Vino para consumo propio

Pese a tener el vi?edo en una hermosa finca a la entrada de Labastida y contar con una bodega en el prestigioso barrio de la Estaci¨®n de Haro, Ibaiondo es una firma casi desconocida, con escasa resonancia en el mundo del vino. Pareciera que su producci¨®n fuese consumida pr¨¢cticamente por sus propietarios. Y algo de eso hay en esta casa de or¨ªgenes bilba¨ªnos, fundada en 1984 por Miguel Atutxa, fallecido hace dos a?os e impulsor del grupo hotelero Aranzazu.

Cuando, a principios de los 80, Atutxa comienza a recorrer La Rioja, la idea ya est¨¢ formada en su cabeza: abastecer la demanda de los restaurantes y bares de sus hoteles con un vino propio, que recoja las caracter¨ªsticas del rioja cl¨¢sico. Ese 1984 encontr¨® un edificio centenario en Haro, lugar ideal para envejecer sus vinos.

All¨ª, en la antigua cooperativa de alimentaci¨®n Virgen de la Vega, se dispuso el parque de barricas donde envejecer¨ªan los caldos propios. Pero, de momento, en aquellos primeros a?os, eran ajenos, comprados a otros elaboradores. Atutxa debi¨® esperar tres a?os para ver completada en gran parte su idea. En diciembre de 1987, compr¨® a la familia Bardes¨ª Urquijo una finca a la entrada de Labastida, casi diez hect¨¢reas en las que cultiva las variedades cl¨¢sicas en la comarca: tempranillo, sobre todo, garnacha, mazuelo y graciano.

La finca cuenta con una orientaci¨®n privilegiada y la ubicaci¨®n del que era chalet familiar (ahora tambi¨¦n usado por los responsables de Aranzazu durante el verano) es envidiable. Esta combinaci¨®n fue decisiva a la hora de comprarla, pero todav¨ªa faltaba entonces el ingrediente principal de cualquier bodega que se precie: la edificaci¨®n destinada a la elaboraci¨®n y crianza del vino.

Esa construcci¨®n se levant¨® en 1992, en un lugar central de la finca. Una tolva para descargar la uva reci¨¦n vendimiada, una docena de dep¨®sitos de acero inoxidable y algunas barricas para la primera crianza conforman esta planta con una ordenaci¨®n algo at¨ªpica que ofrece grandes dificultades para conseguir el grado ¨®ptimo en los vinos.

Por ejemplo, Ibaiondo se enfrenta a grandes dificultades para la fermentaci¨®n malol¨¢ctica. A veces llegan a tardar hasta un a?o en hacerse los vinos y muchas de las cosechas terminan la fermentaci¨®n indefectiblemente en la barrica.

Todas las barricas son de roble americano, procedentes de toneler¨ªas riojanas como manda la tradici¨®n en esta denominaci¨®n de origen. Pero Ibaiondo tambi¨¦n se adentra, aunque con mayor prudencia dada su peculiar condici¨®n, en las nuevas corrientes vitivin¨ªcolas. As¨ª, est¨¢ elaborando 23 barricas de lo que se denomina vino de alta expresi¨®n, elaborado con los mejores frutos de la finca. Y, por otra parte, mantiene desde hace un par de a?os la experimentaci¨®n con maderas de roble franc¨¦s y de pa¨ªses del Este. Todo ello sin grandes dosis de riesgo, porque en esta bodega no hay que abrir mercados: el g¨¦nero ya est¨¢ vendido a una clientela aficionada a lo que se denominan vinos finos de Rioja en las tradicionales clasificaciones de crianza (Vi?a Artagan), reserva (Soto Artagan) y gran reserva (Se?or¨ªo de Artagan).

Direcci¨®n: Avenida Costa del Vino, 7-9. Haro. Visitas: previa cita en los tel¨¦fonos 94 4354628 y 941 312162. Vi?edo: 9,5 hect¨¢reas de temepranillo, garnacha, mazuelo y graciano. Vende vino en bodega.