El 'rectificazo'
Manuel Fraga acu?¨® una frase lapidaria para zaherir a los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez: 'Los socialistas s¨®lo aciertan cuando rectifican'. El Ministerio de Trabajo hizo ayer buena la frase del fundador del PP al introducir 'cambios sustanciales' en el Decreto de Medidas Urgentes para la Reforma del Sistema de Protecci¨®n por Desempleo y Mejora de la Ocupabilidad, conocido vulgarmente como decretazo. Esos cambios son tan sustanciales que en la pr¨¢ctica implican una vuelta a la situaci¨®n anterior a la publicaci¨®n de la reforma. Tras la reuni¨®n de ayer del ministro Zaplana con los representantes de UGT y CC OO, el salario de tramitaci¨®n y la correspondiente tutela judicial quedan restituidos; los fijos discontinuos mantendr¨¢n los derechos anteriores previos al decretazo, y la consideraci¨®n de oferta adecuada que impondr¨¢ el Instituto Nacional de Empleo (Inem) al desempleado sufre tantos cambios -entre otros, la aplicaci¨®n de 100 d¨ªas de periodo de carencia durante el cual el Inem no presentar¨¢ ofertas al desempleado y la suavizaci¨®n de las condiciones de transporte, contrato y calidad en la propuesta- que pr¨¢cticamente tambi¨¦n retorna a las condiciones predecretazo. El Gobierno s¨®lo mantiene sus tesis restrictivas en el seguro del desempleo agrario.
No hay manera m¨¢s directa de decirlo: el Gobierno se ha rendido con armas y bagajes a la presi¨®n sindical, y es una rendici¨®n beneficiosa para la sociedad. Es una rendici¨®n calculada, por supuesto, favorecida por consideraciones electorales y la percepci¨®n de que una gran parte de los ciudadanos no entend¨ªa ni aprobaba los recortes a los derechos de los trabajadores que han cotizado escrupulosamente durante su vida laboral, cuya duraci¨®n no deciden. El decreto del Gobierno se entendi¨® adem¨¢s por la mayor¨ªa social como un agravio innecesario e inmerecido a los asalariados, tanto m¨¢s ofensivo cuanto que ¨¦stos, con una moderaci¨®n salarial intensa y continuada, han sido los sostenedores -junto con el abaratamiento del coste del dinero- de la etapa de prosperidad que ha vivido Espa?a entre 1995 y 2000.
Las 24 enmiendas en las que el Gobierno se retracta implican adem¨¢s el reconocimiento expl¨ªcito de que la huelga general del 20 de junio no fue el fracaso que anunci¨® -incluso con antelaci¨®n, a trav¨¦s del entonces ministro portavoz, P¨ªo Cabanillas-, sino una protesta que consigui¨® grados muy razonables de participaci¨®n. En realidad, es casi obligado dar la raz¨®n a los sindicatos cuando aseguran que el Gobierno ha intentado salir con mucho cuidado del embrollo del decretazo, pero s¨®lo lo ha conseguido a medias. La insistencia en limitar el seguro de desempleo ha llevado al Gobierno en pleno a un fracaso pol¨ªtico considerable y le ha costado a la sociedad el trauma de una huelga general. Por no mencionar la frustraci¨®n de los empresarios, que deben estar pregunt¨¢ndose hoy qu¨¦ credibilidad merece un Gobierno que suprime un d¨ªa el salario de tramitaci¨®n para recuperarlo meses despu¨¦s. ?D¨®nde quedan hoy los ejercicios gratuitos de firmeza verbal y las declaraciones de urgente necesidad de la reforma que prodigaron casi todos los ministros del Gabinete de Aznar, empezando por los del equipo econ¨®mico? ?Se acordar¨¢ hoy el presidente del Gobierno de su desdichada afirmaci¨®n de que los espa?oles no ten¨ªan por qu¨¦ pagar a quienes no quisieran trabajar?
La marcha atr¨¢s permite iniciar un nuevo periodo de relaciones entre el Ejecutivo y los agentes sociales que recupere la buena sinton¨ªa de la primera legislatura del PP. Parece que Aznar y Rato han querido ofrecer a Eduardo Zaplana la oportunidad de rectificar una equivocaci¨®n que por razones de imagen nunca hubiera podido corregir su antecesor, ca¨ªdo tras la huelga general. El Gobierno har¨ªa bien en olvidarse del seguro de desempleo y centrarse en la baj¨ªsima productividad del factor trabajo en Espa?a. Si quiere mejorar la situaci¨®n del mercado laboral, deber¨ªa empezar por aumentar el capital tecnol¨®gico de los trabajadores. Por lo menos, tendr¨¢ bien aprendida la lecci¨®n de que, en materia laboral, los sindicatos se han ganado el derecho a ser consultados y que la mejor reforma es la que se pacta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Reales Decretos Leyes
- MTAS
- VII Legislatura Espa?a
- Legislaci¨®n laboral
- Decretos
- Eduardo Zaplana
- Subsidio paro
- Derecho laboral
- Desempleo
- PP
- Legislaturas pol¨ªticas
- Actividad legislativa
- Parlamento
- Empleo
- Ministerios
- Normativa jur¨ªdica
- Partidos pol¨ªticos
- Gobierno
- Pol¨ªtica laboral
- Administraci¨®n Estado
- Legislaci¨®n
- Trabajo
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica