?Qu¨¦ hago con mi 'viejo'?
Ayuntamiento, oposici¨®n y afectados coinciden en que 1.924 plazas en centros de d¨ªa para 600.000 mayores son insuficientes
El Defensor del Pueblo investiga, a instancias de IU, la muerte en soledad de 66 ancianos. 132.595 mayores de la capital viven solos. La Comunidad admite que hacen falta 9.000 nuevas plazas geri¨¢tricas. Los titulares sobre estas situaciones cr¨ªticas se suceden en la prensa al tiempo que la gente se pregunta: ?Qu¨¦ haces cuando tu padre o tu madre ya no se valen por s¨ª mismos? Los centros p¨²blicos de atenci¨®n diurna y la asistencia domiciliaria podr¨ªan ser la soluci¨®n, pero Ayuntamiento, oposici¨®n y afectados coinciden en que son insuficientes. Para los casi 600.000 mayores de 65 a?os de la capital hay 1.924 plazas en centros de d¨ªa, de ellas 1.149 plazas son de los 21 centros p¨²blicos municipales y los 10 de la Comunidad, a los que se suman 775 plazas concertadas en centros privados. Los ancianos que logran ayuda para sus tareas dom¨¦sticas consiguen como mucho que una persona vaya a su casa una hora o dos al d¨ªa.
'Lo mejor para los ancianos es continuar en su entorno, donde han vivido siempre'
'Tetu¨¢n no tiene centro de d¨ªa propio y hay 120 personas en lista de espera', dice un informe
'Son papeles y papeles, colas y colas, ma?anas y ma?anas dedicadas a toda esta burocracia'
Al pedir la asistencia domiciliaria te advierten de que 'no limpian los altos'
Ni el Ayuntamiento, ni el Gobierno regional quieren hablar de listas de espera en los centros de d¨ªa. La Direcci¨®n General del Mayor habla de 'lista de demanda' y cifra en 723 el n¨²mero de personas que tienen solicitado ingresar en un centro de d¨ªa en la regi¨®n; desconocen el dato de la capital. Ernesto Cabello, jefe del departamento de Mayores del ¨¢rea de Servicios Sociales del Ayuntamiento, explica: 'Tenemos una serie de expedientes en proceso de elaboraci¨®n y haciendo una estimaci¨®n podr¨ªamos hablar de una media en torno a 25 por distrito'.
La oposici¨®n denuncia que no existen servicios sociales para la poblaci¨®n en general, s¨®lo servicios asistenciales y puntuales. En el Consistorio, desde donde se gestionan todos los recursos, aseguran que los presupuestos han crecido considerablemente pero que la base de partida era casi cero. Reconocen el desgaste que supone para los familiares hacerse cargo de un mayor las 24 horas del d¨ªa durante un periodo que puede alcanzar los cinco a?os. Mientras, los afectados, desesperados a menudo, se quejan de la larga espera que sufren para conseguir una ayuda que a veces no llega a tiempo, de los largos procesos burocr¨¢ticos para conseguirla y del alto coste econ¨®mico que supone tener un anciano a su cargo.
Eva (nombre ficticio) vive con angustia la situaci¨®n de su madre de 90 a?os: 'En el hospital la atienden unos d¨ªas cuando est¨¢ muy mal, pero luego le dan el alta. T¨² trabajas y ?qu¨¦ haces? Con la pensi¨®n m¨ªnima de viudedad no ha conseguido todav¨ªa plaza en un centro de d¨ªa en el distrito de Tetu¨¢n en el que reside sola y que solicit¨® hace a?o y medio'.
Los centros de d¨ªa prestan atenci¨®n socio-sanitaria preventiva y rehabilitadora en r¨¦gimen diurno a los mayores con un cierto grado de dependencia y permiten as¨ª la prolongaci¨®n del tiempo de permanencia en su domicilio frente a la alternativa de un internamiento en residencias. Los servicios que ofrecen son transporte, atenci¨®n m¨¦dica y social, fisioterapia, terapia ocupacional, higiene personal y comedor.
