El Bar?a no da una
El equipo catal¨¢n, compuesto de obedientes ejecutores de la partitura de Van Gaal, cae ante un Valladolid oportunista
Los cedidos del Madrid no s¨®lo hacen la pu?eta al propio Madrid. Tambi¨¦n hacen cosquillas a sus grandes rivales, como ayer hiciera Aganzo, un chico de sangre madridista y pasado espanyolista que contribuy¨® a enterrar al Bar?a en Zorrilla con un primer gol c¨®mico que retrat¨® a los azulgrana, calamitosos en el ataque y la defensa. El equipo catal¨¢n no dio una a derechas y se limit¨® a articular todo aquello que dibuja obsesivamente su t¨¦cnico en la pizarra y apenas hizo ruido, salvo por los m¨²ltiples fallos de la mayor¨ªa de sus jugadores.
Sali¨® el Bar?a hipnotizado, fuera de onda por completo. Como si la cita de Valladolid fuera un bolo y no un partido de Liga que podr¨ªa auparle en la clasificaci¨®n tras los sucesivos patinazos de los de cabeza. Al contrario que alg¨²n que otro jerarca del f¨²tbol espa?ol, no es que el Bar?a se sintiera ante un engorro oto?al y ello le restara adrenalina. No, nada de eso. El problema es otro: le faltan aptitudes y sus jugadores son demasiado obedientes. Se saben el estribillo de Van Gaal de memoria y Dios ampare a aqu¨¦l que se salte el gui¨®n. La partitura resulta del todo anodina, con la pelota fl¨¢ccida de uno a otro, hasta que Gabri se l¨ªa, Mendieta se despista, Navarro se encoge o Frank de Boer dimite con todo el descaro del mundo. Nada queda de aquel conspicuo defensa que dio un curso magistral en el Mundial de Francia. Han pasado m¨¢s de cuatro a?os y De Boer, a¨²n capit¨¢n de la selecci¨®n holandesa que tuvo vacaciones durante la reciente cita de Corea y Jap¨®n, pasa las tardes en medio de un cr¨¢ter defensivo que ¨¦l mismo y su mecenas del banquillo han alimentado en este Bar?a.
VALLADOLID 2| BARCELONA 1
Valladolid: Bizarri; Torres G¨®mez, Caminero, Gaspar, Marcos; Chema (Sousa, m. 65), Ricchetti, Colsa, ?scar; Sales (Ciric, m. 93) y Aganzo (Pach¨®n, m. 84). Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Puyol, Frank de Boer, Navarro; Mendieta (Rochemback, m. 85), Gabri (Gerard, m. 78), Xavi, Cocu; Saviola, Luis Enrique (Geovanni, m. 67); y Kluivert. Goles: 1-0. M. 53. Falta que lanza Marcos, Cocu falla en un despeje sencillo, Navarro no reacciona y Aganzo empuja la pelota a la red. 2-0. M. 85. Centro de Sales, la pelota rebota en Navarro, supera a Vald¨¦s y Pach¨®n remata de cabeza bajo el larguero. 2-1. M. 89. Pase de Gerard a Saviola, que encara a Bizarri, le regatea y marca. ?rbitro: P¨¦rez P¨¦rez. Amonest¨® a Caminero, Gabri, Torres G¨®mez y Rochemback. 15.700 espectadores en el Nuevo Zorrilla.
Con De Boer dimitido a la hora de dar salida al juego, el equipo qued¨® supeditado a la bombilla de Xavi, al que Van Gaal tap¨® con Gabri en vez de con Riquelme. Toda una declaraci¨®n de intenciones que en nada benefici¨® a los azulgrana. De tanta espesura, a buena parte de sus jugadores les bailaron las neuronas de tal forma que las broncas entre unos y otros eran esperp¨¦nticas. Como la que sostuvieron Navarro y Vald¨¦s con De Boer tras una espantada del veterano defensa, o Kluivert con Gabri, por no interpretar ¨¦ste un sensacional movimiento del delantero.
Incapaz de manejar a su enemigo, el Bar?a vivi¨® en un enredo permanente, en parte debido a la arm¨®nica organizaci¨®n del Valladolid, que exprime como pocos sus escasos recursos: presi¨®n, m¨¢xima solidaridad y velocidad punta en los ¨²ltimos metros. Suficiente para destartalar al conjunto catal¨¢n, que tuvo, no obstante, las mejores ocasiones del primer tiempo. Dos a cargo de Saviola y otra de Kluivert, que tras un exquisito control se arrug¨® ante Bizarri. La cruz permanente de este delicado y ornamental delantero, de largo lo mejor del Bar?a en estos tiempos. Ayer s¨®lo le acompa?¨® Xavi, que apost¨® por un juego m¨¢s vertical que de costumbre.
Pero al equipo azulgrana no le bast¨®. El Valladolid se limit¨® a esperar su momento, sin grandes aspavientos. Con el partido en la sala de espera por la ineficacia de los azulgrana y su vangaalizado f¨²tbol, a los chicos de Mor¨¦ les sirvi¨® un poco de atenci¨®n ante alguno de los numerosos errores de sus contrarios. Y lleg¨® el m¨¢s flagrante: una pifia de Cocu en su sencillo despeje que agradeci¨® Aganzo. Mal asunto si falla Cocu, uno de los m¨¢s fiables de la plantilla en los ¨²ltimos a?os.
Con el gol en contra, Van Gaal tard¨® diez minutos en hacer un trueque. Sin quitar un alfiler del sistema, por supuesto, el t¨¦cnico holand¨¦s se inclin¨® por Geovanni, al que sold¨® en la posici¨®n de Kluivert, como delantero centro. El holand¨¦s se fue a la media punta y el Bar?a desapareci¨® en el ataque lo que restaba de partido.
Mientras el Bar?a se fosilizaba, sin nada que ofrecer, el entrenador mand¨® un mensaje diab¨®lico para un amplio sector de la hinchada cul¨¦: Riquelme, hoy por hoy, no cuenta para nada. S¨®lo as¨ª se entiende que Geovanni pasara por delante del argentino, e incluso Gerard y Rochemback fueran mejores remedios que el ex jugador del Boca, que se chup¨® otra noche entera junto a la libreta de Van Gaal. Es evidente que ¨¦ste ni quer¨ªa ni quiere a Riquelme, lo que amenaza con provocar una fractura si el Bar?a no corrige el rumbo. Una vez despachado Rivaldo, ninguneado Ronaldo y condenado Riquelme, todo est¨¢ en manos de Van Gaal y sus apuntes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.