'Debe estudiarse si podemos fiscalizar a las cajas de ahorro'
Rafael Navas fue reelegido el pasado jueves, por unanimidad, consejero mayor de la C¨¢mara de Cuentas, el organismo que fiscaliza el sector p¨²blico andaluz.
Pregunta. La C¨¢mara de Cuentas suele hacer advertencias a las administraciones muy parecidas a?o tras a?o. ?Les est¨¢n haciendo caso en estas sugerencias?
'Puede 'maquillarse' el 'd¨¦ficit cero'. La contabilidad tiene mucha ingenier¨ªa'
Respuesta. Hay mejor¨ªas. En las subvenciones se han publicado normas reguladoras m¨¢s minuciosas, se han constituido bases de datos sobre los beneficiarios y parece que se siguen las orientaciones de la C¨¢mara. Se tarda tiempo en conseguir algunas peticiones pero al final van cumpli¨¦ndose. Por ejemplo, ven¨ªamos repitiendo a la Junta que la memoria que presentaba con las cuentas anuales era muy deficiente y el a?o pasado vino una memoria m¨¢s detallada. Tambi¨¦n ven¨ªamos pidiendo una memoria de cumplimiento de objetivos de los programas presupuestarios y este a?o he visto con satisfacci¨®n que en la rendici¨®n de septiembre de la cuenta general de 2001 se recoge este punto. Esto es lento y puede producir frustraci¨®n en algunos ejercicios, pero si se resiste se consiguen cosas.
P. Hace poco alert¨® sobre las p¨¦rdidas de las empresas p¨²blicas. ?Cree que es un problema que estas empresas gestionan cada vez m¨¢s dinero?
R. Eso es un mal general de la Administraci¨®n p¨²blica y tiene una denominaci¨®n vulgarizada, que es la huida del derecho administrativo. Que no es s¨®lo huida del derecho administrativo, sino tambi¨¦n huida del r¨¦gimen de los funcionarios p¨²blicos, del r¨¦gimen presupuestario...
P. ?A la C¨¢mara le supone alg¨²n problema adicional?
R. No, a efectos de fiscalizaci¨®n no supone ning¨²n problema. S¨ª ser¨ªa bueno que se rindiera la cuenta consolidada del sector p¨²blico auton¨®mico, donde tuvi¨¦ramos la adici¨®n racionalizada, no la mera suma aritm¨¦tica. Ser¨ªa conveniente que tuvi¨¦semos estos datos porque ah¨ª tendr¨ªamos una visi¨®n general de todo el sector p¨²blico auton¨®mico, independientemente de que est¨¦ gestionado por un tipo de personas u otras, ya sea una empresa p¨²blica o no.
P. Ahora hay un debate sobre el cumplimiento del d¨¦ficit cero por las administraciones p¨²blicas. ?Qu¨¦ opina usted?
R. Que hay que cumplir las leyes.
P. ?Pero cu¨¢l es su criterio sobre el d¨¦ficit cero?
R. En eso no puedo tener un criterio pol¨ªtico, aunque tenga una opini¨®n personal. Lo que tiene que decir la C¨¢mara de Cuentas es que si hay una legislaci¨®n, hay que cumplirla, independientemente del debate ideol¨®gico. La ley est¨¢ para cumplirla y ninguna autoridad p¨²blica puede decir que no se cumplan las leyes. Si hay esa ley, uno, ideol¨®gicamente, puede o no propender a cambiar esa legislaci¨®n, leg¨ªtimamente, pero no puede m¨¢s.
P. ?Puede haber un maquillaje de las cuentas p¨²blicas para lograr el d¨¦ficit cero?
R. En la liquidaci¨®n de un presupuesto, claro que s¨ª. La contabilidad tiene mucha imaginaci¨®n, mucha ingenier¨ªa, eso es cierto. Puede hacerse.
P. ?Estar¨¢n especialmente atentos a esta posibilidad?
R. La atenci¨®n mayor la tendr¨¢ el Tribunal de Cuentas. Estos d¨ªas est¨¢ preocup¨¢ndose de establecer f¨®rmulas de colaboraci¨®n para que pueda contar con los datos de todo el pa¨ªs, tanto en lo que se refiere al sector p¨²blico estatal, como al auton¨®mico y local. La cuesti¨®n es que pueda contar con unas magnitudes en las que se contraste si se responde o no a lo que dice la ley. Nosotros podemos vigilar que se cumpla la ley en el sector local y en el auton¨®mico, pero quien tiene la vigilancia general es el Tribunal de Cuentas.