La concejal de Servicios Sociales del Partido Popular, Beatriz Elorriaga, se muestra orgullosa del crecimiento de la red municipal de centros de d¨ªa. Asegura que 'este a?o no se va a quedar ning¨²n distrito sin centro de d¨ªa'. IU y PSOE as¨ª lo hab¨ªan pedido. Actualmente hay cinco que carecen de este servicio municipal: Vic¨¢lvaro, Chamart¨ªn, Tetu¨¢n, Moncloa-Aravaca y Villaverde. ?ngel Lara, concejal de IU, afirma que tendr¨ªa que haber 10.000 plazas seg¨²n lo establecido en el Plan Gerontol¨®gico Nacional gestado con la participaci¨®n de todos los grupos parlamentarios y aprobado en el Congreso en 1992.
Noelia Mart¨ªnez, concejal del PSOE, cuenta que su grupo pidi¨® informes a todas las juntas municipales: 'En Tetu¨¢n, en una nota de servicio interior de la jefe de servicios sociales de la Junta Municipal, reconocen que el problema m¨¢s grave es que no tiene centro de d¨ªa propio, que hay 120 personas en lista de espera y que la media para conseguir plaza es de dos a?os'. Y a?ade: 'En el informe de la Junta de San Blas admiten que son cuatro a?os los que hay que esperar para una plaza en una residencia y dos a?os para un centro de d¨ªa. Tienen 69 ancianos en lista de espera para ayuda domiciliaria. En el distrito Centro dicen que no tienen recursos para ancianos en situaci¨®n de riesgo, es decir que viven solos y no tienen familia'. Y mientras, sostiene, los centros privados aumentan debido a la fuerte demanda. 'Se promociona el negocio desde el Ayuntamiento'. 'Lo que habr¨ªa que hacer es no dar suelo gratis al Opus Dei para una residencia de enfermos de Alzheimer, como se ha hecho recientemente en Latina, a una fundaci¨®n que luego va a cobrar sus servicios al Ayuntamiento'. Y agrega: 'Se supone que los centros privados son para complementar la red p¨²blica y no para sustituirla, como est¨¢ haciendo el Consistorio'.
La concejal socialista explica que la carencia de residencias y de centros de d¨ªa supone adem¨¢s un encarecimiento de la asistencia: 'Un d¨ªa en una cama de hospital cuesta 84 euros, mientras que en una residencia supondr¨ªa 18 o 30 euros'. 'El Ayuntamiento tendr¨ªa que aportar plazas p¨²blicas en residencias y centros de d¨ªa que no s¨®lo resolver¨ªan el problema de muchas familias que no pueden hacerse cargo de sus mayores, sino que adem¨¢s generar¨ªan empleo. Con ello las mujeres podr¨ªan seguir con su trabajo y promocionarse'. 'Las mujeres son las verdaderas hero¨ªnas de estas situaciones. Muchas de ellas tienen que dejar el trabajo para atender a sus padres, despu¨¦s de lo que les ha costado integrarse en el mundo laboral', dice Luis Fern¨¢ndez, secretario de organizaci¨®n de la Uni¨®n de Jubilados y Pensionistas de UGT.
'Lo mejor para los mayores es continuar en su espacio natural, donde han vivido siempre', explica ?ngel Lara (IU). Noelia Mart¨ªnez (PSOE) coincide: 'Lo importante es que haya recursos cercanos en los distritos, en los pa¨ªses avanzados en materia social como Suecia ya no se construyen macrorresidencias. Lo recomendable adem¨¢s de una residencia en su entorno, son los centros que funcionan como un colegio y al que el mayor va de la ma?ana a la tarde. Una serie de actividades evitan que aumente el deterioro f¨ªsico y ps¨ªquico del anciano'.
