La huella de Milosevic
A pesar de la ruina pol¨ªtica y familiar del prisionero de La Haya, un tercio de serbios vota por candidatos que le son adictos
Desde su prisi¨®n de Sheveningen en La Haya, encarcelado por presuntos cr¨ªmenes de guerra y genocidio, Slobodan Milosevic, puede constatar, a sus 61 a?os, la bancarrota de su vida familiar y pol¨ªtica. Sus seres m¨¢s allegados, esposa y dos hijos, se han desperdigado por Serbia, Montenegro y no se sabe d¨®nde. Su Partido Socialista de Serbia (SPS) est¨¢ destrozado, en gran parte gracias a sus consignas desde prisi¨®n. No obstante, un tercio de electores serbios dieron su voto a candidatos vinculados a su r¨¦gimen desp¨®tico. Tampoco se puede negar que la arrogancia de Milosevic ante el tribunal que lo juzga ejerce una cierta fascinaci¨®n entre parte de sus compatriotas.
A la esposa de Milosevic, Mira Markovic, la prensa ya no la trata de 'profesora y doctora', como en los d¨ªas en que detentaba el poder. Ahora Markovic escribe una columna en el peri¨®dico Nacional. En la de ayer, Markovic se lamentaba de la ingratitud de algunos de sus seguidores y al mismo tiempo dejaba al descubierto las prebendas del r¨¦gimen: 'Suelen sentirse ofendidos los que consiguieron las casas, ganaron dinero, se enriquecieron, se hicieron famosos, vieron el mundo, se compraron dos o tres coches, publicaron libros'. A?ade Markovic: 'Quedaron ofendidos entre octubre y noviembre de 2000 . Antes no estaban ofendidos. Antes eran ministros, directores, rectores, embajadores, decanos, presidentes de juntas directivas, estrellas de televisi¨®n. Esperando seguir si¨¦ndolo, o que al menos nadie los persiguiera por sus negocios mientras ocupaban esos cargos, abandonaron con urgencia el partido con la vergonzosa justificaci¨®n de que no los trataron bien en ¨¦l'. No se puede reflejar de forma m¨¢s palpable el abandono de la un d¨ªa todopoderosa 'Bruja Roja de Dedinje', como la moteje¨® el ultranacionalista Vojislav Seselj, en quien ahora Milosevic parece haber puesto sus ¨²ltimas esperanzas.
Desde La Haya, a trav¨¦s de la marxista Markovic, el presunto socialista y ex comunista Milosevic recomend¨® a su SPS votar por el caudillo fascistoide Vojislav Seselj, en la primera vuelta de las presidenciales de Serbia. Con esta recomendaci¨®n, Milosevic dio la puntilla definitiva a sus socialistas, que se dividieron en por lo menos tres grupos. El SPS se encuentra ante un congreso que no podr¨¢ darle un giro salvador hacia la socialdemocracia y est¨¢ pol¨ªticamente muerto.
La familia Milosevic tampoco atraviesa un buen momento. Est¨¢ en marcha el proceso de anulaci¨®n del contrato de compraventa por el cual Milosevic compr¨® la fastuosa residencia en el barrio de Dedinje en Belgrado por 84.221 dinares el 22 de marzo de 1999, dos d¨ªas antes del comienzo de los bombardeos de la OTAN.
Mira va y viene a La Haya a reconfortar a su Slobo, el hombre de toda su vida, desde los d¨ªas del liceo. Ella controla los mensajes, los filtra e intenta manejar los residuos del r¨¦gimen. Con sus hijos tampoco tiene mucha suerte. La mayor, Marija, se ha establecido en Montenegro, tras liquidar sus negocios en Belgrado, donde pose¨ªa una emisora de radio. Marija ha dado que hablar con el anuncio de una boda en Montenegro bajo el manto de la Iglesia cism¨¢tica ortodoxa de la menor de las rep¨²blicas de Yugoslavia. Al parecer la familia montenegrina de Milosevic no ha visto con buenos ojos esta decisi¨®n de Marija. Tambi¨¦n un tribunal de Belgrado la conden¨® a ocho meses, en libertad condicional, por los disparos que efectu¨® contra los que vinieron a detener a su padre el 1 de abril de 2001.
