?Qui¨¦n manda aqu¨ª?
No est¨¢ claro. El Constitucional niega una resoluci¨®n del Congreso, y me agrada por si se puede aclarar el tema: las acciones de la era Villalonga en Telef¨®nica, el caso Alierta y la adquisici¨®n de unos medios de comunicaci¨®n para ponerlos al servicio del Gobierno. Pero azuza mi inquietud: el Constitucional manda en el Congreso, que es el pueblo votante. Manda demasiada gente. Un juez manda m¨¢s que un rey, sue?o que tuvimos los dem¨®cratas republicanos. Pero me dicen que la fuerza del Rey -¨¦ste, el de aqu¨ª- es que tiene 'influencia'. Es dif¨ªcil saber lo que encierra esa palabra: puede ser mala -tr¨¢fico de influencias- o insulsa, o feliz y acertada.
El juez tiene la capacidad de disolver un partido votado en las urnas y dictar a los parlamentos auton¨®micos c¨®mo han de formar sus grupos pol¨ªticos, antes de que haya sentencia en firme. Los parlamentos de las autonom¨ªas tienen poderes, pero recortados. No s¨¦ en todo esto d¨®nde est¨¢ el Supremo, qu¨¦ cosa puede hacer el fiscal del Estado, ni el poder judicial. No s¨¦ qu¨¦ pueden hacer los tanques que no tenemos -el Leopard que desfil¨® estaba alquilado-, aunque me dice el ministro de los tanques que 'defender la democracia': y no s¨¦ si ese ministro es la democracia. Lo de los ministros es preocupante: no s¨¦ qu¨¦ mandan. La gente vota a los partidos, que presentan su lista cerrada, y el Rey, mec¨¢nicamente, designa al secretario general del partido m¨¢s votado para que forme gobierno: ¨¦ste elige a los primeros de su lista. Pero manda s¨®lo ¨¦l. Manda s¨®lo Aznar, y s¨®lo mand¨® Felipe Gonz¨¢lez. Aparte de todo este juego de jueces, empresas privadas, tribunal supremo que no es del todo supremo, autonom¨ªas que no acaban de definirse.
Los ministros no tienen por qu¨¦ ser de esa lista: el presidente nombra y despide a quien quiere. Gallard¨®n, que cree que va a ser alcalde de Madrid, ha dispuesto ya que en los ayuntamientos los concejales, los altos cargos, no tienen por qu¨¦ haber sido votados. Para desnazificar todo esto est¨¢ la palabra 'sistema': es un 'sistema' de poderes en los que el pueblo no tiene m¨¢s que un instante de personalidad, el de acercarse a la urna. Pero se acerca ya machacado por unos medios de creaci¨®n de opini¨®n que, cerrando el ciclo, se pusieron a disposici¨®n del PP en los casos que ahora, quiz¨¢, se examinen. Los resultados son impecables: lo que precede a la elecci¨®n, dudoso.
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