Lecciones serbias
Una elevada abstenci¨®n del 65% ha hecho naufragar las elecciones presidenciales serbias, que deber¨¢n recomenzar desde la primera casilla, abiertas a quienes decidan presentarse. La apat¨ªa se ha impuesto al esp¨ªritu de revuelta que derrib¨® a Slobodan Milosevic, y los serbios, en una sima econ¨®mica y desencantados por la confrontaci¨®n pol¨ªtica, vuelven la espalda a los dos campos semirreformistas en que se escindi¨® el pa¨ªs hace dos a?os: el del nacionalista Vojislav Kostunica, ganador de la segunda vuelta invalidada, y el del jefe del Gobierno, Zoran Djindjic, que concurr¨ªa por la persona interpuesta de Miroljub Labus, un economista sin carisma. Las malas noticias de Serbia se solapan con las tambi¨¦n malas de Bosnia, donde la tensi¨®n ¨¦tnica contin¨²a y la abstenci¨®n ha propiciado la victoria electoral de los nacionalistas -musulmanes, serbios y croatas- en sus respectivas demarcaciones.
El vac¨ªo serbio, inevitable por pronto que se convoquen nuevas elecciones, es m¨¢s grave en un pa¨ªs donde casi todo est¨¢ por hacer tras una d¨¦cada de guerras ¨¦tnicas y la ca¨ªda del d¨¦spota que las inspir¨®. La nueva crisis permite la continuidad al frente de la presidencia de un compinche de Milosevic reclamado por La Haya como Milan Milutinovic, y otorga otra oportunidad al l¨ªder fascista Vojislav Seselj, que hab¨ªa pedido la abstenci¨®n. Su efecto m¨¢s pernicioso es que arrincona en aras de una repetida lucha electoral los cambios a medio hacer, desde la misma ley electoral y los procedimientos parlamentarios hasta el proceso privatizador o la ordenaci¨®n del comercio exterior. Y paraliza la reforma institucional m¨¢s importante, la que debe convertir la federaci¨®n yugoslava en una uni¨®n difusa entre Serbia y Montenegro.
Se ver¨¢ en unos meses si la repetici¨®n de los comicios desgasta al retardatorio Kostunica frente a la pol¨ªtica m¨¢s agresiva del primer ministro Djindjic. En cualquier caso -y al margen de ins¨®litos requisitos electorales, como la exigencia de una participaci¨®n del 50%-, los serbios no han percibido en sus vidas y bolsillos con la rapidez prometida los frutos de la democratizaci¨®n. En una lectura m¨¢s amplia, a la que la Uni¨®n Europea debe prestar toda la atenci¨®n que merece, las fallidas elecciones presidenciales descubren una sociedad malherida, incapaz por el momento de abrazar con normalidad el sistema democr¨¢tico y de sacudirse las enormes secuelas de un r¨¦gimen dictatorial cuyo designio ¨¦tnico ensangrent¨® Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.