Serbia opta ma?ana entre un presidente nacionalista o liberal
Kostunica parte con m¨¢s ventaja en los sondeos frente a Labus
El presidente de Yugoslavia, el jurista de 58 a?os Vojislav Kostunica, un nacionalista serbio democr¨¢tico, parte como claro favorito en la elecci¨®n presidencial de ma?ana en Serbia. Su victoria puede que no sirva de nada y complique a¨²n m¨¢s la dif¨ªcil situaci¨®n pol¨ªtica en Serbia, porque se teme que la participaci¨®n electoral no alcance el qu¨®rum exigido por la ley del 50% del censo electoral.
En caso de que no se llegue al 50%, cosa m¨¢s que probable, los comicios se anular¨¢n y habr¨ªa que repetir las presidenciales de Serbia desde un principio, con una primera vuelta a la que podr¨ªan presentarse de nuevo todos los candidatos.
El contrincante de Kostunica es el viceprimer ministro de Yugoslavia, Miroljub Labus, un economista de 55 a?os, liberal convencido e interlocutor favorito de la UE y EE UU. Labus cuenta con menos posibilidades que Kostunica. Sobre Labus pesa el estigma de que los votantes lo consideran un hombre fiel al primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, un pol¨ªtico impopular.
Serbia parece sumida en una especie de pol¨ªtica-ficci¨®n, dos a?os despu¨¦s de que los votantes en las urnas y las masas en Belgrado derribaran el r¨¦gimen desp¨®tico de Slobodan Milosevic. Resulta complicado explicar y entender por qu¨¦ el presidente de Yugoslavia se presenta a la elecci¨®n para un puesto de rango inferior como presidente de Serbia. A esto se a?ade que el cargo de presidente de Serbia puede quedar vac¨ªo de contenido en cuanto se apruebe la nueva Constituci¨®n, que ya est¨¢ casi elaborada, sobre el futuro Estado que se llamar¨¢ Serbia y Montenegro, sucesor de lo que ahora se conoce como Yugoslavia.
La UE, el patriarca de la Iglesia ortodoxa y los dos contendientes en las presidenciales han apelado al electorado para que acuda ma?ana a las urnas para alcanzar el 50%. Todos estos llamamientos pueden no servir de nada. En la primera vuelta, hace dos semanas, vot¨® algo menos del 56% del censo. Kostunica logr¨® un 30,89% de los votos y Labus el 27,36%. El tercero en discordia, el ultranacionalista Vojislav Seselj, un caudillo fascistoide que cont¨® con el apoyo desde la c¨¢rcel de La Haya de Milosevic, obtuvo un sorprendente 23%. Seselj ha llamado a sus votantes a boicotear la elecci¨®n, al igual que otros candidatos de la cala?a ultranacionalista. Si obedecen a sus dirigentes, la suerte de la elecci¨®n estar¨ªa echada y a Serbia le esperan unos meses de incertidumbre.
Todo este embrollo balc¨¢nico se completa con la presencia en la presidencia de Serbia de Milan Milutinovic, un hombre del r¨¦gimen de Milosevic que, apenas deje el sill¨®n presidencial, tendr¨¢ que viajar a La Haya, donde se le acusa de cr¨ªmenes de guerra. La irrelevancia del cargo de presidente de Serbia queda de manifiesto si se tiene en cuenta que en dos a?os Milutinovic apenas ha intervenido en nada.
El poder en Serbia, seg¨²n la Constituci¨®n, reside en el primer ministro y en el Parlamento, y no en el presidente. Y aqu¨ª viene el mayor factor de conflicto. Aunque Kostunica ganase la elecci¨®n, el conflicto con el primer ministro Djindjic no habr¨ªa hecho m¨¢s que empezar. Kostunica pretende, si gana, disolver el Parlamento para quitar la fuerza a Djindjic.
La pugna entre los dos gallitos de la pol¨ªtica serbia es de larga data. Se remonta a los d¨ªas en que todos juntos, Kostunica, Djindjic, Labus y otros, fundaron el Partido Democr¨¢tico (DS). Del DS se escindieron diversas formaciones, hasta que el actual presidente de Yugoslavia, con la ayuda de Djindjic, derrot¨® a Milosevic. Tras el derrumbe del r¨¦gimen, las rencillas resurgieron hasta el estallido de la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia (DOS). Para consumar la ceremonia de la confusi¨®n, es un secreto a voces que Djindjic parece interesado en que no se logre el 50% necesario. Kostunica advierte males si se anula la elecci¨®n, pero Djindjic dice que no pasar¨¢ nada.
Baloncesto electoral
Kostunica, en el debate electoral final en televisi¨®n con Labus el mi¨¦rcoles, acus¨® a Djindjic de mantener lazos con la mafia de Belgrado. Labus replic¨® que Kostunica es un calumniador. La convivencia futura entre un presidente de Serbia Kostunica y un primer ministro Djindjic garantiza un conflicto permanente en un pa¨ªs necesitado de llevar adelante las reformas necesarias para sanear la econom¨ªa y elevar el nivel de vida de la depauperada poblaci¨®n serbia. El d¨ªa del debate entre Labus y Kostunica, el primero de ese tipo en Yugoslavia, Djindjic declar¨® que prefer¨ªa ver el partido de baloncesto entre el Partizan y el Real Madrid, y luego a la selecci¨®n yugoslava de balonvolea. Eso s¨ª, dijo Djindjic, que de vez en cuando zapear¨ªa para ver de refil¨®n el debate.
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