Recetas ruinosas

Un medicamento resume el problema. Se llama Glivec, cuesta 2.556 euros y sirve para tratar la leucemia. Sin embargo, pese a su elevado precio, muchos farmac¨¦uticos se niegan a dispensarlo y desv¨ªan a los pacientes hacia otras boticas. No se trata de un problema moral. Es mucho m¨¢s serio: es un asunto pecuniario.

Ocurre que de esos 2.556 euros, el farmac¨¦utico s¨®lo recibe 33,57 euros -¨¦sa es la cantidad m¨¢xima de beneficio por cada medicamento que se vende con receta y que supera los 78,24 euros-. Y desde junio de 2000, cuando el Ministerio de Sanidad aprob¨® un real decreto para contener el gasto farmac¨¦utico, las farmacias que facturan m¨¢s de 27.646 euros al mes en recetas tienen que devolver una parte (el 7%) al Estado. As¨ª, hay farmacias que prefieren no dispensarlo porque aumenta mucho la facturaci¨®n y acaban devolviendo m¨¢s de lo que ganan. Ocurre igual con otros medicamentos caros.

Sanidad se enfrenta a un alud de recursos por el sistema de facturaci¨®n de boticas

'Es un efecto perverso, y los farmac¨¦uticos tienen la obligaci¨®n de dispensar todos los medicamentos, pero ?se puede exigir a alguien que pague para dispensar un medicamento?', se pregunta la secretaria general de la Federaci¨®n Espa?ola de Empresarios de Farmacia (FEFE), Isabel Vallejo. FEFE agrupa a 14.000 profesionales con farmacia.

Hay m¨¢s de 6.000 farmac¨¦uticos que coinciden con ella y que hace m¨¢s de un a?o plantearon un pulso a Sanidad en forma de recursos a la norma. Quieren que el real decreto sea declarado inconstitucional y que Sanidad les devuelva los 380 millones de euros que han pagado al Estado desde que entr¨® en vigor. En Espa?a hay unas 19.500 farmacias y el real decreto afecta a 8.500. A trav¨¦s de asociaciones y colegios, por unos 150 euros, cada botica present¨® su recurso. La norma fue anunciada en su d¨ªa como una forma de contener el gasto farmac¨¦utico, que en 1998 creci¨® el 10,57%, y en 1999, el 9,96%.

Rafael Ari?o, del despacho de Madrid que representa a casi 4.000 farmac¨¦uticos, afirma que 'jam¨¢s se puede gravar la facturaci¨®n, porque no refleja lo que uno gana, no tiene nada que ver con los beneficios'. Las farmacias que facturan en recetas m¨¢s de 27.646 euros (IVA incluido) devuelven al Estado el 7% de lo que facturen. El porcentaje crece hasta el 13% conforme lo hace la facturaci¨®n.

Ari?o a?ade: 'Hay jurisprudencia que se?ala que s¨®lo se pueden gravar los beneficios. Pero, adem¨¢s, en la facturaci¨®n est¨¢ incluido el IVA, una cantidad que ya recauda el Estado y por el que el farmac¨¦utico paga aunque no lo recibe ¨¦l'.

Gracias a la norma recurrida, el Estado ingres¨® 180 millones de euros en 2001. En 2002, FEFE estima que la cantidad puede ascender a 215 millones. Y va a m¨¢s. Vallejo explica que como la norma no se ha actualizado con el IPC, y el precio de los medicamentos y el gasto sigue aumentando cada vez hay m¨¢s farmacias afectadas por el real decreto.

Ari?o da una idea de la magnitud del asunto: 'Esto puede tardar m¨¢s de ocho a?os, y cuando se resuelva, si lo ganamos, la cifra que tendr¨¢ que pagar el Estado puede ser astron¨®mica, aunque, a saber qui¨¦n est¨¢ entonces en el Gobierno'. Tal vez por eso, Sanidad remite a las conversaciones que ha mantenido con FEFE. En noviembre de 2001 acordaron modificar el texto y excluir los medicamentos m¨¢s caros del c¨¢lculo. Pero el acuerdo no se ha trasladado todav¨ªa a la norma. Vallejo advierte: 'Aunque lleguemos a un acuerdo, los recursos son individuales'. Eso quiere decir que dicho acuerdo, a la vista del alud de recursos, no significa el fin del litigio.

Pese a la seguridad de los farmac¨¦uticos (Sanidad prefiri¨® no valorar el estado de los juicios) la ¨²nica sentencia que hay hasta el momento favorece al Estado. Fue dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa y est¨¢ recurrida.

Los recursos est¨¢n presentados en Andaluc¨ªa, pero tambi¨¦n en otros puntos de Espa?a. Al afectar a un real decreto, tiene que ser el Tribunal Constitucional el que decida su hipot¨¦tica modificaci¨®n. Pero para llegar all¨ª tiene que enviarlo otro juzgado ordinario. As¨ª, para aumentar las probabilidades de llegar al Constitucional, los farmac¨¦uticos lo han presentado en toda Espa?a 'para dar con un juez valiente', en palabras de Ari?o.