'Los p¨²blicos europeos quieren productos europeos'
Desde hace dos a?os, Rolf Schmidt-Holtz (Martinsreuth, Alemania, 1948) es miembro del consejo de administraci¨®n de Bertelsmann, el gigante alem¨¢n de la comunicaci¨®n que tiene bajo su manto a 80.000 empleados repartidos en 51 pa¨ªses y factura alrededor de 20.000 millones de euros al a?o. Schmidt-Holtz es adem¨¢s responsable creativo de la compa?¨ªa y presidente de la discogr¨¢fica BMG. Antes fue consejero delegado de lo que ahora es RTL Group, el primer grupo de radio y televisi¨®n de Europa (propietario del 17,2% de Antena 3), y editor del prestigioso semanario alem¨¢n Stern. Aunque preocupado por la 'horrorosa' situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa la prensa alemana, su verdadera batalla, desde la c¨²pula de BMG, es combatir la pirater¨ªa musical. Con vehemencia, pide a los pol¨ªticos que legislen, persigan a los infractores y los castiguen para poner coto al top manta. Invitado por el Foro Complutense, Schmidt-Holtz pronunci¨® esta semana una conferencia sobre la gesti¨®n de la creatividad.
'Los negocios que se basan en la publicidad est¨¢n sometidos a una gran presi¨®n'
Pregunta. ?Est¨¢n satisfechos de su participaci¨®n en Espa?a en el ¨¢rea audiovisual a trav¨¦s de Antena 3?
Respuesta. Tenemos muchas actividades en Espa?a, no s¨®lo en televisi¨®n. Estamos en las revistas con G+J, tenemos C¨ªrculo de Lectores, los libros de Random House que incluyen a Plaza y Jan¨¦s, y, por supuesto, m¨²sica. Estamos contentos pero siempre pensamos que se puede mejorar.
P. El Gobierno espa?ol permitir¨¢ que un solo socio pueda ser propietario del 100% de una cadena de televisi¨®n privada. ?Tienen intenci¨®n de incrementar su cuota?
R. Bertelsmann siempre est¨¢ dispuesta a hablar con sus socios, en este caso Telef¨®nica y los bancos, para evaluar las posibilidades de incrementar nuestra participaci¨®n siempre y cuando sea beneficioso para ambas partes. Nuestra intenci¨®n no es tener un 100% de Antena 3.
P. ?C¨®mo ve el panorama de los medios de comunicaci¨®n en Europa tras la crisis de Vivendi y el hundimiento de Kirch y el auge de Murdoch en Italia?
R. Prefiero referirme a Bertelsmann m¨¢s que a nuestros competidores. Resulta evidente que el momento de las grandes fusiones y adquisiciones pas¨®. Solamente aquellas empresas que se han centrado en un negocio de verdad rentable sobrevivir¨¢n. Hay que sacar rentabilidad con las operaciones actuales y no podemos fiarnos del valor nominal engrosado por visiones infladas.
P. ?Cree que los grupos multimedias erosionan los negocios tradicionales?
R. En principio, no. Los medios tradicionales y multimedia son complementarios. Lo que realmente est¨¢ erosionando los negocios es la crisis econ¨®mica que repercute en menores ingresos de publicidad. En este momento los negocios que se basan en la publicidad como son los peri¨®dicos, las revistas, la televisi¨®n, o Internet, son los que sufren mayor presi¨®n. Yo estoy c¨®modo con la situaci¨®n de Bertelsmann. Ha diversificado su actividad en distintos medios.
P. ?Qu¨¦ es lo importante, el veh¨ªculo de transmisi¨®n o los contenidos?
R. Los contenidos, sin duda. Impulsan el veh¨ªculo. Nadie se compra un televisor para tener otro mueble en casa, sino porque quiere ver un partido de f¨²tbol o Gran Hermano. Si hay un contenido atractivo, la gente lo paga. Compra un peri¨®dico por el contenido, no para tener papel para encender la chimenea.
P. ?En qu¨¦ medida la crisis ha afectado al sector musical?
R. De una manera important¨ªsima. Tenemos que enfrentarnos a una bajadas enormes de los mercados musicales a nivel mundial debido a la pirater¨ªa y a Internet. Nos enfrentamos tambi¨¦n a una situaci¨®n en la que los pol¨ªticos no est¨¢n prestando ninguna ayuda a la industria. Hay millones de personas que roban la propiedad intelectual de nuestros artistas y miles de empleados van a perder su puesto de trabajo.
P. ?Qu¨¦ medidas ser¨ªan necesarias para combatir la pirater¨ªa?
R. Muchas. Una de ellas es buscar soluciones tecnol¨®gicas como los sistemas de protecci¨®n del copyright. Pero todo nuestro esfuerzo es en balde si los jueces y la polic¨ªa no persiguen la venta ambulante y a las mafias que hay detr¨¢s. Globalmente, la industria musical, va a perder entre tres y cuatro mil millones de d¨®lares anuales.
P. ?El planteamiento de Bertelsmann es defender la industria europea frente a la norteamericana?
R. No estamos en una posici¨®n de luchar contra nadie. Por experiencia sabemos que los p¨²blicos europeos quieren productos europeos. El 90% del prime time en RTL son productos de producci¨®n propia. No es Hollywood. Compramos pel¨ªculas, pero menos que en el pasado. Lo que queremos es estar en otros entornos culturales y por supuesto tener ¨¦xito. No hablo de luchas o batallas, sino de respeto a las respectivas culturas.
P. ?Tiene el grupo Bertelsmann previsto extender su actividad en Latinoam¨¦rica?
R. Latinoam¨¦rica est¨¢ sometida a mucha presi¨®n. Tenemos filiales de BMG en Argentina, Brasil y M¨¦xico. Hemos apostado fuerte por los libros con la creaci¨®n del grupo Random House Mondadori, que es la segunda editorial del mercado de habla hispana. Nos sentimos c¨®modos con nuestra posici¨®n actual y seguiremos all¨ª.
P. ?Qu¨¦ opina de la burbuja de Internet?
R. La burbuja ya explot¨®. Pero sigo pensando que va a haber un negocio. Se sobrevaloraron tremendamente los sectores tecnol¨®gicos, el UMTS se vio arrastrado por una locura de precios. Habr¨¢ un negocio on-line, pero su crecimiento ser¨¢ m¨¢s lento de lo esperado.
P. En la feria de Francfort, Bertelsmann reconoci¨® que hab¨ªa tenido cierta colaboraci¨®n con el r¨¦gimen nazi. ?Esta revelaci¨®n ha afectado a la compa?¨ªa?.
R. No. La gente agradeci¨® el hecho de que traj¨¦semos un jurado internacional independiente para dilucidar la situaci¨®n. Le dimos todo el material hist¨®rico de la empresa abriendo absolutamente todas las puertas y ellos prepararon su informe. Evidentemente, lo aceptamos y el p¨²blico reaccion¨® de manera positiva por la transparencia con la que tratamos el asunto. ?sta es la ¨²nica forma de enfrentarse al pasado. Uno no puede escribir su propia historia.
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