Bruselas quiere que los nuevos pa¨ªses de la UE se sometan a controles especiales
Algunas ¨¢reas comunitarias podr¨¢n quedar en suspenso a?os despu¨¦s de entrar un pa¨ªs
La UE est¨¢ dispuesta a aceptar en 2004 la entrada de 10 nuevos pa¨ªses en el club, algunos de ellos no suficientemente preparados hoy para dar el paso, pero no a que ese hist¨®rico acontecimiento origine graves perjuicios, sobre todo econ¨®micos, para los actuales socios. Por eso, la Comisi¨®n propondr¨¢ ma?ana la inclusi¨®n en los tratados de adhesi¨®n de unas novedosas cl¨¢usulas de salvaguardia para que, en caso necesario, en el futuro se deje en suspenso determinados cap¨ªtulos claves de la pol¨ªtica comunitaria, especialmente en el terreno del mercado interior.
Esas cl¨¢usulas estar¨ªan vigentes durante un periodo de dos a cinco a?os despu¨¦s de la ampliaci¨®n. Los l¨ªderes europeos que con m¨¢s recelo ven desde hace a?os el negativo impacto que puede tener esa ampliaci¨®n empiezan a ver f¨®rmulas tranquilizadoras en el horizonte. En todos los tratados de adhesi¨®n, existe la cl¨¢usula seg¨²n la cual, en el primer a?o de incorporaci¨®n, se puede dejar en suspenso alg¨²n cap¨ªtulo comunitario en caso de graves anomal¨ªas imprevistas, sobre todo econ¨®micas.
Ahora, sin embargo, las f¨®rmulas que Bruselas plantea van mucho m¨¢s lejos. De un lado, la Comisi¨®n recomendar¨¢ ma?ana a los Quince concluir las negociaciones con 10 de los candidatos (todos menos Bulgaria y Rumania) antes de que acabe el a?o. Pero a la vez, fijar¨¢ un periodo de supervisi¨®n (monitoring) desde el 1 de enero de 2003 hasta el 1 de enero de 2004, fecha prevista para la incorporaci¨®n, de modo que en esos 12 meses pueda comprobarse si los candidatos hacen o no sus deberes para ser asimilados sin problemas.
De no hacerlo, a los Quince siempre les quedar¨ªa el ¨²ltimo recurso de bloquear su acceso paralizando, por ejemplo, el proceso de ratificaci¨®n de los tratados en alg¨²n pa¨ªs. En Francia, por ejemplo, donde las autoridades siempre tienen un discurso cr¨ªtico con la ampliaci¨®n y s¨®lo la mitad de la opini¨®n p¨²blica la apoya, ser¨ªa muy f¨¢cil lograr ese bloqueo.
Pero ahora se va m¨¢s lejos: habr¨¢ cl¨¢usulas de salvaguardia (en el ¨¢rea del mercado interior, pero quiz¨¢s tambi¨¦n en la de Justicia e Interior), de modo que algunos cap¨ªtulos puedan quedar en suspenso incluso a?os despu¨¦s de la entrada de nuevos Estados. Los m¨¢s desconfiados quieren un plazo de cinco a?os. Los menos temerosos se conforman con dos.
Y es que la Comisi¨®n ya ha concluido su examen sobre la situaci¨®n entre los 10 elegidos (el que presentar¨¢ hoy) y las conclusiones no son muy halag¨¹e?as en algunos casos. As¨ª, Bruselas cree que los 10 cumplen los requisitos pol¨ªticos porque se trata de democracias equiparables a las de los actuales socios; tambi¨¦n afirma que cumplen los requisitos exigibles a una econom¨ªa de mercado; pero sospecha que varios de ellos tendr¨¢n graves dificultades para acomodar sus administraciones a la hora de cumplir todo el derecho comunitario.
Polonia y Estonia, por ejemplo, tendr¨¢n graves problemas para cumplir los requisitos de la uni¨®n aduanera. Tambi¨¦n Polonia (39 millones de habitantes), el pa¨ªs m¨¢s grande de la oleada, con una econom¨ªa fundamentalmente agr¨ªcola, tendr¨¢ problemas a la hora de aplicar la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n o la regional (fondos). S¨®lo Chipre, Eslovenia y Hungr¨ªa merecen la confianza sin reparos de la Comisi¨®n.
Esas cl¨¢usulas, que sin duda ser¨¢n mal acogidas entre los pa¨ªses candidatos, supondr¨¢n de hecho otro problema pol¨ªtico a dirimir en el complejo proceso que a¨²n resta para materializar la ampliaci¨®n. El obst¨¢culo m¨¢s firme se presenta el pr¨®ximo d¨ªa 19, cuando los irlandeses votar¨¢n por segunda vez en refer¨¦ndum si ratifican o no el Tratado de Niza, vital para que esa ampliaci¨®n se produzca. Si el voto es negativo de nuevo (las encuestas arrojan grandes dudas), la ampliaci¨®n sufrir¨¢ al menos un a?o de retraso. Adem¨¢s, a¨²n est¨¢ pendiente de negociar todo el cap¨ªtulo financiero de la ampliaci¨®n.
En el terreno pol¨ªtico, sin embargo, la mayor preocupaci¨®n se centra en el caso de Turqu¨ªa, que no ver¨¢ satisfecha su exigencia de que los Quince fijen antes de fin de a?o una fecha para empezar a negociar su adhesi¨®n.
Giscard: no al federalismo
El ex presidente franc¨¦s Valery Giscard d'Estaing, que actualmente preside la Convenci¨®n Europea, se manifiesta contra una Europa federal en una entrevista publicada ayer por el Financial Times. Giscard expresa pocas simpat¨ªas por quienes proponen que la Comisi¨®n Europea tenga m¨¢s poder en econom¨ªa o pol¨ªtica exterior. En su opini¨®n, esas materias deben quedar en manos de la cooperaci¨®n entre los Gobiernos de los Estados miembros.
S¨ª defiende, en cambio, que la Comisi¨®n adquiera m¨¢s competencias en Justicia e Interior. 'La toma de decisiones colectivas, la pr¨¢ctica de la cooperaci¨®n organizada va ganando terreno. Nuestra propuesta es hacer que las cosas funcionen de una manera m¨¢s unificada. Europa se ha vuelto demasiado complicada, con demasiada hostilidad'. Sobre el futuro nombre de la Uni¨®n, prefiere el de 'Europa Unida' al de 'Estados Unidos de Europa'.
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