La polic¨ªa investiga una posible venganza laboral como m¨®vil de las bombas de Vigo
Otras siete familias que recibieron artefactos critican que sus casos siguen sin resolver
La autor¨ªa de los paquetes bomba en Vigo y Redondela que causaron dos muertos y dos heridos contin¨²a siendo una inc¨®gnita. La polic¨ªa ha cruzado los datos personales y bancarios de las dos familias afectadas sin encontrar ninguna conexi¨®n, salvo una supuesta venganza de tipo laboral. Se sigue la pista de un sospechoso, pero faltan pruebas para ordenar su detenci¨®n. Siete familias que recibieron paquetes bomba desde 1987 a 1992, atentados que causaron cuatro muertos y tres heridos, se quejan de que sus casos 'est¨¢n abandonados' y siguen sin resolverse.
Una supuesta venganza relacionada con temas laborales es una de las pistas que sigue la polic¨ªa tras el autor de los paquetes bomba que el pasado 5 de noviembre provocaron la muerte de Vicente Lemos Haya, de 51 a?os, jefe de producci¨®n de Pescanova, y su esposa, Rosa Gil, de 53, y causaron graves heridas a Luis Ferreira P¨¦rez, de 43, apoderado del Citybank en Vigo, y a su hijo ?scar, de 12, que contin¨²an hospitalizados. Los artefactos, un tubo relleno de p¨®lvora prensada y trozos de hormig¨®n y hierro que actuaron a modo de metralla, fueron colocados junto a la puerta de sus respectivos domicilios.
La polic¨ªa ha descartado cualquier v¨ªnculo con el narcotr¨¢fico y el terrorismo, y seg¨²n aseguran fuentes policiales, tiene un sospechoso, pero todav¨ªa sin las pruebas suficientes para poder ordenar su detenci¨®n, ya que no hay huellas ni testigos que vieran al presunto autor en las inmediaciones de las casas en las que resid¨ªan sus v¨ªctimas que, seg¨²n creen los investigadores, no fueron elegidas al azar.
Lemos resid¨ªa en la parroquia de Vilar de Infesta, en el municipio de Redondela, a tres kil¨®metros de la casa de Ferreira que vive en el barrio vigu¨¦s de Cabral, y no se conoc¨ªan. La investigaci¨®n policial apunta a que el sospechoso tuvo relaci¨®n con ambos por circunstancias similares y les convirti¨® en sus objetivos, al parecer, movido por la venganza.
Agust¨ªn D¨ªaz de Mera, director general de la polic¨ªa, que ha visitado el escenario del atentado y coordinado la investigaci¨®n, se reuni¨® el pasado viernes en el cuartel madrile?o de Canillas con Carlos Corrales, comisario general de polic¨ªa cient¨ªfica y responsable de determinar las caracter¨ªsticas del artefacto utilizado en el atentado. La composici¨®n del artilugio explosivo era 'simple' y el mecanismo de activaci¨®n lo compon¨ªan ampollas de mercurio. 'No parece el dise?o de un profesional, aunque el autor ten¨ªa conocimientos sacados de un manual de Internet', dicen fuentes policiales.
Toda la plantilla de la comisar¨ªa de Vigo que dirige Luis Manuel Garc¨ªa y agentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de A Coru?a trabajan en el caso y nadie se atreve a aventurar resultados, aunque creen que las pistas abiertas les conducir¨¢n hasta el autor. Cuando Arsenio Fern¨¢ndez de la Mesa, delegado del Gobierno en Galicia, declar¨® el pasado mi¨¦rcoles que se hab¨ªan producido 'avances' en la investigaci¨®n se refer¨ªa al m¨®vil de la venganza por el que apuesta la polic¨ªa.
Aunque la polic¨ªa es optimista sobre la resoluci¨®n del caso, la experiencia demuestra la extraordinaria dificultad que implica resolver los atentados con paquetes bomba en los que nunca hay huellas ni testigos que puedan acreditar la autor¨ªa.
Siete familias que fueron objeto de explosiones similares confiesan su desaz¨®n, ya que, transcurridos 15 a?os desde el primer atentado la polic¨ªa y la justicia, los han archivado sin conseguir establecer el m¨®vil ni detener a los autores.
Cuando el cineasta catal¨¢n Luis Rodr¨ªguez Aller oy¨® en las noticias el suceso de Pontevedra no pudo evitar recordar el atentado que sufri¨® en 1987 y le caus¨® la amputaci¨®n de un dedo y graves heridas en otros dos. 'Las circunstancias son igual de extra?as que en nuestros casos. Mi primera impresi¨®n fue que pod¨ªa tener alguna relaci¨®n. Ojal¨¢ descubran pronto al autor de Vigo, pero la experiencia de nuestros atentados demuestra que no hay ning¨²n inter¨¦s en resolverlos. Est¨¢n abandonados'.
Manuales militares
Ese mismo a?o, un paquete bomba enviado desde Burgos acab¨® con la vida de Francisco Javier Biurrun, 43 a?os, casado y padre de dos hijos, un industrial agropecuario. Al igual que en los dem¨¢s casos, no hab¨ªa ning¨²n m¨®vil que explicara lo ocurrido y su fabricaci¨®n aparec¨ªa en manuales militares. El Ministerio del Interior ha rechazado la solicitud de indemnizaci¨®n de 150.253 euros que reclama su viuda al amparo de la Ley de Solidaridad con las V¨ªctimas del Terrorismo. Para Interior no se ha podido avalar que se trate de un acto terrorista.
Juan Goyeneche Moreno, 61 a?os, conde de Ruiz Castilla, salv¨® la vida pero padece importantes secuelas f¨ªsicas desde que el 16 de octubre de 1992 abri¨® un paquete bomba en su casa de Madrid. Perdi¨® un ojo, la mano derecha, dos dedos de la izquierda y masa muscular de los muslos. La Seguridad Social le reconoci¨® su minusval¨ªa, pero Interior le niega la indemnizaci¨®n de 390.657 euros que contempla la ley para casos de gran invalidez. El argumento empleado por la Administraci¨®n ha sido el mismo que con Biurrun: no se considera terrorismo.
Jos¨¦ Antonio Valverde, letrado de los Goyeneche, destaca que el caso est¨¢ archivado y refiri¨¦ndose a los atentados de Pontevedra a?ade: 'A ver si ahora se acuerdan de nosotros y reavivan el caso. Nos sentimos totalmente abandonados'.
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