Espa?a, no te conozco

Acabo de visitar una promoci¨®n de viviendas sitas al borde de la carretera de Extremadura, en la zona conocida como Ca?o Roto (extrarradio de Madrid). Me interes¨® creyendo que, dada la situaci¨®n, pod¨ªan ser asequibles para un joven profesional. ?sta fue mi sorpresa cuando el vendedor me explica que un piso de dos dormitorios en las plantas bajas cuesta 40 millones de pesetas m¨¢s IVA (sin plaza de garaje, por supuesto). Esboc¨¦ una leve sonrisa y me march¨¦. Esto es lo que ocurre en este pa¨ªs; ustedes, dirigentes del Partido Popular, han conseguido borrar (literalmente) de la Constituci¨®n uno de los derechos m¨¢s elementales para cualquier joven, el derecho a la vivienda. Los ¨²ltimos cinco a?os han supuesto la ¨¦poca m¨¢s oscura en la historia de este pa¨ªs en lo que respecta a la juventud. Ustedes nos est¨¢n invitando a abandonar (nos est¨¢n echando, vamos) Madrid o cualquier capital; no nos cuenten que los ¨ªndices de natalidad bajan, ustedes son los m¨¢ximos responsables.

Cuando le¨ª hace poco que su ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, explicaba que el motor del crecimiento econ¨®mico espa?ol es el sector inmobiliario, confirm¨® lo que media Espa?a sospecha, el crecimiento econ¨®mico en este pa¨ªs no es real, es un crecimiento ficticio basado en una burbuja inmobiliaria sin precedentes alentada desde el Gobierno. No me cuenten que tienen ayudas para la vivienda porque eso ya nadie se lo cree; no me digan que hay un plan de vivienda para todos, todo es puro maquillaje pol¨ªtico. No me machaquen con el problema terrorista a todas horas para desviar la atenci¨®n de los grandes problemas que existen y que esconden y silencian. Por favor, no nos machaquen en los medios de comunicaci¨®n ahora que est¨¢n cerca las elecciones porque todo es in¨²til; por mi parte, han perdido mi voto y confianza para siempre. Han mutilado de ra¨ªz uno de los derechos m¨¢s sagrados que tiene cualquier ciudadano, agravado por la precariedad laboral consentida. Se?ores, ni en mis peores pesadillas pude imaginar lo que supon¨ªa introducir un voto para el Partido Popular en la urna. ?Qu¨¦ les ha pasado, acaso presentarse a Operaci¨®n Triunfo es la ¨²nica soluci¨®n para nosotros?