Berganza afirma que la madurez le ha ense?ado a 'cantar sin angustias'
La 'mezzosoprano' regresa ma?ana al Liceo tras 31 a?os de ausencia
La relaci¨®n de Teresa Berganza y el Liceo de Barcelona podr¨ªa tener como tel¨®n de fondo un bolero: lo suyo fue una noche de debut y despedida. Cant¨® La Cenerentola, de Rossini, en 1971... y nunca m¨¢s volvi¨®. El resto ha sido una historia de desencuentros que culmin¨® en 1990 con una sonada cancelaci¨®n, dos horas antes de un recital. Ma?ana volver¨¢ al Liceo para ofrecer un recital con su hija, la soprano Cecilia Lavilla. 'Siento pena por no haber cantado m¨¢s veces en el Liceo, pero la vida no se repite. Vuelvo en un momento de plenitud en el que canto sin angustias, compartiendo cada emoci¨®n con el p¨²blico', afirma
La gran mezzosoprano madrile?a est¨¢ radiante. Sonriente y feliz, habla con pasi¨®n de la m¨²sica y lanza miradas de complicidad a su hija. Ma?ana compartir¨¢n escenario en el Liceo y siente tantas emociones que toca madera para que nada empa?e su regreso al coliseo l¨ªrico barcelon¨¦s. 'Siempre he querido volver al Liceo, porque en mi debut en ¨¦l, en 1971, tuve uno de los mayores ¨¦xitos de mi vida. No he vuelto porque durante muchos a?os no me invitaron, y cuando pude volver, las malas condiciones del teatro me obligaron a cancelar', dice.
Fue una cancelaci¨®n sonada. La expectaci¨®n era grande; despu¨¦s de 19 a?os de ausencia, el p¨²blico lice¨ªsta quer¨ªa en 1990 ver en acci¨®n a Berganza, pero dos horas antes del inicio del recital suspendi¨® su actuaci¨®n aduciendo que le era imposible cantar con el foso de la orquesta abierto. 'Pretend¨ªan que cantara en unas condiciones t¨¦cnicas inaceptables. No accedieron a cubrir el foso de la orquesta, que es lo habitual en los recitales. Y con todo el dolor del alma, no tuve otro remedio que cancelar', explica.
'Nunca he suspendido por capricho y el Liceo ten¨ªa que haber explicado las verdaderas causas de la cancelaci¨®n. Ni siquiera me pusieron una caja ac¨²stica, y hab¨ªa tanto polvo en el escenario que sufr¨ª un ataque de alergia tras el ensayo', recuerda. En los ¨²ltimos a?os, el p¨²blico barcelon¨¦s ha podido escucharla en el Palau de la M¨²sica y en el Auditori, pero con el Liceo siempre se han torcido las cosas. 'Es que a veces te llamaban cuando ya ten¨ªas la agenda llena, o no te daban los ensayos suficientes. Y yo siempre he sido muy perfeccionista, nunca he aceptado los bolos en un teatro'.
Acompa?adas por el pianista Juan Antonio ?lvarez Parejo, Berganza y su hija ofrecer¨¢n en el Liceo un exquisito programa que combina el barroco, el clasicismo y el romanticismo, integrado exclusivamente por d¨²os de Monteverdi, H?ndel, Paisiello, Haydn, Mozart, Donizetti, Mendelssohn, Gounod, Massenet y Dvor¨¢k. 'Los d¨²os son un repertorio maravilloso para los cantantes, pero hoy prefieren pedirte que intercales arias. Y no queremos hacerlo porque se rompe el encanto', asegura la mezzosoprano.
Cecilia Lavilla, que apenas lleva seis a?os de carrera, no teme las comparaciones y confia plenamente en la sabidur¨ªa art¨ªstica de su madre y de su padre, el gran pianista F¨¦lix Lavilla. 'No me dan miedo las comparaciones; al contrario, me siento afortunada al tener dos maestros maravillosos', asegura. Reconoce que ha heredado de sus padres la obsesi¨®n por la perfecci¨®n, pero ni pizca de nervios. 'Es mucho m¨¢s tranquila que yo. Despu¨¦s de tantos a?os de carrera, a veces siento p¨¢nico y me quiero marchar, porque soy insegura y siento una enorme responsabilidad cada vez que tengo que salir al escenario', asegura Berganza.
Con m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de carrera a sus espaldas -su primera actuaci¨®n p¨²blica tuvo lugar en 1955 en el Ateneo de Madrid-, Teresa Berganza es una leyenda viva en el mundo del canto. Pero no quiere saber nada de nostalgias y recuerdos: prefiere vivir intensamente un presente lleno de proyectos. 'El canto es mi pasi¨®n, mi vida, y la edad es maravillosa si mantienes la cabeza en su sitio. Ahora adapto el repertorio a mi garganta, pero la emoci¨®n del canto permanece intacta', afirma.
Acaba de poner punto final a su trabajo como maestra de voces en la Escuela Reina Sof¨ªa de Madrid, porque 'ense?ar con pasi¨®n fatiga mucho la voz'. Afirma que ha encontrado grandes voces, pero clama al cielo al se?alar los destrozos en la voz que causan muchos maestros de canto 'que no tienen ni idea del tema'. Y no s¨®lo en la ¨®pera, porque viendo Operaci¨®n Triunfo ha comprobado una vez m¨¢s los peligros que corre un cantante al forzar la voz.
'El lunes vi a los nuevos chicos de Operaci¨®n Triunfo y sent¨ª pena al ver que les hacen creer que pueden hacer carrera con unas pocas semanas de preparaci¨®n t¨¦cnica. No s¨¦ qu¨¦ pasa, pero ahora se ha puesto de moda hacerlos gritar, y las cuerdas vocales pasan factura'.
Un recital 'loco' en Par¨ªs
El 10 de febrero de 2003, Teresa Berganza se presentar¨¢ en la ?pera C¨®mica de Par¨ªs con, seg¨²n propia definici¨®n, 'un recital loco en el que cantar¨¦ cosas que no he podido cantar en mi carrera'. Cantar¨¢, explica, 'boleros, tangos, coplas de Concha M¨¢rquez Piquer, canciones brasile?as, temas de Piazzola y hasta flamenco', acompa?ada por el guitarrista sevillano Jos¨¦ Mar¨ªa Gallardo del Rey y un conjunto de c¨¢mara. Y tambi¨¦n cantar¨¢ ¨®pera, asumiendo arias de personajes como Tosca, Wherter o el mism¨ªsimo Don Juan. 'Son arias que adoro y me apetece cantar. En plena madurez puedo hacerlo. De joven me habr¨ªan llamado loca'. Ya ha recibido ofertas para repetir el recital en otras ciudades e incluso para llevarlo al disco. Pero se muestra prudente. 'He de probarlo y si sale bien repetir¨¦', asegura.
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