Koipe tapa los agujeros del grupo Sos Cu¨¦tara

Justamente al a?o de cumplirse la compra de Koipe por Sos Cu¨¦tara, la familia Salazar, accionista mayoritaria en ambas sociedades, ha procedido a la fusi¨®n de ambas sociedades constituyendo un nuevo gran grupo alimentario. Sus cartas de presentaci¨®n son una facturaci¨®n de 752 millones de euros y casi 3.000 trabajadores con marcas l¨ªderes en arroz, galletas y aceite.

La familia Salazar y Daniel Klein ser¨¢n los principales accionistas del nuevo grupo con el 28,9% del capital frente al 19,3% de las cajas andaluzas

La fusi¨®n ha supuesto valorar la aceitera en 421,2 millones de euros, a 32,5 euros la acci¨®n, mientras el valor de Sos Cu¨¦tara ha sido de 261,8 millones de euros, a raz¨®n de 15,85 euros por t¨ªtulo. En las negociaciones para cerrar esta operaci¨®n, pr¨¢cticamente el ¨²nico punto en discusi¨®n hasta ¨²ltima hora ha sido el acuerdo con las cajas andaluzas accionistas de la aceitera para el canje de acciones, fij¨¢ndose finalmente el mismo en 41 t¨ªtulos de Sos por 20 de Koipe.

La operaci¨®n ha supuesto un ajuste en el accionariado. La familia Salazar y su socio pasar¨¢n a controlar el 28,9% del nuevo grupo, mientras las cajas ostentar¨¢n el 19,3%

Los responsables de Sos Cu¨¦tara, seg¨²n fuentes de la empresa, justifican la decisi¨®n de la fusi¨®n como una operaci¨®n para dar forma a todo el grupo como una sola entidad jur¨ªdica con todas las ventajas que ello pudiera significar a efectos de funcionamiento interno y con vistas al exterior.

La fusi¨®n de ambas sociedades era algo que ya se contemplaba desde el mismo momento de la compra de Koipe Carbonell en octubre de 2001. Durante el ¨²ltimo a?o, los directivos del grupo han llevado a cabo un profundo proceso de reordenaci¨®n y reestructuraci¨®n de ambas empresas hasta lograr la casi total integraci¨®n de ambos negocios. La familia Salazar, principal accionista del grupo, consider¨® desde un primer momento que no ten¨ªa sentido la existencia de una doble estructura org¨¢nica. Consecuencia de ello fue el profundo proceso de ajuste de personal y unificaci¨®n de mandos lo que supuso eliminar casi en su totalidad el anterior equipo de la aceitera. Los responsables de Sos Cu¨¦tara entendieron que carec¨ªa de sentido una estructura espec¨ªfica para Koipe, por lo que se puede decir que, menos en el aspecto jur¨ªdico, durante los ¨²ltimos meses ya se hab¨ªa funcionado como un solo grupo. Desde esa posici¨®n, la fusi¨®n no aporta nada. Tampoco desde la perspectiva de lograr una mayor posici¨®n de fuerza frente a la gran distribuci¨®n en cuanto que cada una de las marcas l¨ªder del grupo como Sos en arroces, Cu¨¦tara en galletas y Koipe o Carbonell en aceites tienen ya un posicionamiento consolidado en el mercado.

Acceso a la caja

La fusi¨®n de ambas sociedades supone sin embargo la integraci¨®n total de las cuentas de ambas sociedades y, como dato m¨¢s importante, la posibilidad de utilizar para todo el grupo los 150 millones de euros que ten¨ªa en caja el grupo Koipe. Ese dinero era fondos que hab¨ªa ido generando el equipo de Koipe con la mirada puesta en la adquisici¨®n de empresas. Esas compras nunca llegaron a materializarse, por lo que los fondos se hallaban en la tesorer¨ªa de la aceitera y han constituido una baza importante a la hora de su venta.

La familia Salazar tiene en su haber la constituci¨®n en menos de una d¨¦cada de un gran grupo alimentario en base a una buena gesti¨®n, ingenier¨ªa financiera y, como reconocen sus competidores, 'muchas agallas' para meterse en fuertes endeudamientos para realizar sus operaciones, arriesgando sus patrimonios personales. Con un cr¨¦dito de 120 millones de euros desembarcaron en la galletera Cu¨¦tara. Todav¨ªa sin liquidar ese cr¨¦dito, barajaron la posibilidad de entrar en Azucarera Ebro en su obsesi¨®n para crecer y ocupar los primeros lugares en el sector agroalimentario espa?ol. En el caso de Ebro, se adelantaron otros dos financieros-industriales como Javier Tallada y Guillermo Mesonero, desde la lechera Puleva.

Ante la venta anunciada del grupo Koipe, los accionistas mayoritarios de Sos Cu¨¦tara, la familia Salazar junto con Daniel Klein, no quisieron correr el riesgo de perder la ocasi¨®n de su compra. Para ello, se adelantaron a sus posibles competidores multinacionales y nacionales y lanzaron una OPA cara, por 27 euros la acci¨®n, que finalmente tuvieron que elevar a 32 euros para hacerse con el grupo.

Los responsables de Sos reconocen que se trat¨® de una operaci¨®n para la vista de la situaci¨®n del sector del aceite, con bajos precios y m¨¢rgenes escasos. Pero justifican la decisi¨®n como una apuesta en el futuro del sector con la marca l¨ªder y, sobre todo, teniendo en cuenta esa caja de dinero fresco de 150 millones de euros de que dispon¨ªa la aceitera. Sus enemigos airearon durante el ¨²ltimo a?o que el grupo Sos, ante su fuerte endeudamiento, hab¨ªa metido mano a esos fondos.

Hoy, tras la fusi¨®n, la caja ya es propiedad de todo el grupo. La compra de Koipe supuso la petici¨®n de un pr¨¦stamo sindicado de 348 millones, parte de los cuales se deben devolver en 18 meses. Con ese fondo y una ampliaci¨®n de capital prevista de 60 millones, el grupo reducir¨¢ su endeudamiento un 40%. Este ajuste financiero permitir¨¢ al grupo afrontar el futuro con mayor tranquilidad.