Cabello se defiende de las cr¨ªticas: 'No se puede atacar al Ayuntamiento porque falten plazas ya que es el ¨²nico gran municipio que afronta la creaci¨®n de centros de d¨ªa con financiaci¨®n propia. En otras ciudades lo asumen las comunidades aut¨®nomas. Es evidente que son necesarias m¨¢s plazas dado el envejecimiento de la poblaci¨®n y la disminuci¨®n de los apoyos familiares. Se necesitan m¨¢s recursos sociales de los que tenemos, pero el Ayuntamiento de Madrid ha potenciado una red de centros de d¨ªa municipales que no tiene parang¨®n en otras ciudades y que da respuesta a muchos problemas'.
La concejal del PP asegura que el a?o que viene, como muy tarde el 1 de mayo, se van a poner en marcha 10 nuevos centros de d¨ªa: en Moncloa (85 plazas), Vic¨¢lvaro (30), Latina (45), Tetu¨¢n (45), Fuencarral-El Pardo (30), Hortaleza (45), San Blas (45), Carabanchel (45) y Usera (45). 'En Chamart¨ªn no hay previsto nada porque no tenemos solares', explica Cabello.
Pero hasta que arranquen, los afectados intentan resolver la situaci¨®n como pueden. Francisco (nombre ficticio) cuenta que al no conseguir una plaza para su suegra en un centro de d¨ªa municipal ha tenido que presentar un nuevo expediente para solicitar una plaza de la Comunidad. La gesti¨®n se hace tambi¨¦n en el centro de Servicios Sociales del Ayuntamiento y all¨ª le han vuelto a pedir el certificado de empadronamiento y el informe m¨¦dico que ya hab¨ªa presentado previamente. 'Son papeles y papeles, colas y colas, ma?anas y ma?anas dedicadas a toda esta burocracia'. La directora general del Mayor, Mar¨ªa Isabel Mu?oz-Caballero, es categ¨®rica: 'No es as¨ª', y asegura que en ning¨²n momento se solapa la documentaci¨®n. Tras esta afirmaci¨®n tajante expone con satisfacci¨®n las l¨ªneas del 'programa Rema (Recursos de Mayores), un plan a tres bandas, Comunidad, Ayuntamiento y Sanidad, que se encuentra en fase piloto para hacer un diagn¨®stico de mayor complejidad de la parte social y nivel de dependencia del solicitante y ver as¨ª cu¨¢l es el recurso que m¨¢s le conviene a esa persona mayor'. Habla tambi¨¦n del Plan de Velocidad para la creaci¨®n en la regi¨®n de 39 residencias y centros de d¨ªa entre 2003 y 2005, cuatro de ellas dedicadas a enfermos de Alzheimer. Asegura que los presupuestos de Servicios Sociales son los de la consejer¨ªa que m¨¢s crecen y, dentro de ¨¦sta, los destinados a los mayores son los que m¨¢s aumentan. En la capital se crear¨¢n 630 plazas en centros de d¨ªa.
El entusiasmo de la directora general no lo comparte Luis Fern¨¢ndez (UGT), que asegura que s¨®lo el 6% de los solicitantes consigue plaza en centros de d¨ªa, y que Espa?a est¨¢ en la cola de Europa en gasto social. ?ngel Lara coincide: 'IU ha se?alado repetidas veces que se gasta poco en pol¨ªtica social'. Elorriaga (PP) se muestra optimista: 'Los presupuestos han evolucionado y tenemos una buena red de servicios sociales', pero admite que 'el cambio registrado en la sociedad [crecimiento de la poblaci¨®n mayor, familias sobrecargadas y falta de tiempo para las relaciones] genera un aumento de la demanda y obliga a asignar mucho dinero a recursos sociales'.
