Cr¨®nica de la luz de un d¨ªa

La luz, concepto polis¨¦mico donde los haya, cuyo uso tiene su referente m¨¢s remoto en la m¨ªstica y su significaci¨®n m¨¢s compleja en la obra de poetas como Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Wallace Stevens o Claudio Rodr¨ªguez tiene tambi¨¦n su protagonismo en nuestra poes¨ªa m¨¢s reciente. Incluso en la m¨¢s joven. Memoria de la luz, de Carlos Briones (Colonia, 1969), tiene en cuenta ese sustrato. Para Briones, la luz no es una pulsi¨®n metaf¨ªsica, inconcreta, en la que alienta lo inefable. Es v¨ªa de desvelamiento y de conocimiento, es mecanismo de aprendizaje, de asimilaci¨®n y contemplaci¨®n de la vida y del arte y territorio de la memoria. Estamos, por ello, ante la vida y el arte recreados en sus elementos m¨¢s sint¨¦ticos y expresivos, a lo largo de una jornada, en un intento de depurar la experiencia hasta tamizarla con las distintas tonalidades de la luz. Luz que, azul, ambienta el amanecer, que, blanca, ocupa el lugar del mediod¨ªa, que, roja, entinta el crep¨²sculo hasta hacerse penumbra y oscuridad, hasta ser negra como la noche. Para reforzar ese universo de sensaciones, esa 'memoria' a la que alude el t¨ªtulo del poemario, Briones se apoya en determinadas obras maestras de la pintura, interrelacionando la funci¨®n de la palabra (el poema) con el recuerdo que el lector tiene de aqu¨¦llas. Ese viaje a lo largo de un d¨ªa imaginario se manifiesta po¨¦ticamente en una est¨¦tica sutilmente heterog¨¦nea. Los poemas de Memoria de la luz basculan entre una po¨¦tica experiencial muy visible ('Tu nombre es un desorden de ciudades / reci¨¦n amanecidas') y una formalizaci¨®n muy cercana a la est¨¦tica del silencio, con verso corto e intenso, que se manifiesta de manera muy especial en aquellos textos que parten de la evocaci¨®n de una pintura ('Mar / Sed / Sal / M¨²sica / P¨¦ndulo'). Con esta peculiar cr¨®nica de la luz de un d¨ªa, Carlos Briones ha intentado fijar la cr¨®nica de la luz del d¨ªa, de todos los d¨ªas de una existencia. Ambicioso empe?o que da lugar a una poes¨ªa h¨ªbrida: trabajada, a la vez, desde dos planteamientos (l¨ªrica del sentimiento y de la experiencia; poes¨ªa m¨¢s metaf¨ªsica y esencialista). Eso s¨ª, sin desatender una vertiente meditativa, algo cernudiana, en los poemas que evocan experiencias amorosas o paisajes. Si hace tan s¨®lo unos a?os era dif¨ªcil encontrar poetas que conciliaran tan diversas procedencias en la b¨²squeda de una s¨ªntesis superadora, las nuevas generaciones parecen haber roto ese muro imaginario: Carlos Briones y su Memoria de la luz lo ponen de relieve.