Detenido una figura clave en el ataque del 11-S
EE UU conf¨ªa en que la detenci¨®n sirva para desmontar la estructura internacional de Al Qaeda
El Gobierno de Estados Unidos mantiene silencio sobre la detenci¨®n de Ramzi Binalshibh. El presunto miembro de Al Qaeda era una pieza codiciada y se ofrec¨ªa una recompensa de 25 millones de d¨®lares a quien ayudara en su captura. Distintas fuentes de los servicios secretos indicaron ayer que a¨²n no se hab¨ªa decidido qu¨¦ hacer con Binalshibh, una vez concluyeran los primeros interrogatorios en territorio paquistan¨ª y que lo prioritario era extraerle informaci¨®n. En la madrugada de ayer, cuando se supo que el presunto terrorista hab¨ªa ca¨ªdo en manos de la polic¨ªa de Pakist¨¢n durante un asalto efectuado en cooperaci¨®n con agentes de la CIA, un portavoz policial indic¨® al diario The Washington Post que Binalshibh ser¨ªa trasladado inmediatamente a una base de Estados Unidos en Afganist¨¢n. Ayer, sin embargo, segu¨ªa en la ciudad paquistan¨ª de Karachi. 'Lo m¨¢s urgente es interrogarle y averiguar si sabe algo sobre otros planes de Al Qaeda y sobre la estructura internacional de la red', dijeron otras fuentes a la cadena de noticias CNN.
La situaci¨®n legal de Binalshibh tras su detenci¨®n es una inc¨®gnita
La detenci¨®n del supuesto integrante de los comandos del 11 de septiembre, superviviente porque no consigui¨® visado para entrar en Estados Unidos, constituye un ¨¦xito que la Casa Blanca necesitaba con urgencia. Para demostrar que se avanzaba, pese al fracaso con Osama Bin Laden, y para obtener informaci¨®n. 'Hemos obtenido una victoria, y seguir¨¢n otras', declar¨® ayer George W. Bush. 'Es una gran captura, porque fue uno de los coordinadores de los ataques del 11 de septiembre y porque puede conocer a miembros de Al Qaeda ocultos en Estados Unidos', dijo Vincent Cannistraro, agente de la CIA especializado en antiterrorismo.
Su situaci¨®n legal, sin embargo, es una inc¨®gnita. Agentes de la CIA y del FBI asisten a los interrogatorios, pero el prisionero no ha sido, por ahora, formalmente entregado a las autoridades de Estados Unidos. Si el Departamento de Justicia se hace con la custodia de Binalshibh, no tendr¨¢ otra opci¨®n que procesarle y, en principio, ordenar al fiscal que pida para ¨¦l la pena de muerte, igual que ha hecho con el francomarroqu¨ª Zacharias Moussaoui, otra persona presuntamente vinculada a los atentados del 11-S. Eso implicar¨ªa problemas con Alemania, que dispone de gran parte de la informaci¨®n sobre Binalshibh y solicitar¨¢, probablemente, su extradici¨®n. Los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea no cooperan con la justicia estadounidense cuando la informaci¨®n que pueden proporcionar es utilizada en un juicio que puede resultar en pena capital.
En el caso del ciudadano yemen¨ª, Washington tendr¨ªa que elegir entre enjuiciarlo sin disponer de todas las pruebas o alcanzar un acuerdo con ¨¦l para reducir la condena a cadena perpetua y contar con la ayuda de las autoridades alemanas. Otra opci¨®n ser¨ªa la de mantener al detenido en Pakist¨¢n, donde se le puede interrogar sin l¨ªmites constitucionales y donde tambi¨¦n se aplica la pena de muerte.
La posibilidad de un pacto permanece abierta mientras se decide si Binalshibh sigue en Pakist¨¢n o es enviado a Afganist¨¢n, de donde podr¨ªa ser trasladado posteriormente a la base cubana de Guant¨¢namo o, m¨¢s probablemente, a un centro de alta seguridad en Estados Unidos.
'En Alemania expedimos la orden de captura internacional y queremos hacerla valer', afirm¨® ayer el ministro del Interior alem¨¢n, Otto Schily, al margen de una reuni¨®n con sus hom¨®logos europeos en Dinamarca, informa Ciro Krauthausen. 'Si hay intereses encontrados, tendremos que llegar a un acuerdo', agreg¨®.
Nacido el 1 de mayo de 1972 en Yemen, Binalshibh apareci¨® por vez primera en Alemania el 27 de septiembre de 1995, cuando pidi¨® asilo identific¨¢ndose como un ciudadano de Sud¨¢n llamado Ramzi Mohamed Abdal¨¢ Omar. Cuando su solicitud fue definitivamente negada, en diciembre de 1997, Binalshibh volvi¨® a asumir su verdadera identidad y regres¨® legalmente a Alemania ese mismo mes.
En noviembre de 1998, Binalshibh se mud¨® a un piso en Hamburgo, junto a Mohamed Atta, el piloto del primer avi¨®n que se estrell¨® contra las Torres Gemelas. En sus declaraciones a Al Yazira, Binalshibh incluso se vanaglori¨® de haber sido el verdadero coordinador del 11 de septiembre.
Por otra parte, una presunta c¨¦lula de Al Qaeda formada por cinco estadounidenses originarios de Oriente Pr¨®ximo fue desmantelada el viernes en Buffalo (Nueva York), anunci¨® ayer el vice fiscal general Larry Thompson. Los detenidos, a los que se acusa de dar apoyo material a Al Qaeda, estuvieron en campos de entrenamiento de ese grupo en Afganist¨¢n en el verano de 2001.
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