Infierno en el para¨ªso
No puede haber causa humana alguna que justifique una matanza como la provocada ayer en la isla indonesia de Bali, pero si nos atenemos a la experiencia reciente es muy probable que quienes la han ordenado crean obedecer a un mandato divino. El terrorismo de masas contempor¨¢neo aparece relacionado casi siempre con las versiones radicales de los fundamentalismos religiosos. Pero creyentes en la guerra santa los hay en todas las religiones, y hasta el asesino en serie que estos d¨ªas siembra el terror en la regi¨®n de Washington cree ser Dios, pues dispone de la vida y la muerte de aquellos a los que apunta con su rifle.
El balance de 182 muertos, casi todos j¨®venes de diversas nacionalidades, y cerca de 300 heridos convierten al atentado de Bali, una isla paradis¨ªaca que vive del turismo, en uno de los m¨¢s sangrientos de la historia. Ello m¨¢s bien avala, aunque no confirma, la hip¨®tesis de que pueda haber sido provocado por alguno de los grupos que forman la red de Al Qaeda, en particular la Jemaa Islamiya. Estados Unidos hab¨ªa advertido contra la posibilidad de un atentado en el sureste asi¨¢tico, y hab¨ªa vinculado a la red de Bin Laden con el atentado en el que perdi¨® la vida, el pasado martes, un marine norteamericano en Kuwait. Ese mismo d¨ªa, el n¨²mero dos de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, hab¨ªa amenazado con nuevos ataques contra objetivos estadounidenses. El viernes, Francia confirm¨® que el petrolero destruido frente a las costas de Yemen hab¨ªa sido objeto de un atentado vinculado tambi¨¦n probablemente con esa red.
Hay motivos, por tanto, para pensar en una ofensiva de Al Qaeda, y si no puede darse por segura su responsabilidad en la matanza de ayer es porque en Indonesia hay otros grupos terroristas que considerar¨ªan leg¨ªtimo hacer estallar un coche bomba a las puertas de una discoteca. Seg¨²n informes norteamericanos, Al Qaeda entren¨® a unos 10.000 combatientes de muchos pa¨ªses. Si se descuentan los muertos y capturados en Afganistan, deben quedar en libertad no menos de 4.000, incluidos 20 de los 27 dirigentes identificados. La expectativa de intervenci¨®n en Irak puede ser el pretexto inmediato para esta eventual ofensiva. De momento, sin embargo, lo que ha conseguido el atentado de ayer es un reforzamiento de la voluntad del mundo occidental de hacer frente al terrorismo, seg¨²n declaraciones difundidas ayer por casi todos los gobiernos.
La caracter¨ªstica del terrorismo es que ataca a los civiles de manera indiscriminada, y lo que le diferencia de otras formas de criminalidad es su pretensi¨®n de legitimidad. Pero lo singular del terrorismo islamista de Al Qaeda es que esa pretensi¨®n no guarda relaci¨®n con reivindicaciones territoriales o pol¨ªticas concretas, sino con una afirmaci¨®n universal de su propia verdad frente al mundo exterior. No cabe, por tanto, actuar sobre los motivos invocados, sino s¨®lo sobre los candidatos a sumarse a sus filas. Puede que en el mundo haya millones de fan¨¢ticos, pero no millones de millonarios fan¨¢ticos como Bin Laden. S¨®lo le seguir¨¢n quienes piensen que puede triunfar, y lo que la experiencia demuestra es que el terrorismo puede causar mucho dolor pero nunca, en ning¨²n lado, ha triunfado. Evitar que los terroristas puedan presentar objetivos, incluso parciales, conseguidos mediante el terror es, por tanto, la primera receta para hacerles frente.
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