A la sombra del poder
Michel Bon, de ojos claros, cuidada y larga cabellera gris y maneras jesu¨ªticas, ha dejado France T¨¦l¨¦com con una deuda de 70.000 millones de euros. Para salvar la situaci¨®n, el Gobierno ha nombrado PDG (presidente director general) de la empresa -el Estado posee el 54,5% del capital- a Thierry Breton, de ojos oscuros, pelo rizado y andares de jugador de rugby. Breton viene de Thomson Multimedia (TMM), sociedad que dirig¨ªa desde 1997 y que privatiz¨® en parte.
La carrera profesional de Thierry Breton, de 47 a?os, ha crecido a la sombra del poder pol¨ªtico de su regi¨®n, que, por azar, es tambi¨¦n la de Jean-Pierre Raffarin, el actual primer ministro. Breton sale de una de esas inevitables grandes ¨¦coles que forman el 99% de la ¨¦lite gala, de Sup¨¦lec concretamente. Sus saberes en electricidad le llevaron en 1986 al gabinete del ministro de la Educaci¨®n, Ren¨¦ Monory, senador de Poitou-Charentes, la antes referida regi¨®n. Como consejero de Nuevas Tecnolog¨ªas se gana la confianza del futuro presidente del Senado, que le pide un proyecto moderno para promover la actividad econ¨®mica en Poitiers. De ah¨ª nace Futuroscope, parque tem¨¢tico hoy en suspensi¨®n de pagos pero que durante a?os fue motor de empleo en la zona. Y es con Monory cuando va a recibir su primera gran lecci¨®n pol¨ªtica: durante un viaje a Australia, aprovechando su estupendo ingl¨¦s y el p¨¦simo del senador, Breton se atribuye todos los m¨¦ritos de Futuroscope. Consecuencia: queda fuera de las listas electorales.
En 1993 le encontramos efectuando un informe sobre las virtudes del teletrabajo por cuenta del Ministerio de Econom¨ªa, y un a?o despu¨¦s le conf¨ªan la direcci¨®n de la ruinosa Bull. La leyenda dice que, gracias a ¨¦l, el gigante franc¨¦s de la inform¨¢tica sali¨® de los n¨²meros rojos. Lo cierto es que se trat¨® de un espejismo alimentado por 11.000 millones de francos aportados por el Estado. En 1997 desembarc¨® en TMM, despu¨¦s de que su predecesor, Alain Prestat, hubiera reestructurado el grupo. La llegada al poder de la izquierda no le cost¨® el puesto, y el Estado inyect¨® 11.000 millones tambi¨¦n en TMM.
Los buenos resultados del grupo le llevan a participar en nueve consejos de administraci¨®n y a ser hoy amigo personal de Claude B¨¦b¨¦ar (Axa), Henri Lachmann (Schneider) o Serge Kampf (Cap Gemini). Su nombramiento al frente de France T¨¦l¨¦com -no hay que perder las buenas costumbres- se acompa?a de una ampliaci¨®n de capital de 15.000 millones, de euros esta vez.
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