Aviaci¨®n Civil rechaza el puerto deportivo del Plan Bah¨ªa de M¨¢laga por invadir zona de servidumbre

El proyecto Marina de Arrainjanal, complejo residencial y de ocio que el Ayuntamiento de M¨¢laga proyecta junto a la desembocadura del Guadalhorce, se ha topado con un severo contratiempo: el rechazo de la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil. Este organismo ha emitido un informe en el que considera inviable cualquier uso residencial en la zona, por estar dentro del ¨¢rea de servidumbre aeron¨¢utica, y recuerda adem¨¢s que deb¨ªa haber sido consultado antes de la aprobaci¨®n inicial, que el consistorio realiz¨® hace dos a?os, porque su dictamen tiene car¨¢cter vinculante.

En esta ocasi¨®n los reparos a uno de los proyectos urban¨ªsticos m¨¢s importantes del equipo de gobierno municipal de M¨¢laga, del PP, no proceden de la Junta y no son atribuibles por tanto a la disputa pol¨ªtica entre partidos. Marina de Arrainjanal se configura como el proyecto central del llamado Plan Bah¨ªa de M¨¢laga, con el que el consistorio pretende desarrollar la franja occidental de la ciudad.

El proyecto contempla la construcci¨®n de una marina con 1.000 puntos de atraque y un complejo residencial con 1.342 viviendas. El Ayuntamiento aprob¨® inicialmente el proyecto y la correspondiente modificaci¨®n de elemento del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) en mayo de 2000. Para su aprobaci¨®n definitiva requiere los dict¨¢menes de la Demarcaci¨®n de Carreteras, dependiente de la Junta, y de la Direcci¨®n General de Costas, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente.

Consultas

El consistorio, sin embargo, olvid¨® pedir pronunciamiento a la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil, pese a la proximidad de la zona a urbanizar con el aeropuerto de San Juli¨¢n. El pasado 4 de julio el arquitecto redactor del proyecto, ?ngel Asenjo, realiz¨® una consulta a este organismo que, 26 d¨ªas despu¨¦s, emiti¨® un informe en el que sentencia que 'dentro del sector no se permite el desarrollo urban¨ªstico para usos residenciales o dotacionales educativos o sanitarios' porque los terrenos afectados se encuentran dentro de las 'envolventes sonoras' definidas en el plan director del aeropuerto y de la base a¨¦rea de M¨¢laga.

En el informe tambi¨¦n se advierte de que, al tratarse de zona de servidumbre aeron¨¢utica, ninguna otra construcci¨®n o estructura que se construya en la zona puede sobrepasar las alturas de los postes y antenas que protegen las operaciones de despegue y aterrizaje de las aeronaves, y que, en todo caso, ¨¦stas requerir¨¢n un dictamen vinculante de la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil.

No es el primer contratiempo que conoce el proyecto Marina de Arrainjanal. El consistorio de M¨¢laga espera, para poder aprobar definitivamente el proyecto, los dict¨¢menes vinculantes de la Direcci¨®n General de Costas y de la Demarcaci¨®n de Carreteras de Andaluc¨ªa Oriental, que ya se pronunciaron en su d¨ªa contra el puerto deportivo, si bien el Ayuntamiento introdujo en noviembre de 2001 algunas modificaciones sobre las que ahora deben pronunciarse ambos organismos.

La Direcci¨®n General de Costas desaconsej¨® la ubicaci¨®n de la marina a 500 metros de la desembocadura del Guadalhorce por el riesgo de erosi¨®n que causar¨ªa a las playas situadas a poniente, que se alimentan de los aportes de arena del r¨ªo. En el informe emitido en 1999, Costas entend¨ªa que los espigones proyectados 'actuar¨ªan como barrera total al transporte de sedimentos' y afectar¨ªan incluso a las playas de El Bajondillo y La Carihuela, en Torremolinos, puesto que el Guadalhorce es la ¨²nica fuente de sedimentos a¨²n activa en el tramo costero comprendido entre el puerto de M¨¢laga y Benalm¨¢dena. Adem¨¢s consideraba tambi¨¦n excesiva la superficie de playa afectada por el canal de acceso a la marina.

A tenor de aquel informe, el grupo socialista de Torremolinos formul¨® en su d¨ªa la ¨²nica alegaci¨®n contra el proyecto, que fue parcialmente estimada en la mencionada modificaci¨®n de noviembre de 2001.

El alcalde de M¨¢laga, Francisco de la Torre, ha mostrado su confianza en que Costas dar¨¢ su autorizaci¨®n al proyecto, y ha explicado que se han tomado cautelas para garantizar el mantenimiento de las playas.

Una de estas medidas es la de obligar mediante contrato a los propietarios de Marina de Arrainjanal a sufragar los gastos necesarios para el mantenimiento de las playas, de forma que deber¨¢n pagar las obras peri¨®dicas que sean necesarias para trasladar a poniente los sedimentos que el r¨ªo deje a levante de la marina. El propio De la Torre ha llegado a cuantificar esta carga en unos 150.000 euros anuales.