El valle de los capitalistas rojos
Viviendas de lujo y dise?o vanguardista junto a la Gran Muralla esperan comprador entre los nuevos ricos de China
Una pared cubierta con 20.000 plumas de pavo, un sal¨®n de t¨¦ sobre un peque?o estanque entre cortinas de bamb¨², un cuarto zen con cojines para meditar frente a un ventanal... Y de fondo, la Gran Muralla China serpenteando como un drag¨®n sobre la cresta de las monta?as.
Son algunos de los secretos que esconde un peque?o valle situado apenas a 60 kil¨®metros de Pek¨ªn, junto a Badaling, la secci¨®n m¨¢s visitada de la monumental obra de defensa edificada durante la dinast¨ªa Ming. En este valle rec¨®ndito y umbr¨ªo, una pareja de j¨®venes promotores inmobiliarios, el matrimonio formado por Pan Shiyi y su mujer Zhang Xin ha construido 11 viviendas vanguardistas y un club social que se han convertido en la ¨²ltima fantas¨ªa de la nueva clase empresarial china. Las edificaciones han sido dise?adas por 12 de los m¨¢s brillantes arquitectos asi¨¢ticos. Es La Comuna.
Nada que ver con aquellas unidades administrativas creadas en China a partir de la fusi¨®n de las cooperativas agr¨ªcolas durante el Gran Salto Adelante, lanzado por Mao Zedong en 1958, y que integraban desde la gesti¨®n del campo a la actividad bancaria, la educaci¨®n o la construcci¨®n de carreteras. La Comuna es hoy La Comuna Junto a la Gran Muralla, un nombre astuto para un proyecto emplazado en un lugar privilegiado, con el que sus creadores dicen que pretenden 'influir a toda una generaci¨®n de arquitectos, promotores y consumidores en China'.
El conjunto, concebido como 'una colecci¨®n de arte de arquitectura', pero con un claro objetivo comercial, es un observatorio privilegiado de la evoluci¨®n de la pujante clase capitalista. Hace dos a?os, 12 arquitectos (tres de China continental, tres de Jap¨®n, dos de Hong Kong y uno de Taiwan, Corea del Sur, Tailandia y Singapur) recibieron el encargo al que aspira cualquier dise?ador: dar rienda suelta a su imaginaci¨®n para construir la vivienda de sus sue?os. Los ¨²nicos condicionantes fueron el tama?o (unos 400 metros cuadrados), adaptarse al terreno y utilizar materiales locales y m¨¦todos de construcci¨®n tradicionales. Hoy la primera fase est¨¢ finalizada y la segunda fase, que tendr¨¢ 24 unidades, se prev¨¦ que est¨¦ terminada en mayo de 2003. Hay prevista una tercera fase de otras 24.
'Es un proyecto para el debate, multidimensional, que se puede interpretar a varios niveles: econ¨®mico, social, pol¨ªtico', dice Chang, arquitecto de una de las viviendas m¨¢s vanguardistas del conjunto. Su destino es esa clase pudiente que ha surgido en China desde que Mao inici¨® la reforma y apertura del pa¨ªs en 1978. Son los llamados capitalistas rojos, la mayor¨ªa entre 35 y 45 a?os, muchos de los cuales, seg¨²n Antonio Ochoa, autor de otra de las casas, 'han salido de vivir en peque?os apartamentos compartiendo cocina'. 'Es una ¨¦lite que tiene el dinero, pero no la cultura', dice este venezolano, arquitecto jefe de la promotora de la urbanizaci¨®n.
La falta de clientes ha impulsado la transformaci¨®n de las primeras 11 villas de 'museo contempor¨¢neo de la arquitectura' a hoteles, que cobran entre 1.000 y 1.500 d¨®lares por noche en un pa¨ªs donde la renta per c¨¢pita anual es de 840. En ellas, que abren tambi¨¦n al p¨²blico algunos d¨ªas, se organizan recepciones, presentaciones empresariales, banquetes, a la b¨²squeda del cliente dispuesto a pagar el mill¨®n de d¨®lares que cuestan. De momento, nadie se ha decidido a comprar uno de estos lujos. 'La poblaci¨®n china es tan grande, que no creo que sea un problema', explica Chang (Hong Kong). Para otros arquitectos ajenos a La Comuna, el ¨¦xito no es tan obvio. 'No est¨¢ claro. Habr¨¢ que ver', asegura Xue Ming, de la Academia China de Investigaci¨®n de la Construcci¨®n.
El conjunto, que en septiembre recibi¨® el Premio Especial de la Bienal de Venecia, se extender¨¢, si se completan las tres etapas, sobre tres valles que ocupan una superficie total de ocho kil¨®metros cuadrados. El presupuesto de la primera fase ha ascendido a 15 millones de d¨®lares, sin incluir el precio del terreno.
Pero ?cu¨¢nto costaron esos ocho kil¨®metros cuadrados de bosque junto a la milenaria muralla? Pan Shiyi, el promotor, suele responder con esta historia: 'En una ocasi¨®n, una pareja perdi¨® el cad¨¢ver de su hijo muerto. Un hombre encontr¨® el cuerpo y fue a ver al padre, que, apesadumbrado, le dio las gracias y le ofreci¨® 12 yuanes. Pero el hombre los rechaz¨® y le pidi¨® 1.000. El padre, mirando el cuerpo de su hijo, le respondi¨®: 'Este producto tiene s¨®lo un potencial comprador. As¨ª que toma los 12 yuanes y vete'. Una muestra del pragmatismo con que los capitalistas rojos se han lanzado de cabeza a la denominada econom¨ªa de mercado socialista para construir esa China que estos d¨ªas celebra en Pek¨ªn el XVI Congreso del Partido Comunista con un objetivo: bendecir la entrada de los empresarios en una Constituci¨®n que, en su art¨ªculo 24, establece que el Estado debe combatir 'el capitalismo, el feudalismo y otras ideas decadentes'.
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