Los alegres chicos de la triste Irlanda
El seleccionador McIllroy, que gan¨® a Espa?a como jugador, no cuenta con su estrella Lennon
El f¨²tbol no es una religi¨®n en Irlanda del Norte; al menos el f¨²tbol irland¨¦s es un asunto menor, apenas seguido por unos centenares de muchachos empe?ados en reproducir los conflictos de una zona donde la pol¨ªtica y la religi¨®n se confunden. La ¨²ltima v¨ªctima de la confusi¨®n ha sido Neil Lennon, el capit¨¢n de la selecci¨®n, que ha renunciado al equipo de su pa¨ªs tras su conflictiva contrataci¨®n por el Celtic de Glasgow escoc¨¦s. Su presencia en ese equipo ha desatado las iras religioso-tribales con su eterno enemigo, el Glasgow Rangers, amenazas de muerte de por medio. Conclusi¨®n: Lennon, una de las estrellas irlandesas, ha colgado la chapa con la selecci¨®n, se ha olvidado de los asuntos no futbol¨ªsticos para centrarse en su trabajo cotidiano. Un ejemplo. Un caso m¨¢s de la absorci¨®n del f¨²tbol por los conflictos sociales en un pa¨ªs donde futbolistas cat¨®licos y protestantes hab¨ªan convivido sin mayores problemas hist¨®ricamente.
Lo cierto es que el seleccionador McIllrroy se ha quedado sin una de sus estrellas como la expedici¨®n se qued¨® sin maletas a su llegada a Espa?a, adem¨¢s de sufrir un retraso de cinco horas. Toda una puesta a prueba de la tradicional flema irlandesa. Aquella que hizo que todos los jugadores de la selecci¨®n de 1982, tras ganar a Espa?a en Valencia, decidideran esperar al goleador Armstrong, que necesit¨® un par de horas para cumplir con los requisitos del control anti dopaje. Todos a una. Y cuando hizo lo que deb¨ªa... a celebrarlo todos juntos.
La selecci¨®n norirlandesa no es una selecci¨®n de aficionados, pero el f¨²tbol norirland¨¦s s¨ª lo es. Los futbolistas reclutados por McIllroy juegan en la Liga inglesa, con una leve presencia de la escocesa y un extranjero de la Liga holandesa, el delantero del Willen II, Quinn.
Chicos aguerridos, t¨ªpicos defensores de la tradici¨®n del f¨²tbol de las islas, menos evolucionados que el resto de selecciones de aquella zona, pero con un esp¨ªritu colectivo a prueba de bomba. Sabedores de su debilidad, corren y defienden como principal argumento. Luego que sea lo que Dios quiera.
Para Irlanda del Norte, el de hoy ser¨¢ su deb¨² en la fase clasificatoria, pero sus antecedcentes cercanos resultan desalentadores. En los cuatro ¨²ltimos partidos disputados s¨®lo ha marcado un gol, el que consigui¨® ante Polonia, que a cambio le endos¨® cuatro. Y eso que entre sus rivales se encuentran Liechtenstein y Chipre.
Para colmo a las bajas de sus figuras, Lennon y Magilton, se han unido las lesiones de los defensas Griffin, del Dundee United, y Mark Williams, del Wimbledon. A cambio, ha recuperado a Taggart, un hombre que ha estado apartado de la selecci¨®n por probolemas f¨ªsicos durante un a?o y ocho meses.
Al menos, al seleccionador Sammy McIllrroy le queda el honor de haber participado en el equipo que gan¨® a Espa?a en el Mundial de 1982. Por eso dej¨® una frase en el aire para los actuales jugadores: 'Si respetamos a Espa?a nos har¨¢ mucho da?o'. As¨ª que a correr y a intentar atacar, es decir no abandonar a su suerte a McVeigh, del delantero del Norwich, y a Healy, del Preston. Aunque a priori parece que el papel protagonista puede recaer en Taylor, el portero del Fullham.
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