Un marroqu¨ª se enfrenta en Alemania al primer juicio por los atentados del 11-S
Mounir al Mossatadeq est¨¢ acusado de haber colaborado en la financiaci¨®n de los ataques
Mounir al Mossatadeq entr¨® ayer a las 9.30 en la sala en la que se le juzga en Hamburgo. Se sent¨® y escuch¨® los cargos en silencio: 'Ayuda en el asesinato de al menos 3.116 personas'. En el arranque del juicio, el fiscal general sostuvo que el joven marroqu¨ª, de 28 a?os, manejaba la cuenta bancaria que se utiliz¨® para pagar los cursillos en EE UU con los que los pilotos suicidas del 11 de septiembre aprendieron a volar. Adem¨¢s, se encargaba de la intendencia general de los terroristas de Al Qaeda en Hamburgo (Alemania), donde resid¨ªa.
Se trata del primer proceso judicial en todo el mundo por los atentados en Washington y Nueva York. El otro acusado por los ataques, el franc¨¦s Zacarias Moussaoui, espera el comienzo de su juicio, previsto para junio, en una c¨¢rcel de EE UU. Al Mossatadeq sostiene que es inocente de todos los cargos.
Hamburgo no viv¨ªa desde hace a?os un proceso que requiriese de semejantes medidas de seguridad. La polic¨ªa ha cerrado a la circulaci¨®n varias calles en torno a los juzgados. Ha sido necesario realizar obras en la sala del juicio, para instalar una pared de vidrio blindado que separe al p¨²blico de magistrados, abogados y acusado. Hay agentes armados por los pasillos, y Al Mossatadeq lleg¨® ayer al edificio a trav¨¦s de un pasillo subterr¨¢neo.
A las 9.30, el acusado entr¨® en la sala. Vest¨ªa camisa gris y pantalones negros. Se le vio tranquilo. Salud¨® con un apret¨®n de manos a su abogado, Hartmut Jacobi, y se sent¨® junto al traductor (aunque posteriormente efectu¨® su declaraci¨®n en un alem¨¢n fluido). Luego escuch¨® los cargos en silencio.
El fiscal general, seg¨²n los 89 folios de la acusaci¨®n, sostiene que Al Moussadeq manejaba una cuenta bancaria perteneciente a Marwan al Shehhi, el piloto del segundo avi¨®n que se estrell¨® contra el World Trade Center. De esa cuenta sali¨® el dinero que sirvi¨® para pagar los cursillos en los que los pilotos aprendieron a manejar los aviones. Tambi¨¦n de ah¨ª se pagaron los gastos generales de la c¨¦lula de Al Qaeda en Hamburgo, organizada en torno a Mohamed Atta, el egipcio de 33 a?os que se convirti¨® en el jefe de los pilotos suicidas.
Las preguntas del tribunal (cinco miembros, entre jueces y fiscales) se centraron en la relaci¨®n del acusado con Atta. El joven marroqu¨ª, que lleg¨® a Alemania como estudiante en 1993, explic¨® que se conocieron tres a?os despu¨¦s, en 1996. Fue durante la oraci¨®n en una mezquita en Hamburgo, y por casualidad. Se hicieron amigos. Comenzaron a verse todas las semanas. Quedaban para comer juntos o ten¨ªan grandes conversaciones. Pero ah¨ª acaba toda la relaci¨®n, seg¨²n Al Mossatadeq, quien neg¨® haber planeado, conocido o consentido acto violento alguno.
'Nunca se habl¨® de atentados suicidas', explic¨® el acusado a la sala, tras razonar, en un tono convencido, su propio rechazo a este tipo de violencia. 'Los terroristas suicidas no son m¨¢rtires', continu¨®. 'Incluso en la guerra hay reglas'. Por lo dem¨¢s, las conversaciones con Atta se centraron, siempre seg¨²n su declaraci¨®n, en temas pol¨ªticos generales como las dificultades de los palestinos o los rebeldes en Chechenia, Kosovo o Bosnia. Atta quer¨ªa ir a Chechenia, pero nunca dio un paso concreto.
La declaraci¨®n del acusado se desarrollaba conforme a lo que hab¨ªa adelantado la defensa. Sin embargo, poco antes del receso salt¨® un detalle importante. Al Mossatadeq admiti¨® que visit¨® Afganist¨¢n, cuando siempre hab¨ªa sostenido que en ese viaje nunca hab¨ªa pasado de Pakist¨¢n. Sus abogados confirmaron posteriormente su aseveraci¨®n, y explicaron por qu¨¦ lo hab¨ªa ocultado hasta ahora: '?Qui¨¦n admitir¨ªa haber estado en Afganist¨¢n 14 d¨ªas despu¨¦s de los atentados del 11 de septiembre?'.
Est¨¢ previsto que el juicio, por el que pasar¨¢n hasta 160 testigos, se alargue varios meses, probablemente hasta enero del a?o que viene. De ser declarado culpable, el acusado se enfrenta a una pena de cadena perpetua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.