Las neuronas a¨²n resisten
'Deep Fritz' es mejor que 'Deep Blue', pero su empate contra el ruso Kr¨¢mnik no aclara el futuro
'Deep Fritz ha hecho jugadas humanas'. Lo dice el ajedrecista ruso Vlad¨ªmir Kr¨¢mnik, el campe¨®n del mundo oficioso, tras empatar (4-4) su primer duelo contra un rival de silicio. Tambi¨¦n lo dijo su compatriota Gari Kasp¨¢rov en referencia a Deep Blue, el programa que le gan¨® (3,5-2,5) hace cinco a?os. Sin embargo, las computadoras parecen todav¨ªa lejos de dominar el tablero porque nadie ha logrado programar la intuici¨®n.
'El gran error de Kasp¨¢rov en Nueva York fue no ser ¨¦l mismo, obsesionarse con una t¨¢ctica antiordenador en vez de buscar las mejores jugadas en cada momento como har¨ªa frente a un ser humano. Yo me he limitado a jugar el mejor ajedrez posible y me ha ido bien, salvo en un par de errores decisivos para el resultado final', explic¨® ayer Kr¨¢mnik a este diario en la mejor suite de un hotel de Manama, la capital de Bahrein. El ruso ha cobrado 800.000 euros por el empate.
Sin embargo, Kr¨¢mnik no fue tan expl¨ªcito cuando se le pregunt¨® si la resistencia f¨ªsica es su punto d¨¦bil, a pesar de que ha cuidado mucho ese aspecto de su preparaci¨®n contratando al liban¨¦s Arpo Aziz, temible por su aspecto y ex campe¨®n de kickboxing que, al mismo tiempo, ejerce de guardaespaldas. 'Es cierto que me siento exhausto y que empec¨¦ a estar fatigado despu¨¦s de la cuarta partida , pero insisto en que jugar contra una computadora cansa el doble que frente a un ser humano. A¨²n no me he pesado, pero seguro que he perdido varios kilos en las ¨²ltimas dos semanas. Y, no obstante, creo que estoy m¨¢s fresco que mis ayudantes'.
Muchos expertos sostienen que el estilo de Kr¨¢mnik, conservador y perfeccionista, es m¨¢s adecuado que el de Kasp¨¢rov, temperamental y osado, para luchar contra las m¨¢quinas. Kr¨¢mnik est¨¢ de acuerdo: 'S¨ª, porque uno de mis puntos fuertes son los finales , que coincide con una de las debilidades habituales de los programas de ajedrez'. Sin embargo, ambos cometieron dos errores muy similares: Kr¨¢mnik hizo una jugada tan mala en la quinta partida ante Deep Fritz como la de Kasp¨¢rov en la sexta contra Deep Blue y se rindi¨® en la sexta cuando dispon¨ªa de una continuaci¨®n de probable empate, como Kasp¨¢rov en la segunda. Pero hay una diferencia b¨¢sica entre ambos duelos: Kasp¨¢rov acus¨® repetidamente a IBM de hacer trampas -intervenci¨®n humana durante las partidas-, y Kr¨¢mnik no se queja de nada.
Es evidente, como se?ala Kr¨¢mnik, que 'Deep Fritz es un claro ejemplo de lo mucho que han mejorado las computadoras de ajedrez en los ¨²ltimos cinco a?os'. De ah¨ª, su alusi¨®n a algunas 'jugadas humanas'.
No obstante, los ajedrecistas de silicio siguen siendo bobos a la hora de establecer un plan estrat¨¦gico: muchos conceptos que un gran maestro capta en pocos segundos son incomprensibles para los ordenadores. ?stos intentan calcular todas las jugadas posibles; los jugadores humanos descartan el 95% por pura intuici¨®n y s¨®lo analizan tres o cuatro.
Hay dos maneras de conseguir que un ordenador sea invencible. La primera es programar en ¨¦l algo parecido a la intuici¨®n, es decir, que la m¨¢quina aprenda de sus errores, pero nadie lo ha logrado todav¨ªa. La segunda implica calcular en cualquier posici¨®n todas las variantes posibles hasta el jaque mate o el empate forzado. Pero esta ¨²ltima tiene un grave inconveniente: el n¨²mero de jugadas posibles en una partida se escribe con un uno seguido de 124 ceros; seg¨²n c¨¢lculos de expertos, el n¨²mero de ¨¢tomos en el universo es un uno seguido de 75 ceros. Ni siquiera las supercomputadoras m¨¢s modernas, que ocupan una planta entera, est¨¢n cerca de esa capacidad.
La pr¨®xima entrega de esta emocionante serie se anuncia del 1 al 12 de diciembre en Jerusal¨¦n: Kasp¨¢rov contra Deep Junior, un programa israel¨ª de categor¨ªa similar a la de Deep Fritz. Kr¨¢mnik advierte: 'Si Deep Junior ha progresado tanto en los ¨²ltimos meses como Deep Fritz, Kasp¨¢rov sufrir¨¢ mucho'.
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