La polic¨ªa ignora el paradero del jefe del 'cartel de Cali' tras salir de prisi¨®n
El 'capo' colombiano est¨¢ obligado a presentarse ante las autoridades
Gilberto Rodr¨ªguez Orejuela, el hombre que, junto a su hermano Miguel, estuvo casi veinte a?os a la cabeza de la organizaci¨®n narcotraficante m¨¢s poderosa del mundo, se encuentra en paradero desconocido. No ha sido visto en Cali ni en Bogot¨¢, donde se cree que lleg¨® la misma noche de su excarcelaci¨®n desde la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de C¨®mbita, en Boyac¨¢, donde cumpli¨® sus siete ¨²ltimos a?os de c¨¢rcel.
'Es una verg¨¹enza para el pa¨ªs', han repetido a coro desde altos funcionarios hasta la gente normal, alarmados porque un capo de la mafia, que tanto da?o ha hecho al pa¨ªs, pague tan leve condena. Pero no es un secreto que se trata de una m¨¢s de las liberaciones anunciadas, resultado de unas leyes moldeadas a punta de sobornos e intimidaciones. La lista de los beneficiados es larga; entre ellos, los tres hermanos Ochoa, del cartel de Medell¨ªn, que pagaron s¨®lo cinco a?os, aunque uno de los hermanos fue capturado de nuevo y extraditado.
Hace apenas 15 d¨ªas, los hermanos Rodr¨ªguez Orejuela solicitaron el beneficio de libertad condicional a las autoridades penitenciarias. Sus argumentos, seg¨²n el juez Pedro Su¨¢rez, se ajustaban a la ley, pues las horas de trabajo y estudio y su 'excelente conducta' les daban derecho a salir con tres quintas partes de la pena cumplida.
'Estaban ansiosos por la decisi¨®n', cont¨® Su¨¢rez. El magistrado, despu¨¦s de que se insinuase que hab¨ªa hecho algo 'irregular', se ha defendido con los c¨®digos en la mano. Los dos hermanos estudiaron ingl¨¦s, administraci¨®n y filosof¨ªa, llevaron a sus celdas viol¨ªn y violonchelo, fabricaron mu?ecos de peluche, cajas de cart¨®n, empaques y montaron en la c¨¢rcel La Picota de Bogot¨¢ -donde pasaron cinco a?os-, un caspete, como se llama a las cafeter¨ªas de los penales. 'Don Miguel habr¨ªa sido un gran abogado y don Gilberto un gran pol¨ªtico que habr¨ªa podido ser presidente', dijo hace a?os uno de sus abogados.
Muchos se?alan a Gilberto, el ajedrecista, como el art¨ªfice de toda la estrategia para aprovechar al m¨¢ximo las leyes que empuj¨®, ayudado por sus numerosos abogados, en el Congreso. En medio de las acusaciones que van y vienen se?alando a los culpables de esta aberraci¨®n, el ex fiscal Alfonso G¨®mez M¨¦ndez record¨® los 'papelitos' de los abogados de los capos del cartel de Cali que circularon por las salas del legislativo.
Gilberto Rodr¨ªguez empez¨® como mensajero en farmacias, entr¨® en el mundo del narcotr¨¢fico con un ciclomotor y creci¨® tanto que su organizaci¨®n lleg¨® a transportar el 80% de la coca¨ªna consumida en Estados Unidos, pa¨ªs que lleg¨® a considerarle el principal narcotraficante del mundo. Prefiri¨® el camino de la 'compra de conciencias' al de la violencia. La infiltraci¨®n millonaria en la campa?a del ex presidente Ernesto Samper, que ocup¨® el poder entre 1994 y 1998, gener¨® el conocido como Proceso 8.000 y llev¨® a la prisi¨®n a varios pol¨ªticos y funcionarios. 'Dar dinero del narcotr¨¢fico a las campa?as no es un delito; el delito es recibirlo', dijo el abogado de los dos hermanos al anunciar que sus clientes no eran sapos (informadores de la polic¨ªa) y no iban a confesar los aportes a la campa?a presidencial.
En la cuerda floja
En medio de este narcoesc¨¢ndalo se produjeron las capturas de los dos hermanos y varios de sus lugartenientes. Gilberto fue detenido el 9 de junio de 1995; Miguel, el 6 de agosto. 'Hoy quiero anunciarles a Colombia y al mundo que el cartel de Cali ha muerto', dijo Ernesto Samper despu¨¦s de la segunda captura, que le sirvi¨® de 'carta de salvaci¨®n' en medio de un periodo de gobierno durante el que siempre estuvo en la cuerda floja.
Por lo pronto, Gilberto Rodr¨ªguez deber¨¢ cumplir con informar a las autoridades de su paradero, presentarse ante la justicia cuando sea solicitado y no salir del pa¨ªs sin permiso previo de las autoridades judiciales. Miguel Rodr¨ªguez, cobijado al principio por la misma libertad condicional, permanecer¨¢ en prisi¨®n, ya que el Gobierno del presidente ?lvaro Uribe logr¨®, escarbando archivos, encontrar una pena pendiente de cuatro a?os por intento de soborno.
Choque con el Ejecutivo
El choque entre el poder ejecutivo y el judicial por el esc¨¢ndalo de la libertad de Rodr¨ªguez Orejuela es frontal. Mientras el Gobierno insiste en se?alar la acci¨®n del juez que otorg¨® la pol¨¦mica libertad como 'irregular' y le acusa de haber trabajado al servicio del cartel de Cali, Asonal, la organizaci¨®n que re¨²ne a los jueces del pa¨ªs, defiende al magistrado Su¨¢rez. 'Obr¨® en derecho', dice un portavoz, que acusa al Ministerio de interferir la labor de la justicia. La Corte Suprema de Justicia pidi¨® hace poco al presidente ?lvaro Uribe que respete la separaci¨®n de los poderes.La batalla por devolver a prisi¨®n al mayor de los Rodr¨ªguez Orejuela contin¨²a. La procuradur¨ªa recurri¨® la decisi¨®n con un argumento: el capo no pag¨® una multa. En la apelaci¨®n se dice tambi¨¦n que Su¨¢rez se limit¨® a una apreciaci¨®n puramente num¨¦rica y no evalu¨® el impacto social de un delito como el narcotr¨¢fico. Pero la ley parece estar del lado de los capos.
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