El misterioso comprador
Bonito rifirare se ha montado en d¨ªas pasado entre sus se?or¨ªas a cuenta de los sufridos compradores de vivienda y el espectacular incremento de la tasa de esfuerzo familiar (que ronda el 50% como media en el conjunto estatal) que se 'ha comido' en un quinquenio el bal¨®n de ox¨ªgeno que supuso el descenso de los tipos de inter¨¦s . Si uno se fiara de la veracidad de los titulares (Aznar ratifica la tesis de que la vivienda es cara porque se vende, Levante 31 de Octubre) no dudar¨ªa en remitir el argumento a Paul Krugman o a Lawrence A. Boland por si la uni¨®n causal de dos tautolog¨ªas abre nuevos horizontes en el pensamiento econ¨®mico.No parece, sin embargo, que la cita anterior sea textual si uno lee EL PA?S, cuyo titular tampoco tiene desperdicio: Aznar admite que las viviendas son caras, pero dice que se venden 'porque hay quien las compra' (sic). Obvio, querido Watson, cualquier cosa que se vende es porque se compra. Si Perogrullo levantara la cabeza...
'La vivienda acent¨²a su car¨¢cter de activo financiero y no hay quien compita con ella'
En cualquier caso la defensa del gobierno ante la tozudez de los hechos es de notable estulticia. Decir con la boca peque?a que es cierto que la vivienda es cara y con la boca grande que ello no es s¨ªntoma sino del bienestar general del pa¨ªs porque 'hay trabajando 3.760.000 personas m¨¢s que en 1996' (m¨¢s detalles de tipo y duraci¨®n de los contratos, edades, salarios..., por favor) y porque han bajado los tipos de inter¨¦s (y ello es m¨¦rito exclusivamente suyo, of course), es obviar el citado incremento del esfuerzo familiar y que se ha producido un masivo trasvase de rentas de millones de familias a los honrados promotores inmobiliarios. Un robo legal organizado a gran escala.
Pero lo m¨¢s interesante es la enigm¨¢tica frase de ?lvarez Cascos 'Alguien compra las viviendas', que ha dejado el terreno abonado a Sherlock Holmes o Agatha Christie. ?Ser¨¤ el fantasma del Louvre? ?Ser¨¤ Georges Soros? Un halo de misterio nos rodea. Y, en estas condiciones, es recomendable organizar una rogativa para que sople con fuerza la brisa y se nos aclare la vista y el intelecto.
El hecho de que el sector inmobiliario est¨¦ todav¨ªa con altas tasas de actividad (aunque menores que en a?os anteriores) a pesar del evidente empeoramiento de las expectativas de crecimiento econ¨®mico es algo que trae de cabeza, con raz¨®n, a m¨¢s de un sesudo especialista que ve c¨®mo sus vaticinios basados en la l¨®gica y en la experiencia pasada fracasan d¨ªa tras d¨ªa. 'Algo', 'alguien' (en versi¨®n cinematogr¨¢fica) est¨¢ manteniendo el mercado. Que no sea f¨¢cil de explicar -y en ello estamos- no es obst¨¢culo, ¨®bice ni valladar para no poner algunos puntos sobre las ¨ªes y dejar en su sitio a m¨¢s de un t¨®pico o sofisma. Perm¨ªtanme que lo intente. En primer lugar es un hecho bastante comprobado que la vivienda tiene una alta elasticidad renta y una baja elasticidad precio. O sea, que cuando mejora la situaci¨®n o las expectativas el personal insiste en adquirir un vivienda, cambiar la que posee por otra de mejor calidad o animarse a entrar en el mercado de la segunda residencia. Y que, adem¨¢s, es capaz, como se ha demostrado, de privarse de otros 'vicios'. Y la gente no ve con buenos ojos el oscuro mercado de alquiler: total, por un poco m¨¢s, tienes algo 'tuyo', c'est a dire, patrimonio. Franco quer¨ªa un pa¨ªs de propietarios de casas, y a fuer de ser sincero, lo ha conseguido.
Otra evidencia es que la vivienda se comporta como un bien de consumo duradero (cuando es primera vivienda y su fin es protegerse de la intemperie) pero es tambi¨¦n un bien de inversi¨®n (se puede obtener una rentabilidad de su venta o alquiler) y as¨ª se computa en la Contabilidad Nacional. Yo ya he conocido tres pompas de jab¨®n de esas que tanto gustan a la chicalla: la del per¨ªodo 1972-1977, la de 1986-1991 y la de 1998-2002. Y cuando se acaba la burbuja, los precios no bajan sino que se estancan (hasta la pr¨®xima subida) y pap¨¢ Estado hace lo posible para que no le salpique el paro e intenta que se hagan VPO Una escalera infernal.
