El cuarzo, ese sonido que alivia
Un concierto en un hospital act¨²a positivamente sobre los enfermos
Siempre se ha dicho que la m¨²sica amansa a las fieras pero, si ¨¦sta se ejecuta en un hospital, a quien calma y ayuda en sus dolencias es a los enfermos. Ayer, en un concierto de Cuencos de Cristal de Cuarzo, interpretado por Carmen Asensio y Roberto Forc¨¦n, investigadores de sonidos musicales, los pacientes asistentes pudieron comprobarlo y sentir el efecto en sus cuerpos. 'A mi me ha dejado un cosquilleo agradable en las cervicales. Ahora parece que me siento mejor', dijo Mar¨ªa, nada m¨¢s acabar el concierto. Mar¨ªa es una enferma con problemas graves de columna que acudi¨® 'atra¨ªda', explic¨® ' por la idea de aliviar su dolor'.
La experiencia musical se llev¨® a cabo en el gimnasio de Traumatolog¨ªa, en el complejo hospitalario Virgen del Roc¨ªo de Sevilla. Durante media hora Asensio y Forc¨¦n ejecutaron ante los asistentes un 'concierto' de sonidos constantes y monocordes, ligeramente graves, que, seg¨²n Forc¨¦n, la representaci¨®n gr¨¢fica de estos sonidos equivaldr¨ªa, pr¨¢cticamente, a la de un encefalograma.
El cuerpo humano contiene grandes cantidades de cuarzo (¨®xido de silicio). Estas part¨ªculas cristalinas est¨¢n presentes en todo el organismo, especialmente en los huesos, la sangre, la piel el cabello o las u?as. Cuando se crea sonidos arm¨®nicos con instrumentos hechos de este material, el efecto es envolvente. El sonido act¨²a sobre los hemisferios cerebrales y activa las corrientes de energ¨ªa del cuerpo provocando 'una sensaci¨®n de bienestar consciente', puntualiza Mar¨ªa Asensio.
La idea no es nueva. Ya afirmaba Pit¨¢goras que 'cada cuerpo celeste, cada ¨¢tomo produce un sonido debido al movimiento, al ritmo o a la vibraci¨®n'. Pero no hace falta remontarse tan lejos. M¨¦dicos prestigiosos de Europa y Am¨¦rica utilizan el cuarzo u otros instrumentos musicales para aliviar, por ejemplo, los dolores que provocan el c¨¢ncer u otras enfermedades graves. Aunque el mayor efecto lo ejerce la m¨²sica, seg¨²n Ana Arroyo, auxiliar de enfermer¨ªa e impulsora de estos conciertos de musicoterapia que se est¨¢n programando en el hospital sevillano, en personas con enfermedades muy dolorosas o de tipo psicol¨®gico. Ella comenz¨® a utilizar la m¨²sica, ya hace seis a?os, en la Unidad de Quemados del Virgen del Roc¨ªo y los resultados, afirma, fueron sorprendentes.
El sonido del cuarzo tiene tambi¨¦n efectos muy positivos cuando se trata de contracturas musculares, roturas y, en general, cualquier problema de tipo ¨®seo. Asimismo alivia en problemas circulatorios o depresiones.
Manuel Carreras ha seguido el concierto de pie; una reciente operaci¨®n de columna le impide sentarse. 'A mi la m¨²sica me ha tranquilizado', afirma, no muy convencido, mientras no para de moverse. Entre tanto, Carmen Beatriz, convaleciente de un accidente de moto y con la cabeza vendada, arrastrado un gotero hasta la fila de asientos, confiesa 'el sonido de los cuencos me ha sentado bien'.
Equilibrio del ¨¢nimo y la salud
Los cuencos de cristal de cuarzo se utilizan, normalmente, en sesiones individuales. Roberto Forc¨¦n sin embargo, ingeniero inform¨¢tico e investigador musical, asegura que pueden darse conciertos con estos objetos a m¨¢s de un centenar de personas y conseguirse los mismos efectos. Estos sonidos mejoran el flujo de la energ¨ªa corporal, deshaciendo los bloqueos energ¨¦ticos que pudieran existir e inducen a estados de bienestar general de forma consciente. La intensidad y la duraci¨®n de cada sesi¨®n variar¨¢n en funci¨®n del estado y disposici¨®n del paciente. Una sesi¨®n puede oscilar entre 30 y 50 minutos. Los efectos positivos comienzan a verse, asegura Forc¨¦n, desde el primer d¨ªa. Pero su recomendaci¨®n es que al menos son necesarias 10 sesiones, una por semana, para conseguir un efecto m¨¢s duradero. Los precios oscilan alrededor de 40 euros la sesi¨®n. El paciente, normalmente, permanece estirado sobre una tarima en el suelo. Los cuencos se sit¨²an a unos 80 cent¨ªmetros del enfermo. El inicio siempre es con un sonido que invita a la relajaci¨®n. Est¨¢ demostrado que los sonidos m¨¢s graves benefician m¨¢s a las personas nerviosas o hiperactivas, con tendencia al estr¨¦s; en estos casos se hace sonar los cuencos de manera constante y suave. Los sonidos m¨¢s agudos y variados se utilizan para 'activar' a cualquier persona, en general. El sonido de un cuenco de cuarzo (la s¨ªlice) puede expandirse m¨¢s de un kil¨®metro y mantenerse en el aire varios minutos hasta extinguirse. La raz¨®n es que su patr¨®n de ondas es similar al de las llamadas ondas alfa que son las que emite el cerebro en estado de calma profunda. Pero, ?ojo!, el cuarzo no cura. Como no lo hacen otro tipo de m¨²sicas (la cl¨¢sica) o instrumentos m¨¢s ancestrales (campanas y c¨ªmbalos, por ejemplo). Ana Arroyo, la enfermera que ha promovido estos conciertos hospitalarios lo resume muy bien: 'La m¨²sica no va a curaros', le dec¨ªa ayer a los enfermos. 'Pero puede ayudaros a vencer la tristeza, el miedo y, a veces, el dolor'. Hoy nadie duda que los sonidos arm¨®nicos equilibran el ¨¢nimo y la salud. El otorrinolaring¨®logo franc¨¦s doctor Tomattis, gran mentor de estas terapias, apunta: 'Media hora al d¨ªa de m¨²sica recarga de energ¨ªa el cerebro'.
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