Lula pone a prueba su nueva imagen de moderaci¨®n
El veterano sindicalista que dirigi¨® huelgas contra la dictadura culmina en las urnas su larga marcha hacia el centro
Con una mirada penetrante, el popular cantante solt¨® la frase: 'Si usted no cambia, Brasil no cambia'. Fue Chico Buarque en el espacio de propaganda electoral televisiva que difundi¨® el ¨²ltimo d¨ªa la candidatura de Lula. El cambio ha sido el mensaje central de toda su campa?a. No en vano, el 80% de los brasile?os, seg¨²n las encuestas, dice querer cambios. Como en la Espa?a de principios de los a?os ochenta, Brasil suspira por un golpe de tim¨®n. La inc¨®gnita es hasta qu¨¦ punto el patr¨®n con m¨¢s posibilidades de pilotar la nave tambi¨¦n ha cambiado.
La nueva imagen de Luiz In¨¢cio Lula da Silva en la campa?a ha atra¨ªdo la mayor atenci¨®n, al tiempo que genera opiniones diversas. Aparentemente, la transformaci¨®n del antiguo obrero metal¨²rgico es notable: la poblada barba negra de anta?o es canosa y est¨¢ perfectamente recortada, y el traje y la corbata han reemplazado la indumentaria descuidada; la gesticulaci¨®n y los aspavientos en los discursos pol¨ªticos se han suavizado y su mensaje electoral ha dado un poderoso giro hacia la moderaci¨®n. Hasta tal punto que empresarios, banqueros y militares aplauden al que en fechas muy recientes consideraban un peligro p¨²blico.
Hasta empresarios, banqueros y militares aplauden al que cre¨ªan un peligro p¨²blico
Duda Mendon?a, un peso pesado en el mundo de la publicidad, sabe como nadie de la nueva imagen que proyecta Lula. Como responsable de la campa?a televisiva del candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y padre del lema Lulinha, paz y amor puede hablar de la importancia de la forma frente al contenido. Subraya que Lula es un tipo muy emocional y que 'la historia del PT es una historia cargada de emociones'. 'El Lula m¨¢s light no significa que haya hecho concesiones de contenido. Todo lo contrario. Dice las mismas cosas que antes, pero de una forma m¨¢s tranquila. Antes se irritaba ante una pregunta desagradable. Le mostr¨¦ que con una pregunta desagradable puede conquistar un voto si da una buena respuesta'.
Todo empez¨® en la ciudad de Garanhuns (Estado de Pernambuco), al noreste, el 27 de octubre de 1945. En aquella tierra seca y est¨¦ril, Eur¨ªdice Ferreira de Mello, m¨¢s conocida como do?a Lindu, dio a luz a su s¨¦ptimo hijo, un var¨®n bautizado como Luiz. De muy peque?o empezaron a llamarle Lula, algo habitual en aquella regi¨®n. D¨ªas antes del nacimiento, el padre de la criatura, Ar¨ªstides In¨¢cio da Silva, sigui¨® los pasos de tantos habitantes del depauperado noreste brasile?o y emigr¨® en busca de empleo. El destino fue el Estado de S?o Paulo, el centro industrial del pa¨ªs, a 2.600 kil¨®metros.
Lula no conoci¨® a su padre hasta los cinco a?os, en un viaje que ¨¦ste hizo a Pernambuco. Dos a?os m¨¢s tarde, la vida del chaval dio el vuelco m¨¢s importante. Do?a Lindu decidi¨® emigrar para reunirse con el marido y el peque?o Lula vivi¨® el primer contacto con los signos del progreso, totalmente ausentes en su tierra natal. En las calles de Santos, en la costa paulista, tuvo su primer trabajo de vendedor ambulante cuando sal¨ªa de la escuela primaria, donde aprendi¨® a leer y escribir.