P. La colaboraci¨®n de los ayuntamientos ser¨¢ fundamental para ejercer este control.
R. Los ayuntamientos que rinden sus cuentas representan m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n y m¨¢s del 85% de los fondos que administran las corporaciones locales. Por tanto, el nivel de no rendici¨®n es reducido. Pero como no estamos satisfechos con el nivel de rendici¨®n, estamos procurando que se llegue a un nivel del 90% o el 100%. Esto requiere la colaboraci¨®n de las diputaciones, que tienen la tutela t¨¦cnica de las corporaciones peque?as. La C¨¢mara est¨¢ en disposici¨®n de darle al Tribunal de Cuentas suficientes datos como para que se haga una composici¨®n precisa de lo que ocurre en Andaluc¨ªa en el sector local.
P. ?D¨®nde se centran los principales problemas de fiscalizaci¨®n?
R. Los ayuntamientos grandes, de m¨¢s de 50.000 habitantes, y las diputaciones cumplen sin dificultad. Ha habido problemas con Marbella, pero poco a poco se van resolviendo. Los ayuntamientos de 10.000 y 50.000 habitantes rinden un alt¨ªsimo porcentaje. Donde hay un nivel de rendici¨®n menor es en los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes y, fundamentalmente, entre los de menos de 1.000.
P. El Tribunal de Cuentas ha realizado un informe sobre los cursos de formaci¨®n que va en la l¨ªnea de lo que la C¨¢mara andaluza avis¨® hace dos a?os.
R. El informe nos ha llenado de satisfacci¨®n porque eso mismo lo dijimos nosotros, es decir, que se subvencionan m¨¢s horas de las que se daban; que hay mucha diferencia en el gasto por hora de formaci¨®n; que hab¨ªa deficiencias de control tanto por la entidad que concede la subvenci¨®n como control interno por los beneficiarios de la subvenci¨®n...
P. Una cr¨ªtica que se suele hacer a la C¨¢mara es la demora en la presentaci¨®n de informes.
R. Siempre se dice que se puede hacer algo, pero es dif¨ªcil. Esto es un trabajo de auditor¨ªa p¨²blica que requiere aquilatar muy bien las conclusiones. Deben referirse a cuentas rendidas con absoluta solvencia, definitivas, no provisionales. A la C¨¢mara de Cuentas se le tolerar¨ªa muy mal un traspi¨¦ como otros que se est¨¢n dando. La auditor¨ªa p¨²blica no puede meter la pata y esto requiere tiempo, estudio y maduraci¨®n.
P. ?A qu¨¦ achaca las crisis de algunas auditor¨ªas privadas?
R. La conclusi¨®n que he sacado es que el problema es la falta de independencia. La falta de independencia hace perder objetividad. En eso soy un predicador impenitente. La objetividad es la actitud fundamental de cualquier organismo de control y el comportamiento objetivo depende de que se sea objetivo en el an¨¢lisis de la realidad que se quiere ver. Luego que se mida con par¨¢metros objetivos, sin interferencias ni dependencias grandes en la decisi¨®n de cu¨¢l es tu plan de actuaciones ni los procedimientos a aplicar. La C¨¢mara de Cuentas tiene un marco para su objetividad inmejorable, tanto en el plano de la ley como en la pr¨¢ctica.
P. ?Puede la C¨¢mara asumir m¨¢s competencias?
R. Desde el punto de vista del ¨¢mbito del sector p¨²blico que le compete, s¨ª. Por ejemplo, las C¨¢maras de Comercio se han incorporado, en su propia ley, a la fiscalizaci¨®n de la C¨¢mara de Cuentas. Se puede pensar en otras entidades y organismos...
P. ?Tambi¨¦n las cajas de ahorro?
R. Se puede pensar, efectivamente, que se encomendara su fiscalizaci¨®n a la C¨¢mara de Cuentas.
P. ?Cree que es conveniente o que es un asunto a estudiar?
R. Creo que es un asunto a estudiar. De hecho, hay expertos y profesores de contabilidad de la Universidad que defienden ya, actualmente, la posibilidad de fiscalizaci¨®n por la C¨¢mara de Cuentas de las cajas. ?sta es una cuesti¨®n en la que algunos dicen que s¨ª; otros defienden el car¨¢cter absolutamente privado de las cajas, sobre todo las propias cajas... Es un debate muy complejo en el que la C¨¢mara de Cuentas no va a entrar mientras no tenga un mandato claro porque no podemos meternos en ese berenjenal, entre otras cosas porque no saldr¨ªamos bien parados.
P. ?Deber¨ªa resolverse ya el encaje estatutario de la C¨¢mara de Cuentas?
R. S¨ª. Es l¨®gico que las instituciones de la autonom¨ªa est¨¦n todas en el Estatuto. Yo no digo que el Estatuto se reforme para esto, pero si hay una reforma del Estatuto, que se haga tambi¨¦n la regulaci¨®n de la C¨¢mara de Cuentas.
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