Los afectados cuentan su desesperaci¨®n y desamparo. Manuela Piazza, residente en el barrio de La Estrella, casada y con un hijo, vive con su madre de 81 a?os: 'Estuvo bien hasta finales de mayo, entonces dej¨® de comer, no ten¨ªa ganas de nada y no se pod¨ªa levantar. Empieza una agon¨ªa. Se suceden los ingresos en urgencias. Estancias de 48 horas en el hospital Gregorio Mara?¨®n y Cantoblanco. Sufr¨ªa deshidrataci¨®n, hepatitis, un herpes interno que afectaba al h¨ªgado... Ahora vuelve a estar ingresada, pero en el tiempo en el que estuvo en casa solicit¨¦ un fisioterapeuta a domicilio porque no se mov¨ªa. Me dijeron que no estaba previsto. No bebe l¨ªquidos, no la puedes dejar sola. Tras un sinf¨ªn de papeles y de la visita de la asistente social de Retiro conseguimos ¨²nicamente asistencia domiciliaria de una hora al d¨ªa. Pedimos una cama articulada y tras advertirnos de que la prestaci¨®n no cubre el colch¨®n antiescaras ni el traslado de la cama nos encontramos con un verdadero ejemplar de tiempos de los Picapiedra, ?no ten¨ªa ni manivela!'.
Eva tambi¨¦n muestra su queja con respecto a la escasez de asistencia domiciliaria: 'Te ofrecen un m¨¢ximo de dos horas diarias para cosas puntuales, y adem¨¢s te advierten de que no limpian 'los altos' porque no est¨¢n aseguradas y se pueden caer'. Noelia Mart¨ªnez (PSOE) coincide: 'La mayor¨ªa son eventuales y tienen contratos en precario, ha habido denuncias de las trabajadoras'. 'El servicio es muy deficiente', dice Juan Antonio S¨¢nchez Esp¨ªn, responsable institucional y de finanzas de la Federaci¨®n de Pensionistas y Jubilados de CC OO, que resalta 'la falta de preparaci¨®n' de sus trabajadores. Elorriaga (PP) explica que el n¨²mero de horas depende de programas personales y que la asistencia corre a cargo de empresas que pasan por un concurso p¨²blico y cumplen los requisitos de legalidad. 'El movimiento sindical est¨¢ detr¨¢s y se est¨¢n mejorando sus condiciones de trabajo', agrega.
Seg¨²n Cabello, 'la asistencia domiciliaria se concibi¨® desde un punto de vista preventivo y ahora es asistencial'. 'En Centro residen 10.000 mayores solos. Viven en un cuarto piso sin ascensor y no pueden bajar las escaleras, no se les puede llevar a un centro de d¨ªa y entonces se les ofrece la adaptaci¨®n geri¨¢trica de sus domicilios y la asistencia domiciliaria para intentar paliar la situaci¨®n. Procuramos ubicar a los usuarios en el recurso que mejor se adapta a sus necesidades', dice.
Mar¨ªa P. ?lvarez, a punto de cumplir los 80 a?os, ha decidido pedir el servicio de teleasistencia pero se ha encontrado un primer obst¨¢culo al llamar al centro de Servicios Sociales de Chamart¨ªn. En la primera visita s¨®lo atienden de 9 a 10.30 de la ma?ana y s¨®lo a seis personas, lo que implica un gran madrug¨®n o m¨²ltiples viajes si no llegas a tiempo. El segundo es la cantidad de papeles que tiene que presentar: certificado de empadronamiento, certificado de la pensi¨®n que recibe de la Seguridad Social, fotocopia de la declaraci¨®n de la renta o certificado negativo, fotocopia del DNI, informe del m¨¦dico de cabecera y certificado de intereses bancarios.
?ngel Lara (IU) lo ratifica: 'El PP justifica ese horario diciendo que los asistentes sociales s¨®lo pueden estar all¨ª a primera hora porque luego tienen que hacer trabajo de campo, y eso no es verdad, no pisan un charco desde hace a?os. Cuando se les plantea que los mayores no pueden ir a las ocho o las nueve de la ma?ana y que sus hijos trabajan a esas horas dicen que puede ir un vecino o una amiga, es decir descargan todo en la solidaridad de los vecinos y familiares'. La concejal del PP afirma: 'Siempre hay problemas y trabajamos para solucionarlos, pero las trabas burocr¨¢ticas son inevitables'.
