Las identidades
Es un honor recibir este extraordinario premio y compartirlo con mi querido amigo Daniel Barenboim.
El mundo est¨¢ hoy lleno de identidades y nacionalismos en combate. Han llenado las noticias durante muchos a?os, muchas veces como resultado de lo que pas¨® cuando los grandes imperios cl¨¢sicos se disolvieron despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Demasiadas veces, esquemas heredados de la divisi¨®n imperial, como sucedi¨® en India y Palestina, agravaron las tensiones colectivas m¨¢s que antes y no arreglaron nada. Los nacionalistas hind¨²es y musulmanes todav¨ªa siguen luchando y los ¨¢rabes palestinos y los jud¨ªos israel¨ªes est¨¢n muy lejos de cualquier forma de paz. La idea y la pr¨¢ctica de la convivencia y la igualdad aparecen tan lejanas que parecen utop¨ªas. Lejos de realizarse y cumplirse, esas identidades en conflicto con otras producen la terrible violencia de la guerra. (...)
En todos los casos, sin embargo, las dos partes del combate de la identidad consideran que la justicia est¨¢ de su lado. ?Pero d¨®nde est¨¢ la justicia? ?Est¨¢ en luchar y luchar, incluso si el propio poder ha crecido muy por encima del de tu oponente? ?O en oponerse a las pr¨¢cticas injustas y en seguir llamando la atenci¨®n sobre los abusos humanos y pol¨ªticos? ?O est¨¢, tal vez, en adoptar una posici¨®n superior y pretender que la identidad no es tu problema?
El problema subyacente en todo esto es que es imposible permancer neutral o mirar estas tensiones desde arriba.
Extracto del discurso de Edward W. Said.
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