Alonso choca con fuerte respuesta social al acometer ambiciosas reformas viarias
El inicio del ¨²ltimo curso pol¨ªtico en Vitoria antes de las elecciones municipales ha comenzado para el alcalde Alfonso Alonso con una sorprendente intensidad. Pero no ha sido la pol¨ªtica sino diferentes reformas viarias las que han causado la pol¨¦mica, especialmente las obras para remodelar los viales del norte de la ciudad y la creaci¨®n de carriles-bus en el centro.
Lo m¨¢s significativo de los conflictos suscitados es que, en mayor o menor medida, todo el mundo coincide en que las obras deben llevarse a cabo. En el caso de los viales de la zona norte, se trata de acondicionar la antigua circunvalaci¨®n de la N-1, por donde circulan m¨¢s de 30.000 veh¨ªculos diarios, enlazando el centro con varios pol¨ªgonos industriales. El derribo del denominado scalextric de Zaramaga, a principios de agosto, puso en marcha unas complejas obras que se prolongar¨¢n dos a?os y costar¨¢n al Consistorio 17 millones de euros. El objeto ¨²ltimo es acondicionar los accesos a un futuro gran centro comercial a trav¨¦s de la creaci¨®n de dos t¨²neles.
El cierre en septiembre de varias arterias medulares para excavar estos pasos subterr¨¢neos ha sobrepasado los peores augurios municipales. Ahora los atascos son cotidianos en la zona y los problemas circulatorios se han trasladado a otras partes. El grupo socialista ha hablado de 'caos de tr¨¢fico' y ha demandado la duplicaci¨®n de la plantilla del Gabinete de Tr¨¢fico y una ampliaci¨®n de su horario por la tarde. 'Ha faltado previsi¨®n y no se ha consultado con experiencias similares en otras ciudades', apunta el portavoz del PSE, Patxi Lazcoz.
'Carril-bus'
El segundo de los frentes de discrepancia es la creaci¨®n de carriles espec¨ªficos para autob¨²s en el centro de la ciudad, fundamentalmente en las calles Francia -donde se ubica el museo Artium- e Independencia. Ambas son arterias centrales con una elevada densidad de tr¨¢fico, m¨¢s de 10.000 veh¨ªculos diarios, y una amplia presencia de comercios y servicios. La eliminaci¨®n de la mayor parte de sus aparcamientos y la creaci¨®n de un pretil separador de la zona para autobuses ha concitado el rechazo de asociaciones vecinales, comerciantes, repartidores y conductores de autob¨²s. La peligrosidad que entra?an las barreras de hormig¨®n en Francia y la eliminaci¨®n de zonas para carga y descarga son las objeciones m¨¢s extendidas entre estos detractores.
Cada d¨ªa surge una nueva propuesta por parte de los afectados, aunque nadie olvida el problema de las dobles filas y los atascos. El PNV ha sugerido que, en vez de crear barreras agresivas, deber¨ªa acotarse el ¨¢rea destinada a autobuses con soluciones 'm¨¢s amables' como una banda pintada y pivotes de goma. El equipo de gobierno se reunir¨¢ con los clectivos afectados, pero no renuncia a unas reformas que considera 'imprescindibles'.
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