?Qu¨¦ est¨¢ pasando esta vez? Aparte de la habilidad de ?lvarez Cascos para irritar al personal y convertir la vivienda en un problema de Estado, los precios han subido cerca de un 60% en pocos a?os (y los salarios en un 25%), la tasa de esfuerzo est¨¢ m¨¢s all¨¢ de lo permisible y hay muchos miles de 'desanimados' a la fuerza, de j¨®venes sin expectativas, de barrios degradados. Las VPO (que no son una bicoca ) son rara avis y los precios ponen los pelos de punta.
?Por qu¨¦ se aguanta el sector? Es arriesgado opinar pero parece bastante obvio que la vivienda ha acentuado su caracter¨ªstica de activo financiero y no hay quien compita con ella dada la situaci¨®n de la bolsa y de los tipos de inter¨¦s . Y en un mundo globalizado, la inversi¨®n puede proceder con gran facilidad de cualquier punto del planeta. Nuestra 'vocaci¨®n tur¨ªstica' y una bolsa de dinero negro que todav¨ªa funciona pueden reforzar el mecanismo.
?La respuesta? Los t¨®picos: ?M¨¢s suelo urbanizable que es la guerra! En un mercado que no tiene nada de competencia perfecta, los incrementos de suelo urbanizables y/o urbanizados refuerzan los oligopolios de oferta y en lugar de bajar, los precios del suelo suben. ?El remedio? Que alguien se decida a hacer en serio pol¨ªtica de vivienda (con el h¨¢ndicap de la inexistencia de suelo p¨²blico para entrar en liza) y que se dejen de proclamas y soflamas: vivienda social, vivienda asequible en alquiler, mecanismos fiables de apropiaci¨®n p¨²blica de las plusval¨ªas, prioridad a la rehabilitaci¨®n frente a la nueva planta, respeto escrupuloso del medio ambiente... No es nada f¨¢cil. Como dicen los valencianos del norte, cal tenir pebrots.
Bonito rifirare se ha montado en d¨ªas pasado entre sus se?or¨ªas a cuenta de los sufridos compradores de vivienda y el espectacular incremento de la tasa de esfuerzo familiar (que ronda el 50% como media en el conjunto estatal) que se 'ha comido' en un quinquenio el bal¨®n de ox¨ªgeno que supuso el descenso de los tipos de inter¨¦s . Si uno se fiara de la veracidad de los titulares (Aznar ratifica la tesis de que la vivienda es cara porque se vende, Levante 31 de Octubre) no dudar¨ªa en remitir el argumento a Paul Krugman o a Lawrence A. Boland por si la uni¨®n causal de dos tautolog¨ªas abre nuevos horizontes en el pensamiento econ¨®mico.No parece, sin embargo, que la cita anterior sea textual si uno lee EL PA?S, cuyo titular tampoco tiene desperdicio: Aznar admite que las viviendas son caras, pero dice que se venden 'porque hay quien las compra' (sic). Obvio, querido Watson, cualquier cosa que se vende es porque se compra. Si Perogrullo levantara la cabeza...
En cualquier caso la defensa del gobierno ante la tozudez de los hechos es de notable estulticia. Decir con la boca peque?a que es cierto que la vivienda es cara y con la boca grande que ello no es s¨ªntoma sino del bienestar general del pa¨ªs porque 'hay trabajando 3.760.000 personas m¨¢s que en 1996' (m¨¢s detalles de tipo y duraci¨®n de los contratos, edades, salarios..., por favor) y porque han bajado los tipos de inter¨¦s (y ello es m¨¦rito exclusivamente suyo, of course), es obviar el citado incremento del esfuerzo familiar y que se ha producido un masivo trasvase de rentas de millones de familias a los honrados promotores inmobiliarios. Un robo legal organizado a gran escala.
Pero lo m¨¢s interesante es la enigm¨¢tica frase de ?lvarez Cascos 'Alguien compra las viviendas', que ha dejado el terreno abonado a Sherlock Holmes o Agatha Christie. ?Ser¨¤ el fantasma del Louvre? ?Ser¨¤ Georges Soros? Un halo de misterio nos rodea. Y, en estas condiciones, es recomendable organizar una rogativa para que sople con fuerza la brisa y se nos aclare la vista y el intelecto.
