Oriana Fallaci indigna a la izquierda al comparar el foro antiglobalizaci¨®n con la marcha de Mussolini
Firme defensora de la pol¨ªtica antiterrorista de George W. Bush, la escritora y periodista italiana Oriana Fallaci arremeti¨® ayer en un largo art¨ªculo, publicado en la primera p¨¢gina del Corriere della Sera, contra el Foro Social Europeo (FSE), que dio comienzo ayer en Florencia.
Fallaci, florentina de origen y residente en EE UU, lanza un dur¨ªsimo alegato contra los asistentes al foro. La escritora, que caus¨® ya una enorme pol¨¦mica con su libro La rabia y el orgullo, publicado tras los atentados del 11-S, acusa a los activistas del universo antiglobalizaci¨®n de abusar de la tan 'prostituida' palabra 'paz'.
El art¨ªculo cay¨® como una bomba en Florencia, donde unas 20.000 personas de diversos colectivos contrarios al neoliberalismo econ¨®mico y a la guerra asisten al FSE, que inicia hoy sus sesiones con centenares de conferencias, mesas redondas, seminarios y debates que concluir¨¢n el s¨¢bado con una manifestaci¨®n. Sobre todo porque en el texto Fallaci invita a los florentinos 'a colocar el mismo cartel que los valientes pusieron en 1922, cuando los fascistas de Mussolini hicieron la marcha sobre Roma: Cerrado por luto', palabras que indignaron en Florencia.
El l¨ªder del Partido de Refundaci¨®n Comunista, Fausto Bertinotti, se limit¨® a comentar: 'Fallaci se distingue por esta aversi¨®n a toda la diversidad, a todas las diferencias; en realidad, a la humanidad'. Mientras, para Marco Bersani, responsable italiano de Attac, el art¨ªculo es 'digno de pena'. Luca Casarini, del grupo de los llamados Desobedientes, fue m¨¢s lejos, compar¨¢ndola con un 'Bin Laden occidental'. En v¨ªsperas del comienzo del foro, 8.000 personas, seg¨²n los organizadores, se manifestaron ayer en las inmediaciones de la base estadounidense de Cam Darby, cerca de Pisa. Seis mil polic¨ªas vigilan las calles de Florencia, donde han sido marcados 500 objetivos especialmente susceptibles de ser atacados por los violentos. Los organizadores del FSE conf¨ªan, sin embargo, en que no se reproduzca en ning¨²n momento la violencia que caracteriz¨® la reuni¨®n del G-8 de G¨¦nova en 2001.
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