Series maltratadas

Los espectadores espa?oles podr¨¢n ver por fin algunas de las producciones estadounidenses con mejores cr¨ªticas y mayor respaldo de la audiencia en los ¨²ltimos a?os. TVE guarda para el pr¨®ximo trimestre el estreno de El ala oeste de la Casa Blanca, una serie tan impecable en su factura que no permite comparaci¨®n con ning¨²n otro producto de este tipo. La cadena p¨²blica tambi¨¦n rescata la maltratada Urgencias, de la que emitir¨¢ las dos ¨²ltimas temporadas. A esta tanda de estre?os se suma Will y Grace, una de las telecomedias de m¨¢s ¨¦xito en EE UU.

El ala oeste de la Casa Blanca tiene defectos, pero muy pocos. A veces es pretenciosa, en ocasiones excesivamente patri¨®tica y de cuando en cuando la trama pol¨ªtica se hace tan complicada como en la vida real. Pero la serie vale su peso en oro. Los productores construyeron una Casa Blanca en los estudios de Hollywood copiada al mil¨ªmetro de la residencia presidencial real. Todo es exactamente igual salvo el ¨²nico elemento cuya copia constituir¨ªa un delito en Estados Unidos: el sello presidencial estampado en los documentos y en las alfombras.

Las cadenas espa?olas comienzan a rescatar las mejores obras de ficci¨®n de EE UU

La serie cuenta la vida de un presidente dem¨®crata -inter-pretado por Martin Sheen- en el interior de su residencia y en el d¨ªa a d¨ªa de su agenda en el cargo. Los personajes que est¨¢n a su alrededor reflejan fielmente, a juicio de quienes han ocupado ese cargo en la realidad, el entorno de un presidente de EE UU.

Desde el jefe de gabinete preocupado siempre por el beneficio pol¨ªtico de cada movimiento presidencial hasta el c¨ªnico director de comunicaciones que cree ejercer un dominio sobre la prensa, la narraci¨®n est¨¢ tan profundamente hilvanada en la vida pol¨ªtica estadounidense que adquiere un valor documental inapreciable.

El creador de la serie, Aaron Sorkin, y el equipo de guionistas cuentan con una n¨®mina de asesores pol¨ªticos (algunos desde el anonimato) que permite trasladar a la pantalla los manejos, las manipulaciones, las presiones de los grupos de influencia y las motivaciones de un presidente.

El subtexto de la serie es claramente liberal, lo que suele enojar a pol¨ªticos de carne y hueso del partido republicano. Aun as¨ª, la popularidad real del presidente ficticio Josiah Bartlet ha evitado que las cr¨ªticas conservadoras sean demasiado agresivas. A ning¨²n pol¨ªtico se le escapa que en Estados Unidos hay dos elementos intocables: el d¨®lar y la televisi¨®n.

En Espa?a, las televisiones p¨²blicas y privadas que emiten en abierto han ignorado la excelencia de algunas producciones estadounidenses de la ¨²ltima d¨¦cada en favor de la producci¨®n propia, no necesariamente de calidad. Algunas series inmejorables, como Doctor en Alaska, se han paseado por la programaci¨®n desterradas a las madrugadas de los fines de semana. Lo mismo le ocurri¨® a Ally McBeal, Polic¨ªas de Nueva York o Expediente X a su paso por Tele 5.

Arrastrados quiz¨¢ por el ¨¦xito de CSI en Tele 5, los programadores de la cadena p¨²blica parecen dispuestos a aceptar en su parrilla series made in USA con un nivel de virtudes que puede provocar rubor si se compara con el de alguna de sus producciones. TVE asegura que emitir¨¢ el pr¨®ximo trimestre las dos ¨²ltimas temporadas de Urgencias, que est¨¢ en un claro periodo de declive pero garantiza un m¨ªnimo narrativo aceptable. De momento duermen en la nevera a la espera de encontrar un hueco en la rejilla de programaci¨®n.

Tambi¨¦n guarda para el a?o pr¨®ximo la comedia Will y Grace, del m¨ªtico James Burrows, que en su biograf¨ªa tiene el m¨¦rito de haber creado las legendarias Taxi y Cheers.

Si TVE cumple su compromiso y respeta su calendario (es decir, si las cifras de audiencia iniciales no provocan el maltrato inmediato de las series), el desembarco de producciones estadounidenses continuar¨¢ a lo largo del a?o con otras dos producciones altamente recomendables: Six feet under (del guionista de American beauty) y Las chicas de Gilmore.