Los abuelos 'terroristas' de Guant¨¢namo

Tres miembros del primer grupo de prisioneros liberados tras su detenci¨®n en la base naval estadounidense de Guant¨¢namo, en Cuba, denuncian que los presos permanecen all¨ª encerrados durante d¨ªas en celdas sofocantes de tres por tres metros de superficie y que no se les permite contacto alguno con sus familiares. Tambi¨¦n aseguran que docenas de soldados rasos talibanes y afganos se encuentran encerrados en la isla.

Dos de los tres hombres afganos entregados a las autoridades de Kabul aparentan unos 70 a?os. Ambos fueron retenidos por EE UU en Guant¨¢namo. Un tercero, de nacionalidad paquistan¨ª y entregado el lunes a funcionarios de su pa¨ªs, rondaba los 50.

Los tres afganos se?alan en una entrevista que no fueron torturados ni maltratados por sus interrogadores estadounidenses, pero hacen hincapi¨¦ en el desgaste que ha supuesto para ellos permanecer atrapados de manera indefinida. Jan Muhammad, uno de los prisioneros afganos, declara que permaneci¨® totalmente aislado del mundo exterior durante 11 meses y que no recibi¨® una carta de su familia hasta que faltaban tres d¨ªas para su liberaci¨®n.

'Escrib¨ª una carta a mi familia en la que dec¨ªa: 'ahora soy medio animal'

'Escrib¨ª una carta a mi familia en la que dec¨ªa: 'ahora soy medio animal', dice. 'Dentro de un mes ser¨¦ un animal del todo y entonces volver¨¦'.

Los relatos de los liberados no han podido ser contrastados. Las autoridades estadounidenses sostienen que los hombres fueron liberados tras llegarse a la conclusi¨®n de que no suponen una amenaza para la seguridad.

Muhammad y los dem¨¢s critican los m¨¦todos utilizados por EE UU para determinar qui¨¦n es enviado a Guant¨¢namo y aseguran que las autoridades norteamericanas dependen en exceso de informaci¨®n poco fiable proporcionada por se?ores de la guerra afganos. En el ¨²ltimo a?o, algunos se?ores de la guerra han sido acusados de proporcionar informaci¨®n falsa, que la aviaci¨®n de EE UU ha utilizado para planear bombardeos en los que han muerto docenas de civiles afganos.

Ayer, la portavoz del Pent¨¢gono, Victoria Clarke, se neg¨® a identificar a los detenidos por nombre o nacionalidad, incluso despu¨¦s de que Afganist¨¢n y Pakist¨¢n anunciasen que est¨¢n recibiendo prisioneros repatriados. 'Hemos dicho en todo momento que no queremos retener a mucha de esta gente durante mucho tiempo', dijo Clarke. Tanto en Afganist¨¢n como en Pakist¨¢n, la cuesti¨®n de los detenidos est¨¢ suscitando acusaciones de autoritarismo contra Estados Unidos. El presidente afgano, Hamid Karzai, est¨¢ recibiendo presiones para que acelere la liberaci¨®n de docenas de prisioneros detenidos, seg¨²n los afganos, por error. Un equipo de interrogadores paquistan¨ªes que visit¨® Guant¨¢namo el verano pasado declar¨® que casi todos los 53 paquistan¨ªes detenidos all¨ª eran soldados rasos de bajo nivel, que deber¨ªan ser liberados.

Muhammad afirma que todav¨ªa est¨¢ perplejo por haber acabado en Guant¨¢namo. Reconoce que luch¨® junto a los talibanes en la zona de Kunduz, pero asegura que no tuvo otra opci¨®n, ya que fue reclutado forzosamente.

Muhammad, que dice tener unos 35 a?os, afirma que despu¨¦s de rendirse, soldados leales al se?or de la guerra Abdul Rashid Dostum enga?aron a los soldados estadounidenses al decirles que ¨¦l y otros nueve prisioneros eran oficiales talibanes de alto rango.

'Vinieron y detuvieron a diez hombres fornidos', explica Muhammad, de aspecto robusto. 'S¨®lo uno de los diez era talib¨¢n'. Si su historia es verdadera, Muhammad fue v¨ªctima de las circunstancias. La detenci¨®n de sus compatriotas, afirma un alto cargo del Gobierno afgano, fue rid¨ªcula.

Uno de ellos, Faiz Muhammad, asegura tener 105 a?os. Barbullando como un ni?o, el anciano, parcialmente sordo, es incapaz de responder preguntas sencillas. Le cuesta terminar las frases y se esfuerza por o¨ªr palabras pronunciadas en voz alta.

Dice que soldados estadounidenses se lo llevaron hace 12 meses. Luego afirma que ten¨ªa 5 a?os cuando Amanullah reinaba en Afganist¨¢n, por lo que tendr¨ªa al menos 78 a?os, y que pas¨® ocho meses en una prisi¨®n estadounidense.

Le preguntan si guarda rencor a los soldados que le detuvieron. 'No me importa', responde, y se le ilumina la cara. 'Se llevaron mi ropa vieja y me dieron ropa nueva'.