denunciando lo que ha sido un abandono de muchas pol¨ªticas p¨²blicas: en el caso de la seguridad ha sido manifiesta y evidente, y es la expresi¨®n de una pol¨ªtica antisocial. S¨®lo en Madrid hay 1.000 polic¨ªas nacionales menos, y 7.000 efectivos de seguridad privada m¨¢s. En Madrid hay 211 empresas de seguridad privada y 27 comisar¨ªas de polic¨ªa nacional. Este es el resultado de una pol¨ªtica neoliberal en materia de seguridad.

Y voy m¨¢s all¨¢: el deterioro de la seguridad p¨²blica, el deterioro de la educaci¨®n p¨²blica y de los servicios p¨²blicos es malo para el Estado y para la cohesi¨®n de nuestro pa¨ªs. Los Estados cohesionan los pa¨ªses con pol¨ªticas p¨²blicas solidarias. Para nosotros, la seguridad es la principal obligaci¨®n de un Estado, la principal. Y la seguridad, adem¨¢s, es una de las ideas centrales de lo que denomino el socialismo de los ciudadanos: queremos que la gente se sienta segura en la calle y en el trabajo.

P. ?Qu¨¦ entiende por sentirse seguros en el trabajo?

R. Ese ha sido, precisamente, otro exponente de abandono de pol¨ªticas p¨²blicas, de abandono de la inspecci¨®n, de dejar a las empresas que hagan subcontratas como quieran, de dejar una parte de la econom¨ªa sin control: 600 trabajadores muertos en los primeros seis meses de este a?o como consecuencia de accidentes laborales. Seguridad en el trabajo es tambi¨¦n no tener un 40% de empleo precario.Estamos hablando de un pa¨ªs que todav¨ªa tiene dos, tres puntos por debajo del gasto p¨²blico de la media europea, algunos de cuyos gobiernos est¨¢n ocupados por la derecha desde hace mucho tiempo. En Espa?a hace falta m¨¢s pol¨ªtica social y puede haber m¨¢s pol¨ªtica social. Hace falta un Estado con buenos servicios p¨²blicos, servicios p¨²blicos capaces. Se puede conseguir perfectamente. Es una cuesti¨®n de vocaci¨®n pol¨ªtica y de voluntad pol¨ªtica.

P. ?Sigue siendo cierto que en la izquierda cabe la idea de bajar los impuestos?

R. En la izquierda nos parece progresista tratar bien las rentas del trabajo en comparaci¨®n con las rentas del capital. Es injusto que un ciudadano, como consecuencia de su actividad laboral tenga que pagar m¨¢s ingresando lo mismo que un ciudadano que obtenga su renta del capital o los beneficios del capital. Eso hay que equilibrarlo. Nosotros vamos a poner todo el empe?o.

P. ?El tipo ¨²nico sigue siendo una propuesta posible?

R. Los sistemas fiscales en general, y tenemos frente a nosotros un deseable horizonte de armonizaci¨®n fiscal europea, caminan precisamente hacia la unificaci¨®n de los tramos, hacia su reducci¨®n. Nosotros estamos con esa idea.

P. ?Puede hacer algo un Gobierno frente al derrumbe de las bolsas?

R. Lo que deber¨ªa haber es una explicaci¨®n de Rato y de Montoro, dos personas que alentaron a los espa?oles para que invirtieran sus ahorros en Bolsa. Muchos de esos ciudadanos han quedado con la mitad de lo que invirtieron e incluso hay personas que pidieron cr¨¦ditos para invertir en grandes empresas privatizadas. ?Por qu¨¦ no explican Rato y Montoro qu¨¦ ha pasado? ?Por qu¨¦ no explican que la ca¨ªda de la Bolsa y de los valores de muchas de esas empresas la estamos teniendo que pagar todos los ciudadanos, por ejemplo con la subida de las tarifas de la luz y del tel¨¦fono? ?D¨®nde est¨¢ ese modelo de capitalismo popular? Todo ello al tiempo que la vivienda llegaba a precios absolutamente inaceptables.

P. Los precios de las viviendas est¨¢n subiendo tanto en ciudades gobernadas por el PP como en las que gobierna el PSOE.

R. Yo creo que hay una diferencia sustancial: s¨®lo hay que darse una vuelta por Fuenlabrada y ver qu¨¦ porcentaje de viviendas de promoci¨®n p¨²blica se ha construido en estos a?os con un alcalde socialista y compararlo con lo que ha pasado en la ciudad de Madrid, con un alcalde del PP. Hay una diferencia muy clara. Pero m¨¢s all¨¢ de eso hay una pol¨ªtica de Estado que se tiene que notar. El Gobierno hasta ahora s¨®lo ha hecho un decreto ley que en teor¨ªa servir¨ªa para bajar el precio de la vivienda y que en la pr¨¢ctica ha permitido que se multiplique por dos. Ha sido un fracaso estrepitoso: no s¨®lo aumenta el precio de la vivienda, sino que cae la vivienda accesible, la vivienda p¨²blica accesible y social. Los pisos de promoci¨®n p¨²blica han ca¨ªdo pr¨¢cticamente un tercio desde que gobierna el PP.

P. ?La inmigraci¨®n ser¨¢ tema de la pr¨®xima campa?a electoral?

R. El Partido Socialista ha propuesto y mantiene como oferta electoral un gran acuerdo que deber¨ªa incluir a partidos, sindicatos, comunidades aut¨®nomas, ayuntamientos y ONG. Hay que fijar unas bases claras. En primer lugar, tiene que haber una inmigraci¨®n legal y ordenada. Para ello tienen que funcionar mucho mejor tanto el control de fronteras como los cupos y los acuerdos con pa¨ªses de donde viene la inmigraci¨®n. Segundo, tiene que haber una garant¨ªa de derechos fundamentales. Inmigraci¨®n controlada, s¨ª; pero sin olvidar nunca que los inmigrantes no son bienes sino seres humanos. Y tercero, tiene que haber un complemento de pol¨ªticas sociales a favor de los ayuntamientos donde se produce una presencia mayor de inmigrantes.