Noelia Mart¨ªnez (PSOE) indica que ser¨ªa necesario que dentro del ¨¢rea de Servicios Sociales de las juntas de distrito hubiera 'una especialidad de mayores que coordinara todas las necesidades y as¨ª los ciudadanos resolver¨ªan todo en una ¨²nica ventanilla'.Y prosigue: 'En los centros de Servicios Sociales les piden muchos papeles para cualquier prestaci¨®n, por lo que algunos ancianos se plantean 'para qu¨¦ lo voy a pedir si no me lo van a dar', porque all¨ª mismo les desaniman. Nos llegan casos incre¨ªbles: en Arganzuela, por ejemplo, nos consta que a una persona la remitieron a una ONG'. Luis Fern¨¢ndez (UGT) comenta que la asistencia depende de los distritos. 'Son como reinos de taifas, no hay una pol¨ªtica com¨²n. Los recursos dependen del talante social del presidente de la junta de distrito'.
Manuela Piazza se queja: 'La solicitud de cualquier prestaci¨®n la tiene que firmar el interesado y no est¨¢ previsto qu¨¦ hacer en el caso de que no est¨¦ en condiciones de hacerlo. La falta de asistencia social es total cuando te encuentras con un anciano que no se vale por s¨ª mismo. Si no tiene un familiar que se haga cargo, qui¨¦n gestiona todo eso, no pueden hacer esos tr¨¢mites, ni pedir hora en el especialista.... Todo el peso recae sobre los familiares, que tienen que pedir d¨ªas de permiso o de vacaciones. Es una sangr¨ªa de gastos, y si no tienes recursos econ¨®micos ?qu¨¦ haces?'.
Centros de ocio pol¨¦micos
La concejal de Servicios Sociales Beatriz Elorriaga establece varios niveles en la asistencia a los mayores. 'En el primer escal¨®n, cuando todav¨ªa se encuentran bien, intentamos que no se mantengan aislados. Los centros de mayores cumplen esa funci¨®n'. Con gran entusiasmo describe sus actividades: 'Adem¨¢s de servicios baratos como el pod¨®logo o el comedor, tienen talleres de todo tipo, bailes, exposiciones, aulas de rehabilitaci¨®n con gimnasia y yoga que les ayuda a mantenerse en buena forma'.
?ngel Lara, concejal de IU, se muestra cr¨ªtico: 'Los centros de mayores fomentan un tipo de ocio en el que pr¨¢cticamente s¨®lo existe el jugar a las cartas y tomarse un vino. En la mayor¨ªa hay una puerta con un letrero que pone biblioteca pero esa habitaci¨®n est¨¢ vac¨ªa. En la capital hay 69 centros de mayores y tendr¨ªa que haber uno por cada barrio (128)'.
Elorriaga discrepa: 'Ya no son un casino de pueblo como antes. Es verdad que no hay bibliotecas con libros catalogados y que muchos proceden de donaciones, pero s¨ª hay salas de lectura con prensa diaria... Antes s¨®lo hab¨ªa manualidades y ahora hay talleres de todo tipo: de naturaleza, inform¨¢tica, tai-chi, grupos de teatro...'. Y a?ade: 'Las juntas directivas son muy participativas. Estos hogares, como me gusta llamarlos para diferenciarlos de los centros de d¨ªa, han evolucionado mucho y en ellos los mayores hacen grupos de amigos, se relacionan y salen de su aislamiento'.
Luis Fern¨¢ndez, secretario de UGT del Mayor, se muestra muy duro: 'Nosotros no participamos. No nos dejan organizar actividades. El director lo nombra el presidente de la junta municipal, no se elige democr¨¢ticamente. En algunos centros todav¨ªa perdura el cartel de 'prohibido hablar de pol¨ªtica' y en algunos ni siquiera est¨¢ disponible nuestra prensa a pesar de que se la llevamos'.
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