Volando raso
El 28 de octubre Iberia anunci¨® unos beneficios operativos de 233 millones de euros en los nueve primeros meses de 2002. Esta cifra multiplica por 6,3 los beneficios del mismo periodo de 2001. Enhorabuena a la direcci¨®n de la empresa. La Bolsa reaccion¨® con entusiasmo a la noticia y las acciones de Iberia subieron ese d¨ªa el 4,9%, la mayor subida entre los valores del Ibex. De hecho, Iberia es la ¨²nica gran aerol¨ªnea cuyo precio en Bolsa ha aumentado en 2002. El resto de las grandes compa?¨ªas europeas y americanas han sufrido acusadas ca¨ªdas de su precio burs¨¢til. No est¨¢ nada mal. Enhorabuena a los accionistas.
Al analizar las causas del gran aumento de los beneficios de Iberia, se observa que los ingresos se han reducido el 2,4% respecto a 2001. Sin embargo, los gastos operativos han bajado mucho m¨¢s: el 7,8%. Enhorabuena tambi¨¦n a algunos analistas financieros de la privatizaci¨®n, que concluir¨¢n que la Iberia privada es m¨¢s eficiente que la Iberia que fue p¨²blica hasta su privatizaci¨®n en 2001.
Los problemas del puente ¨¢ereo no parecen corresponderse con los beneficios anunciados por Iberia
Pero me quedan algunas dudas sobre si procede felicitar tambi¨¦n a los clientes de Iberia. En los ¨²ltimos meses se han sucedido noticias preocupantes sobre el funcionamiento de Iberia que indican un aumento de las incomodidades para los usuarios y una menor calidad del servicio. Incluso empiezan a emerger dudas sobre un eventual descuido de elementos que afectan a la seguridad en el vuelo.
No es dif¨ªcil recordar el sainete de las maletas en la recta final del verano. Algunos aeropuertos espa?oles se transformaron en grandes almacenes de equipaje extraviado. Adem¨¢s de otros factores, imputables a los servicios de tierra de los que es responsable AENA, los pilotos de Iberia se?alaban que algunos vuelos se realizaban sin equipaje por peque?as aver¨ªas no reparadas en el sistema de cierre de las bodegas de carga. Algo habr¨¢ de cierto, porque recuerdo personalmente un retraso de seis horas en el vuelo Madrid-Nueva York el 13 de febrero pasado, debido a la necesidad de cambiar el avi¨®n por imposibilidad de reparar in situ el cierre de la bodega de equipaje. El cambio de avi¨®n exigi¨® el desalojo del pasaje, ya embarcado, y la espera de disponibilidad de nuevo avi¨®n.
Por otra parte, estamos asistiendo a un deterioro de servicios regulares de Iberia, como el del puente a¨¦reo, del que este peri¨®dico se hizo gran eco el 28 de octubre, el mismo d¨ªa del anuncio del extraordinario aumento de beneficios. Parece constatado que se suprimen vuelos poco ocupados, cuyo pasaje se acumula al vuelo posterior. Asimismo, la reducci¨®n de personal asignado al puente a¨¦reo, especialmente en El Prat, ha deteriorado el servicio a los clientes, pese al esfuerzo y la profesionalidad del personal de Iberia.
Por ¨²ltimo, les narrar¨¦, de primera mano, una an¨¦cdota, por as¨ª decir, acaecida el domingo 27 de octubre, un d¨ªa antes del anuncio del aumento de beneficios. El puente Barcelona-Madrid 0815 despeg¨® puntual. Pero tras un rato sobrevolando el entorno de Madrid, el piloto inform¨® de la existencia de una tupida capa de niebla en Barajas. El piloto, transparente adem¨¢s de correcto, explic¨® que el aparato dispon¨ªa del sistema de aterrizaje instrumental tipo 3C, para visibilidad nula. Pero, lamentablemente, estaba averiado y no hab¨ªa sido reparado por... ?falta de repuestos! Por tanto, intent¨® un aterrizaje m¨¢s visual, que fue abortado en el ¨²ltimo (realmente el ¨²ltimo) momento. Despu¨¦s, retorn¨® a...?Valencia! El combustible restante del avi¨®n no permit¨ªa el regreso a Barcelona. En fin, escala t¨¦cnica en Valencia, llenado de dep¨®sito, espera de partes meteorol¨®gicos m¨¢s favorables y, sin m¨¢s incidencias, llegada a Madrid a las 12.45 horas, con m¨¢s de tres horas de retraso.
