Nacionalismo y religi¨®n ocupan en China el vac¨ªo que deja el comunismo
Los delegados al congreso del PCCh ignoran el creciente espiritualismo de la sociedad china
El vertiginoso desarrollo de China en los ¨²ltimos 20 a?os y el agotamiento por los excesos ideol¨®gicos de d¨¦cadas pasadas han tra¨ªdo una nueva espiritualidad. Un creciente nacionalismo, las religiones y Falun Gong -el movimiento espiritual que se ha convertido en la obsesi¨®n del Gobierno chino- se encargan de llenar el vac¨ªo dejado por la muerte del comunismo. Pero los delegados al congreso del partido comunista viven ajenos a estas tendencias.
Con los dedos entrelazados y la mirada recogida, centenares de chinos abarrotaban el domingo la catedral de Pek¨ªn. 'Mi madre nunca ha sido religiosa, pero en estos a?os se ha vuelto una ferviente cat¨®lica', afirma Xiaomei, una funcionaria de 32 a?os que se debate entre la lealtad al ate¨ªsmo que promulga el Partido Comunista Chino (PCCh) -ella es una de sus 66 millones de miembros- y la fe budista.
Subes a un taxi, enciendes la radio o entras a alguno de los muchos restaurantes que han colocado grandes pantallas de televisi¨®n para entretener a sus comensales y con frecuencia escuchas la misma canci¨®n: Wo ai Zhonguo (Yo amo a China).
'Creo que est¨¢ muy bien amar a tu pa¨ªs. Adem¨¢s estoy contento porque China se desarrolla muy r¨¢pidamente y ahora todo el mundo viene a nuestro pa¨ªs para ver lo que estamos haciendo', dice un camarero, de 29 a?os, que asegura que no es del PCCh porque es 'una persona corriente y ellos tienen cultura'.
Los chinos no quieren llamarle nacionalismo, y le llaman patriotismo por la misma raz¨®n que al capitalismo reinante le llaman 'socialismo con caracter¨ªsticas chinas', pero lo cierto es que se trata de un nacionalismo que se palpa nada m¨¢s entrar en el pa¨ªs y sobre todo al hablar con la gente joven. La religi¨®n, por el contrario, se ha extendido m¨¢s entre los mayores. ?sta, frecuentemente, se encontraba adormilada en el interior de los creyentes a la espera de tiempos mejores, que ahora han llegado. El nacionalismo lo fomenta el Gobierno.
A juicio de Lin Yian, profesor de la Academia de Ciencias Sociales, la religi¨®n, el nacionalismo y Falun Gong son consecuencia de la 'desaparici¨®n de la fe y de los ideales al descubrir que los tremendos errores que causaron una cat¨¢strofe al pueblo fueron cometidos por el m¨¢ximo l¨ªder, Mao Zedong'. Lin, cuya mujer es budista, afirma que la 'desesperaci¨®n' generada por esa ruptura de los ideales resulta terreno abonado para cualquier doctrina, incluida muy especialmente Falun Gong, por su simplicidad. Esta 'disciplina espiritual', seg¨²n la llaman sus seguidores, que combina el ejercicio f¨ªsico, con la concentraci¨®n, la respiraci¨®n y las tradiciones ancestrales chinas del movimiento de las energ¨ªas del hombre, ha conseguido decenas de millones de adeptos. La rapidez con que se extendi¨®, tras su nacimiento en 1992, fue el principal motivo de p¨¢nico en el partido gobernante.
La avenida de Chang An (Larga Paz), sobre la que se levanta el Gran Palacio del Pueblo donde se celebra el XVI Congreso del PCCh ha sido iluminada para el evento, pero bajo sus millones de luces de colores pululan decenas de miles de polic¨ªas a la caza y captura de cualquier manifestante de Falun Gong. A pesar de ello, varios se han colado por la plaza de Tiananmen hasta las mismas puertas del palacio, donde han sido detenidos.
'El PCCh no est¨¢ acostumbrado a la competencia y ve en Falun Gong a un posible rival', se?ala Lin Yian, para quien perseguir a este movimiento es 'volver la espalda a la necesidad que tiene el pueblo de llenar su vac¨ªo espiritual'. Al igual que el profesor, la gente de la calle tampoco entiende por qu¨¦ Falun Gong se ha convertido en la bestia negra del Gobierno.
'Con el dinero y la tecnolog¨ªa de que dispone, ya que ha sido capaz varias veces de interrumpir los programas de la televisi¨®n central y v¨ªa sat¨¦lite chinas para emitir sus mensajes; con su l¨ªder residiendo en Estados Unidos y con millones de seguidores, Falun Gong puede hacer temblar los cimientos del PCCh', se?alan fuentes diplom¨¢ticas.
A nivel popular, ese poder¨ªo no se percibe, y nadie entiende por qu¨¦ el Gobierno vuelve a empecinarse en privar a la gente del 'consuelo espiritual'. En el Templo del Buda Dormido, al noroeste de Pek¨ªn, numerosos visitantes se inclinan llev¨¢ndose hasta la cabeza tres varillas de incienso que dejar¨¢n prendidas ante la enorme imagen. En algunas caras se aprecia el recelo a que el cumplimiento del ritual vuelva a traerles problemas.
'El Gobierno ha sido capaz de elevar el nivel de vida de la poblaci¨®n, pero no su moral; por eso el resurgir de la religi¨®n, porque el esp¨ªritu tambi¨¦n necesita nutrirse', dice el profesor.
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