El yoga inmobiliario
Lleg¨® para prestar un servicio externo a la compa?¨ªa y se qued¨® dentro. Los responsables de Telef¨®nica han valorado el trabajo de Germ¨¢n P¨¦rez Barrio hasta el punto de que, en noviembre, se incorporar¨¢ como consejero delegado a su filial inmobiliaria, abandonando as¨ª la empresa que le ha visto crecer: Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa).
Este arquitecto de 45 a?os fue quien levant¨® la liebre del dinero negro en la compraventa de viviendas en Espa?a hace tres a?os, su mayor pecado. Desde entonces, su tel¨¦fono ha sido suprimido de las agendas de algunas de las principales compa?¨ªas inmobiliarias del pa¨ªs. Su error: 'Ser independiente y atreverme a explicar realidades que no gusta o¨ªr'.
Pol¨¦mico donde los haya, pero no por su propia personalidad, sino por la relevancia que los dem¨¢s dan a sus intervenciones p¨²blicas, este trabajador impenitente ha logrado en 17 a?os que lo que empez¨® como una peque?a empresa vinculada a las cajas de ahorro (a trav¨¦s de la CECA, donde trabajaba su padre) se convierta en la primera compa?¨ªa del sector. En 1985, con un capital de 25 millones de pesetas, dos empleados y P¨¦rez Barrio al frente, naci¨® Tinsa, lo que hoy es el primer grupo de tasaci¨®n de Espa?a, del que dependen seis empresas, m¨¢s de 250 empleados y 900 tasadores. S¨®lo la matriz facturar¨¢ 60 millones de euros en 2002 y realizar¨¢ unas 250.000 valoraciones.
Se trabaja con esfuerzo su tranquilidad aparente y es de los que reconoce que la procesi¨®n va por dentro. No le parece prudente que los empresarios muestren sus emociones en p¨²blico y por eso ha decidido ganarle la batalla a las suyas practicando yoga de vez en cuando. Pero le va a ser necesaria esa prudencia de que hace gala y su afici¨®n a la reflexoterapia para saber qu¨¦ punto exacto hay que tocar para solucionar los males de la futura mayor empresa inmobiliaria del pa¨ªs. El encargo no es balad¨ª: reorganizar y gestionar 2,5 millones de metros cuadrados en edificios distribuidos por Espa?a, agrupar a m¨¢s de 500 trabajadores en torno a la compa?¨ªa, cerrar un plan de ventas de 500 inmuebles que, hasta la fecha, no ha dado los frutos esperados, y la estrella: vigilar que el macroproyecto de la Ciudad de las Comunicaciones no se le escape de las manos, como le ocurri¨® a Villalonga.
Celoso de su intimidad, apenas tiene tiempo libre y entre sus mayores hobbies est¨¢ la docencia que ejerce en la Fundaci¨®n Camu?as, adem¨¢s de en su empresa.
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