?Ha ido demasiado lejos Iberia en su pol¨ªtica de reducci¨®n de gastos? Parece que s¨ª. Y aquellos analistas financieros felices con el aumento de la eficiencia aparente de Iberia har¨ªan bien en recordar que el coste total del transporte incluye, adem¨¢s del aspecto monetario, el tiempo empleado por los clientes y otros factores de calidad. Pero hay que ser economista muy fino y disponer de mucha informaci¨®n para incluir estos elementos en el an¨¢lisis de eficiencia.
Claro que, en una econom¨ªa de mercado y en un sector abierto a la competencia, el cliente siempre puede votar con los pies y cambiar de compa?¨ªa. Pero esto presenta algunos problemas en el transporte a¨¦reo. Es cierto que ha habido un aumento general de la competencia. Pero en los vuelos interiores peninsulares Iberia tiene el monopolio de hecho en muchas rutas, y en las m¨¢s relevantes, como el puente a¨¦reo, su posici¨®n es de gran dominio del mercado. Estas carencias de la competencia limitan las opciones de los clientes y dificultan que ¨¦stos disciplinen la gesti¨®n de las compa?¨ªas mediante la elecci¨®n.
Me parece bien que se privatizara Iberia, porque el Estado no debe gestionar empresas mercantiles en sectores abiertos. Pero hay que ser consciente de que los fallos reclaman una pol¨ªtica de defensa de la competencia muy activa, y tambi¨¦n una pol¨ªtica de protecci¨®n a los clientes, que en este sector parece muy d¨¦bil. Dadas las dificultades para la elecci¨®n en el transporte a¨¦reo, ser¨ªa bueno reforzar los derechos de los consumidores. As¨ª quiz¨¢ podr¨ªamos tener tambi¨¦n en el futuro alg¨²n motivo de felicitaci¨®n.
m¨¢s favorables y, sin m¨¢s incidencias, llegada a Madrid a las 12.45 horas, con m¨¢s de tres horas de retraso.
?Ha ido demasiado lejos Iberia en su pol¨ªtica de reducci¨®n de gastos? Parece que s¨ª. Y aquellos analistas financieros felices con el aumento de la eficiencia aparente de Iberia har¨ªan bien en recordar que el coste total del transporte incluye, adem¨¢s del aspecto monetario, el tiempo empleado por los clientes y otros factores de calidad. Pero hay que ser economista muy fino y disponer de mucha informaci¨®n para incluir estos elementos en el an¨¢lisis de eficiencia.
Claro que, en una econom¨ªa de mercado y en un sector abierto a la competencia, el cliente siempre puede votar con los pies y cambiar de compa?¨ªa. Pero esto presenta algunos problemas en el transporte a¨¦reo. Es cierto que ha habido un aumento general de la competencia. Pero en los vuelos interiores peninsulares Iberia tiene el monopolio de hecho en muchas rutas, y en las m¨¢s relevantes, como el puente a¨¦reo, su posici¨®n es de gran dominio del mercado. Estas carencias de la competencia limitan las opciones de los clientes y dificultan que ¨¦stos disciplinen la gesti¨®n de las compa?¨ªas mediante la elecci¨®n.
Me parece bien que se privatizara Iberia, porque el Estado no debe gestionar empresas mercantiles en sectores abiertos. Pero hay que ser consciente de que los fallos reclaman una pol¨ªtica de defensa de la competencia muy activa, y tambi¨¦n una pol¨ªtica de protecci¨®n a los clientes, que en este sector parece muy d¨¦bil. Dadas las dificultades para la elecci¨®n en el transporte a¨¦reo, ser¨ªa bueno reforzar los derechos de los consumidores. As¨ª quiz¨¢ podr¨ªamos tener tambi¨¦n en el futuro alg¨²n motivo de felicitaci¨®n.
Germ¨¤ Bel es diputado del PSC.
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