El hecho de que el sector inmobiliario est¨¦ todav¨ªa con altas tasas de actividad (aunque menores que en a?os anteriores) a pesar del evidente empeoramiento de las expectativas de crecimiento econ¨®mico es algo que trae de cabeza, con raz¨®n, a m¨¢s de un sesudo especialista que ve c¨®mo sus vaticinios basados en la l¨®gica y en la experiencia pasada fracasan d¨ªa tras d¨ªa. 'Algo', 'alguien' (en versi¨®n cinematogr¨¢fica) est¨¢ manteniendo el mercado. Que no sea f¨¢cil de explicar -y en ello estamos- no es obst¨¢culo, ¨®bice ni valladar para no poner algunos puntos sobre las ¨ªes y dejar en su sitio a m¨¢s de un t¨®pico o sofisma. Perm¨ªtanme que lo intente. En primer lugar es un hecho bastante comprobado que la vivienda tiene una alta elasticidad renta y una baja elasticidad precio. O sea, que cuando mejora la situaci¨®n o las expectativas el personal insiste en adquirir un vivienda, cambiar la que posee por otra de mejor calidad o animarse a entrar en el mercado de la segunda residencia. Y que, adem¨¢s, es capaz, como se ha demostrado, de privarse de otros 'vicios'. Y la gente no ve con buenos ojos el oscuro mercado de alquiler: total, por un poco m¨¢s, tienes algo 'tuyo', c'est a dire, patrimonio. Franco quer¨ªa un pa¨ªs de propietarios de casas, y a fuer de ser sincero, lo ha conseguido.
Otra evidencia es que la vivienda se comporta como un bien de consumo duradero (cuando es primera vivienda y su fin es protegerse de la intemperie) pero es tambi¨¦n un bien de inversi¨®n (se puede obtener una rentabilidad de su venta o alquiler) y as¨ª se computa en la Contabilidad Nacional. Yo ya he conocido tres pompas de jab¨®n de esas que tanto gustan a la chicalla: la del per¨ªodo 1972-1977, la de 1986-1991 y la de 1998-2002. Y cuando se acaba la burbuja, los precios no bajan sino que se estancan (hasta la pr¨®xima subida) y pap¨¢ Estado hace lo posible para que no le salpique el paro e intenta que se hagan VPO Una escalera infernal.
?Qu¨¦ est¨¢ pasando esta vez? Aparte de la habilidad de ?lvarez Cascos para irritar al personal y convertir la vivienda en un problema de Estado, los precios han subido cerca de un 60% en pocos a?os (y los salarios en un 25%), la tasa de esfuerzo est¨¢ m¨¢s all¨¢ de lo permisible y hay muchos miles de 'desanimados' a la fuerza, de j¨®venes sin expectativas, de barrios degradados. Las VPO (que no son una bicoca ) son rara avis y los precios ponen los pelos de punta.
?Por qu¨¦ se aguanta el sector? Es arriesgado opinar pero parece bastante obvio que la vivienda ha acentuado su caracter¨ªstica de activo financiero y no hay quien compita con ella dada la situaci¨®n de la bolsa y de los tipos de inter¨¦s . Y en un mundo globalizado, la inversi¨®n puede proceder con gran facilidad de cualquier punto del planeta. Nuestra 'vocaci¨®n tur¨ªstica' y una bolsa de dinero negro que todav¨ªa funciona pueden reforzar el mecanismo.
?La respuesta? Los t¨®picos: ?M¨¢s suelo urbanizable que es la guerra! En un mercado que no tiene nada de competencia perfecta, los incrementos de suelo urbanizables y/o urbanizados refuerzan los oligopolios de oferta y en lugar de bajar, los precios del suelo suben. ?El remedio? Que alguien se decida a hacer en serio pol¨ªtica de vivienda (con el h¨¢ndicap de la inexistencia de suelo p¨²blico para entrar en liza) y que se dejen de proclamas y soflamas: vivienda social, vivienda asequible en alquiler, mecanismos fiables de apropiaci¨®n p¨²blica de las plusval¨ªas, prioridad a la rehabilitaci¨®n frente a la nueva planta, respeto escrupuloso del medio ambiente... No es nada f¨¢cil. Como dicen los valencianos del norte, cal tenir pebrots.
Josep Sorribes es profesor de Econom¨ªa Regional y Urbana de la Universidad de Valencia.
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