Principios s¨®lidos
Una empresa cordobesa garantiza la seguridad de cualquier construcci¨®n
Supongamos que es usted persona de posibles y tiene inter¨¦s en construir un rascacielos o un estadio. ?Qui¨¦n garantiza que lo haga correctamente, utilizando los materiales y los procedimientos m¨¢s indicados, y ajust¨¢ndose con todo cuidado a lo que marca la ley, de modo que no se ponga en peligro la vida de los amantes de las alturas, los futbolistas y los espectadores?
Precisamente un laboratorio de control de calidad de la edificaci¨®n: una empresa como Intelcontrol, que lleva tres a?os trabajando en Pedro Abad (un pueblo de poco menos de 3.000 habitantes, situado al este de C¨®rdoba), y que se dedica a certificar la solidez y la seguridad de las obras m¨¢s diversas, desde carreteras hasta hospitales, pasando por cortijos, balsas de riego y estaciones de autocares.
La idea fue de Rafael Centella, el joven ingeniero t¨¦cnico industrial que dirige el laboratorio desde sus inicios. Centella consigui¨® acumular 10 a?os de experiencia profesional antes de dar el salto y establecerse por su cuenta. Cuando fund¨® Intelcontrol, junto con dos arquitectos, en 1999, eran s¨®lo cuatro empleados. Ahora casi han cuadruplicado su n¨²mero; son 15, y disponen de instalaciones de m¨¢s de 600 metros cuadrados de superficie. ?Pero por qu¨¦ escogieron Pedro Abad?
'Hay dos motivos', explica el director. El primero, la accesibilidad. 'Este es un lugar bien comunicado. Nuestros t¨¦cnicos viajan mucho: se desplazan cada d¨ªa a M¨¢laga, a Ja¨¦n, a todas las provincias andaluzas, para hacer su trabajo. Y aqu¨ª nos encontramos a menos de 20 minutos de la capital y justo al lado de la autov¨ªa a Madrid'. La segunda causa, no menos importante, tiene que ver con el suelo. 'El suelo industrial de este pol¨ªgono, promovido por el Ayuntamiento de Pedro Abad, tiene el mejor precio de toda C¨®rdoba', aclara.
'Estamos acreditados en hormigones y aceros, en suelos y en viales', enumera Centella con cierto orgullo. Acreditaci¨®n significa que la administraci¨®n auton¨®mica considera a la empresa capacitada para emitir dictamen sobre la cuesti¨®n correspondiente; en este caso, la Junta reconoce la aptitud de Intelcontrol para supervisar las estructuras de los edificios, el sustrato sobre el que se construyen y las carreteras.
La del acero les lleg¨® hace apenas un mes. 'Y ahora estamos en proceso de acreditarnos en sondeos', a?ade el director del laboratorio. 'Podremos hacer estudios geot¨¦cnicos a niveles profundos, hasta los 100 metros'. Eso es un avance, porque estar¨¢n en disposici¨®n de ofrecer informes y servicios m¨¢s completos, lo que atraer¨¢ a m¨¢s clientes. 'Tendremos la posibilidad de trabajar cualquier aspecto de la edificaci¨®n y de ampliar nuestro ¨¢mbito de operaciones a toda la pen¨ªnsula', calcula Centella. Hasta ahora, la mayor¨ªa de sus clientes son andaluces.
Una de las claves del funcionamiento de la empresa es la formaci¨®n y la independencia de sus trabajadores. El director de Intelcontrol explica que han seleccionado t¨¦cnicos muy cualificados, a los que procuran dar oportunidades de reciclaje constante. La edad media de la plantilla, mayoritariamente masculina, est¨¢ en torno a los 28 a?os. Y lo que toca a la independencia se explica en virtud de criterios ¨¦ticos. 'Para que una empresa con estas responsabilidades pueda garantizar la fiabilidad y objetividad de sus estudios', afirma Centella, 'debe ser independiente'.
As¨ª pues, para evitar el m¨¢s m¨ªnimo conflicto de intereses, Intelcontrol se esfuerza por mantenerse a una distancia prudente de cualquier actividad del ramo de la construcci¨®n, la industria y la ingenier¨ªa, y tambi¨¦n de las entidades financieras y de los organismos p¨²blicos. El director del laboratorio asegura que todos sus empleados tienen dedicaci¨®n completa y exclusiva.
Adem¨¢s de conocimientos y principios ¨¦ticos, hace falta tecnolog¨ªa. 'Reinvertimos en aparatos la totalidad de nuestros beneficios empresariales', cuenta Centella. Y sus laboratorios albergan toda una galer¨ªa de m¨¢quinas; por ejemplo, una sonda capaz de bajar hasta 100 metros, perforando el suelo y tomando muestras, o una prensa que calcula el grado de resistencia del hormig¨®n, apretando fuertemente sobre unos moldes cil¨ªndricos de este material, que a pesar de su apariencia sufren con el calor y la humedad.
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