P. Esa es una de reivindicaci¨®n permanente de Canarias.

R. Lo peor que puede pasar es que exista una competencia por ayuda social entre inmigrantes, que normalmente tienen un nivel de renta bajo, y ciudadanos espa?oles que tienen tambi¨¦n niveles de renta modestos. En estos momentos hay ayuntamientos, en Madrid, en Canarias, en la Comunidad Valenciana, en Andaluc¨ªa, que tienen problemas serios, porque ha habido un incremento r¨¢pido de inmigrantes que necesitan ayudas de emergencia social, y que no pueden contar con mayor presupuesto. Lo que pasa es que los espa?oles con niveles m¨¢s bajos de renta se ven privados de esas ayudas. Eso exige una respuesta inmediata. Tengo la seguridad de que los ciudadanos castigar¨¢n en las urnas a quienes utilicen la inmigraci¨®n como arma electoral, porque es demagogia con seres humanos y con aspectos decisivos de la convivencia.

P. Volviendo al tema de la inseguridad, en este pa¨ªs se da una situaci¨®n singular: los datos dicen que ha crecido mucho la delincuencia; nos hemos convertido en uno de los pa¨ªses con mayor ¨ªndice de poblaci¨®n reclusa, pero al mismo tiempo crece la sensaci¨®n de que los delincuentes entran por una puerta y salen por otra. ?C¨®mo se combina todo esto?

R. Hay causas que lo explican: uno, la reducci¨®n de la Polic¨ªa y de la Guardia Civil, primera causa del aumento de la delincuencia. Y dos, ausencia de pol¨ªticas sociales en zonas de familias marginales. No hay m¨¢s que coger el ¨²ltimo informe de la Fiscal¨ªa General del Estado. El perfil medio del peque?o delincuente es fruto del fracaso escolar, nivel cultural y econ¨®mico muy bajo.

La pregunta es por qu¨¦ tenemos un n¨²mero tan alto de personas en las prisiones: porque la justicia funciona mal y es lenta. Los detenidos en r¨¦gimen preventivo est¨¢n mucho tiempo en las c¨¢rceles. Otro dato que es absolutamente escandaloso, sacado de la memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado, es que el n¨²mero de juicios r¨¢pidos este a?o ha sido menor que el a?o anterior. El funcionamiento de la justicia necesita un impulso modernizador enorme. Por eso suscribimos el Pacto de la Justicia, que es un compromiso inversor en cuatro a?os. Veremos cu¨¢l es el balance y el resultado. La pol¨ªtica de modificar las leyes no conduce habitualmente a resultados. Si funcionara la justicia, si funcionara la polic¨ªa, no habr¨ªa que modificar continuamente las leyes, proceso que genera debate y p¨¦rdida de tiempo.

P. ?Est¨¢ de acuerdo con que la reducci¨®n de penas se aplique sobre la condena completa y no sobre los 30 a?os de cumplimiento efectivo? En el caso de condenas muy largas, esa modificaci¨®n supondr¨ªa indirectamente el cumplimiento ¨ªntegro de los 30 a?os.

R. La Constituci¨®n establece que las penas tienen un fin de resocializaci¨®n. La propuesta del PP no conduce a que haya menos delitos ni menos delincuentes. Es posible que haya necesidad de introducir alguna mejora t¨¦cnica en el C¨®digo Penal, pero el problema de fondo es de pol¨ªtica preventiva, de una justicia que funcione r¨¢pidamente y de unas Fuerzas de Seguridad del Estado bien dotadas en n¨²mero y en medios.

P. ?No cree prioritario endurecer el cumplimiento de las penas?

R. No es lo prioritario. No da un resultado m¨¢gico y puede suponer una contravenci¨®n al principio de resocializaci¨®n de las penas.

P. Usted habla a menudo de rearme ideol¨®gico de la izquierda. ?A qu¨¦ se refiere?

R. En primer lugar, una forma distinta de hacer pol¨ªtica. Un estilo diferente, que es el que hemos practicado en la oposici¨®n y que me comprometo a hacer tambi¨¦n si somos Gobierno. Eso significa reivindicar la pol¨ªtica, dejar de lado la idea de que la pol¨ªtica y el Parlamento son un campo de batalla de los partidos pol¨ªticos. La pol¨ªtica y el Parlamento deben ser, por el contrario, el espacio de los ciudadanos; eso obliga a hacer una pol¨ªtica de estilo tolerante y de di¨¢logo.

P. ?Hablamos entonces de un talante?

R. No. Yo me propongo ganar sin crispaci¨®n y gobernar con un estilo de di¨¢logo y de tolerancia. Pero en segundo lugar, creo que la izquierda, para ganar, tiene que tener ideas que anticipen cambios sociales y que ensanchen el espacio de ciudadan¨ªa. No queremos simplemente cambiar de Gobierno, queremos cambiar muchas cosas en Espa?a, queremos cambiar la pol¨ªtica, queremos cambiar las reglas del juego de la econom¨ªa para que haya una competencia real, cambiar la realidad social de este pa¨ªs para llegar a los mismos niveles de promoci¨®n social que tiene Europa. Queremos llegar al Gobierno para cambiar la deriva que lleva este pa¨ªs en Europa y en el mundo.