M¨¢s de 200.000 afectados en Catalu?a
Una asociaci¨®n atiende cada semana entre 20 y 30 consultas sobre 'mobbing'
El 16% de la poblaci¨®n activa es v¨ªctima del acoso moral en el trabajo en Espa?a. En Catalu?a, los afectados ya suman m¨¢s de 200.000 y algunos expertos creen que pueden llegar a ser 300.000.
Las v¨ªctimas denuncian la falta de herramientas de las que disponen los profesionales para diagnosticar lo que para ellos es un 'accidente laboral' y hacen un llamamiento a la prevenci¨®n. Despu¨¦s de dos a?os de batalla, la asociaci¨®n CLAM Contra el Acoso Moral en el Trabajo dice encontrarse ante la indefensi¨®n total porque todav¨ªa hoy no est¨¢ claro d¨®nde empieza y acaba el acoso moral.
La asociaci¨®n naci¨® el pasado mes de enero a partir de unas jornadas sobre este tema organizadas por la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a en septiembre de 2000. Dos afectadas por acoso moral en el trabajo decidieron consolidar un grupo y poco a poco fue creciendo. En los ¨²ltimos seis meses la asociaci¨®n ha recibido m¨¢s de 500 consultas y a sus reuniones semanales acuden entre 20 y 30 personas. 'La demanda de consultas se est¨¢ disparando', aseguran los miembros de CLAM.
'Todo se vuelve en tu contra. Es como una tela de ara?a, y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde'. Con esta situaci¨®n se encontr¨® Carme, una maestra de 46 a?os que pidi¨® el traslado tras estar ocho meses de baja por mobbing. Muchas de las personas que, como Carme, ahora integran la asociaci¨®n aseguran haber sentido un gran alivio cuando se dieron cuenta de que no estaban solas y de que hab¨ªa otros que estaban pasando por lo mismo. 'Yo me enter¨¦ por los medios de comunicaci¨®n de que lo que me estaban haciendo en el trabajo ten¨ªa un nombre y hab¨ªa m¨¢s gente afectada', asegura Mar¨ªa, que trabaja en la hosteler¨ªa y a la que sus superiores aislaron totalmente lleg¨¢ndole a prohibir que hablara con otros trabajadores.
Y es que la asignaci¨®n de trabajos sin utilidad, la desvalorizaci¨®n sistem¨¢tica del esfuerzo laboral, la asignaci¨®n de plazos de ejecuci¨®n irracionales, la privaci¨®n de informaci¨®n imprescindible para realizar el trabajo y la humillaci¨®n y el desprecio a la persona en p¨²blico no tienen ning¨²n otro objetivo que evitar el despido -y todas sus consecuencias econ¨®micas- y hacer que la persona acosada se vaya por iniciativa propia. Los miembros de CLAM no dudan en se?alar el factor econ¨®mico, la precariedad laboral y las ansias de dominio y de poder como principales causas del mobbing.
Las v¨ªctimas se encuentran continuamente con muros y barreras muy dif¨ªciles de saltar. Y una vez que se han armado de valor para denunciar un caso de acoso psicol¨®gico en el trabajo, topan con mucha incomprensi¨®n. La asociaci¨®n CLAM considera positivo que haya inspectores de trabajo especializados en mobbing, pero tambi¨¦n cree que esta cifra no es suficiente. 'Y si al final decides poner una demanda, depender¨¢ de si tienes suerte y de si el juez que te toca conoce el tema', a?ade Mar¨ªa. Sus superiores intentaron hacerle firmar un cheque sin que ella se enterara de que era su despido, y ahora, tras vivir la experiencia del mobbing, denuncia la falta de honestidad. 'Si no les intereso y me quieren despedir, que vengan, hablen conmigo y lo digan abiertamente', dice.
La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo ha se?alado la alteraci¨®n de las condiciones laborales como el principal motivo del aumento de la incidencia del mobbing. Las primeras encuestas que se realizaron en los a?os ochenta arrojaban el 3,5% de afectados y 20 a?os despu¨¦s la cifra se sit¨²a en el 16%. El perfil de los integrantes del primer grupo de afectados en Espa?a es el de un joven menor de 30 a?os en situaci¨®n de precariedad laboral.
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