Hasta que la familia se traslad¨® a la ciudad de S?o Paulo. All¨ª, la madre se separ¨® de Ar¨ªstides. A los 15 a?os, Lula logr¨® una plaza para un curso de tornero mec¨¢nico en el Servicio Nacional de Industria, lo que le permiti¨® ingresar a?os m¨¢s tarde en Industrias Villares, una de las principales metal¨²rgicas de Brasil, en S?o Bernardo do Campo.
El car¨¢cter emocional del que habla Duda Mendon?a tiene que ver, probablemente, con algunos de los golpes que Lula recibi¨® desde joven. A los 23 a?os se cas¨® con Maria de Lurdes, que trabajaba en un telar. Qued¨® embarazada y contrajo una hepatitis que los m¨¦dicos no diagnosticaron. La madre y el beb¨¦ fallecieron durante el parto. A?os m¨¢s tarde, Lula se cas¨® por segunda vez con Marisa Let¨ªcia da Silva con quien tuvo tres hijos, m¨¢s un cuarto de un anterior matrimonio de Marisa.
'Mi trabajo consiste en dejar que Lula sea ¨¦l mismo', subraya Duda Mendon?a. 'En elecciones pasadas estaba preso del discurso, no sonre¨ªa; su esposa apenas participaba en la campa?a, no se mostraba a la familia. Esta vez hemos mostrado m¨¢s a Lula persona, tal y como es en la vida real: cari?oso, asequible, de buen humor. Son facetas que siempre se hab¨ªan ocultado para mostrar al hombre pol¨ªtico, duro. Lula ha aparecido por primera vez en televisi¨®n tal como es. Ha llorado, ha re¨ªdo, ha contado chistes...'.
Los espacios electorales de televisi¨®n han mostrado los or¨ªgenes de Lula como sindicalista, un mundo al que lleg¨® de la mano de su hermano Frei Chico. Cuando ingres¨® en el Sindicato de los Metal¨²rgicos de S?o Bernardo do Campo, Lula era un trabajador despolitizado. Pero la detenci¨®n y las torturas que sufri¨® Frei Chico durante la dictadura le hicieron despertar. En 1975 fue elegido presidente del sindicato con el 95% de los votos, y en abril de 1980 encabez¨® la mayor huelga de los metal¨²rgicos en todo el Estado de S?o Paulo. Estuvo detenido durante 31 d¨ªas en aplicaci¨®n de la Ley de Seguridad Nacional. Un tribunal militar le conden¨® a tres a?os y seis meses, pero el proceso fue anulado.
Fue fundador de la Central ?nica de Trabajadores (CUT) y del PT, compiti¨® por la gobernaci¨®n del Estado de S?o Paulo -obtuvo m¨¢s de un mill¨®n de votos, aunque no fue elegido- y fue diputado federal, ¨²nico cargo p¨²blico que ha tenido. En tres ocasiones compiti¨® por la presidencia de la Rep¨²blica y fue derrotado. Perdi¨® con Fernando Collor de Mello primero y con Fernando Henrique Cardoso despu¨¦s. Pero el PT aument¨® el caudal de votos en cada elecci¨®n. Y en cada votaci¨®n, los cr¨ªticos han reprochado a Lula falta de experiencia en el ejercicio de la cosa p¨²blica. Tambi¨¦n han puesto en duda su preparaci¨®n para ser presidente al no haber pisado la Universidad.
A quienes le acusan de falta de experiencia, Lula responde que su partido gobierna en cinco Estados y 182 municipios; de la falta de estudios dice que los t¨ªtulos de muchos gobernantes no impidieron administraciones nefastas. Pero por mucho que haya cambiado, por m¨¢s que modere su discurso, a Lula siempre se le pide m¨¢s. Sigue provocando recelos y desconfianza en los sectores m¨¢s temerosos a cualquier cambio. Pese a estos recelos, en el frente adverso a Lula ha habido nuevos gestos que hace s¨®lo unos meses habr¨ªan sido impensables: los ejecutivos de la federaci¨®n nacional de banqueros (Febraban), un basti¨®n anti-PT, prorrumpieron en aplausos en una presentaci¨®n del candidato Lula.
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