Trepidante acci¨®n
Hija del director de pel¨ªculas de miedo Dario Argento y de la actriz Daria Nicolodi, la muy peculiar Asia Argento (Roma, 1975) debut¨® a los 11 a?os como actriz de cine. El defecto de XXX es que no est¨¢ pensada para el lucimiento de la atractiva, misteriosa y viciosa Asia Argento, sino del musculoso Vin Diesel, una continuaci¨®n de la serie de los Van Damme, Schwarzenegger y Stallone, pero con la cabeza afeitada, en el momento en que este tipo de cine de pura acci¨®n violenta parec¨ªa haber perdido toda fuerza tras los terribles sucesos del 11 de septiembre.
Sin embargo, est¨¢ escrita por Rich Wilkes como si fuese una historieta gr¨¢fica en movimiento y dirigida por el especialista en cine de acci¨®n Rob Cohen s¨®lo para relanzar a su descubrimiento Vin Diesel, tras su ¨¦xito conjunto en A todo gas (2001). El resultado es otra m¨¢s de las habituales producciones de trepidante acci¨®n violenta, m¨²ltiples explosiones, nula intriga y aburrimiento generalizado.
XXX
Director: Rob Cohen. Guionista: Rich Wilkes. Int¨¦rpretes: Vin Diesel, Asia Argento, Morton Csokas, Samuel L. Jackson. G¨¦nero: violencia, Estados Unidos, 2002. Duraci¨®n: 115 minutos.
En esta ocasi¨®n las peleas y los efectos especiales se suceden en Praga, donde se enfrentan un delincuente norteamericano contratado por la CIA por su especial brutalidad y una seductora esp¨ªa rusa de la ex KGB, para detener al malvado jefe de un grupo de terroristas checos que trata, una vez m¨¢s, de adue?arse del mundo, como siempre ocurr¨ªa en las pel¨ªculas y ahora tambi¨¦n en la realidad.
Con unas excesivas influencias de la serie James Bond, pero sin su peculiar sentido del humor, destaca por plantear una tenue relaci¨®n sentimental, los protagonistas se dan un par de largos besos, entre el brutal norteamericano y la atractiva rusa. Algo que hace a?os qued¨® al margen de este tipo de cine que s¨®lo pretende dar la mayor cantidad de violencia concentrada posible en planos muy cortos, donde apenas se ve qu¨¦ ocurre, y una m¨²sica que sube de volumen para atronar el posible sentido cr¨ªtico del espectador.
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