El hijo var¨®n de los Milosevic, Marko, se encuentra en paradero desconocido desde la ca¨ªda del r¨¦gimen, cuando los vecinos de Pozarevac, el pueblo de sus padres, arrasaron y saquearon varios de sus locales. Marko huy¨® a Rusia. China d¨ªas m¨¢s tarde rechaz¨® su entrada en el pa¨ªs. En Belgrado se especula con que Marko puede encontrarse en alguna de las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas. Sus negocios est¨¢n en la ruina y su ausencia se debe m¨¢s bien a sus temores a encontrarse con la bala de alguno de los m¨²ltiples mafiosos con los que negociaba.
A pesar de este desastre pol¨ªtico y familiar, la sombra de Milosevic se proyecta todav¨ªa sobre la pol¨ªtica de Serbia. El ultranacionalista Seselj consigui¨® un sorprendente 23,34% de votos en la primera vuelta de la elecci¨®n hace dos semanas. Entre un 10% y un 15% de esos votos lo atribuyen los analistas a la recomendaci¨®n de Milosevic de votar por ¨¦l. Si se suman los votos de candidatos vinculados al r¨¦gimen de Milosevic, se llega a la cantidad de 1,2 millones de votos, casi un tercio de los emitidos.
La actitud arrogante y prepotente de Milosevic en La Haya deja sin lugar a dudas huellas entre los serbios. El abogado Srdja Popovic declar¨® al diario Danas: 'En 2000 casi dos millones votaron a Milosevic. Ahora, bajo estas circunstancias, la gente que lo apoyaba lo defiende, porque ellos tambi¨¦n en parte se sienten culpables. Pero por qu¨¦ lo defienden los que no tienen culpa de nada, por qu¨¦ se dejan llevar por la historia de que o bien todos somos inocentes o bien todos somos culpables'. El abogado se extra?a, porque 'entre ellos hay gente inteligente que siempre ha estado de la parte correcta y de repente se dan por aludidos porque su presidente est¨¢ sentado frente a alg¨²n tribunal internacional. ?Y qu¨¦ pasa si est¨¢ sentado? ?Por qu¨¦ me voy a sentir culpable yo por lo que hizo ¨¦l?'.
Se buscan 3.276.522 votantes
Los embajadores de la UE, el patriarca de la Iglesia ortodoxa Pavle, los dos candidatos presidenciales, organizaciones que lucharon contra Slobodan Milosevic, todos se esfuerzan, hasta con llamamientos con un cierto toque pat¨¦tico, por conseguir que 3.276.522 de los 6,55 millones de electores serbios acudan hoy a las urnas para elegir al futuro presidente de la mayor de las rep¨²blicas yugoslavas. Si no se alcanza esa cifra, el 50% m¨¢s uno del censo electoral, la elecci¨®n queda anulada y hay que reanudar todo el proceso, con primera vuelta incluida. Una ley de los tiempos de Milosevic puede dejar a Serbia sin presidente electo y a merced de todo tipo de politiqueos. Parte como claro favorito el presidente de Yugoslavia, el jurista de 58 a?os Vojislav Kostunica, un nacionalista democr¨¢tico, que tiene todas las de ganar frente al viceprimer ministro de Yugoslavia, el economista de 55 a?os Miroljub Labus, liberal y preferido del mundo occidental. En la primera vuelta se abstuvo un 44,5%. El tercer candidato m¨¢s votado en la primera vuelta, apoyado por Milosevic, el caudillo ultranacionalista Vojislav Seselj, que consigui¨® un 23,24% de votos, apel¨® a boicotear la elecci¨®n. S¨®lo una reacci¨®n de ¨²ltima hora del electorado, motivado por el deseo de no dejar a Serbia en una situaci¨®n de crisis, puede salvar los comicios.
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