Kelly el Ni?o
El protagonista de El embaucador, novela del australiano Peter Carey que Alfaguara public¨® en 1990, clasifica a los seres humanos en dos grandes grupos: los que saben mentir y los que no. ?l, Herbert Badgery, sabe mentir: aprendi¨® a hacerlo mientras trabajaba como vendedor de coches. En cambio, su hijo Charles no sabe, y por ello ocupa un grado inferior en el escalaf¨®n de la sabidur¨ªa. Si la secreta pugna entre mentira y verdad se nos presentaba entonces como motor de la historia, el de La verdadera historia de la banda de Kelly no es otro que el deseo de que la verdad resplandezca por encima de todo. El m¨ªtico forajido Ned Kelly, protagonista y narrador de la novela, comienza su relato (dirigido a su ¨²nica hija, a la que no conoce ni conocer¨¢) con las siguientes palabras: 'Esta historia no contendr¨¢ ni una sola mentira, as¨ª me queme en los infiernos si no digo la verdad'. Tal declaraci¨®n de principios, por otro lado contenida en el mismo t¨ªtulo del libro, encuentra su indispensable complemento al final del volumen, en una secci¨®n de agradecimientos en la que se mencionan las biograf¨ªas y estudios sobre la figura de Kelly a los que el autor ha recurrido para documentarse. No hace falta insistir m¨¢s: nos hallamos delante de una obra que busca la verdad de una historia verdadera.
LA VERDADERA HISTORIA DE LA BANDA DE KELLY
PETER CAREY TRADUCCI?N DE ENRIQUE DE H?RIZMUCHNIK. BARCELONA, 2002 414 P?GINAS. 17,50EUROS
Pero justo ah¨ª reside el mayor problema de la novela. Si alguien piensa que escribir sobre acontecimientos ver¨ªdicos es m¨¢s sencillo que hacerlo sobre sucesos inventados, se equivoca, y este libro nos proporciona sobradas pruebas de ello. La realidad es narrativamente informe y desestructurada, y el autor que se enfrenta al reto de recrearla en un relato goza, por un lado, de una libertad absoluta para proporcionarle forma y estructura pero corre, por otro, el peligro de someterse a los dictados de la tradici¨®n que le precede. Si toda buena novela aspira a convertirse en un ejemplar ¨²nico, ¨¦sta de Peter Carey no lo es. Ya en las primeras p¨¢ginas de esta ficci¨®n autobiogr¨¢fica, en las que Ned Kelly narra su infancia y formaci¨®n, atenaza al lector la sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu, de historia mil veces le¨ªda, y esa sensaci¨®n no hace sino robustecerse a medida que la historia avanza y la figura de Kelly se confunde con las de sus m¨¢s ilustres predecesores: con la de Billy el Ni?o, con la de Jesse James. Al final parece inevitable la conclusi¨®n de que la novela de Carey est¨¢ construida con simples clich¨¦s.
Podr¨ªa decirse que La verda-
dera historia de la banda de Kelly es un western australiano, y no faltan los cl¨¢sicos tiroteos, atracos a bancos, persecuciones a galope tendido... S¨®lo algunos episodios de indudable eficacia dram¨¢tica (la resistencia del joven Ned a traicionar al bandolero Harry Power, alguno de sus encuentros con su madre o su amada Mary Hearn, su primer homicidio...) consiguen despertar al lector de su letargo. S¨®lo eso y cierta noci¨®n de paisaje, de territorio literario, una noci¨®n que, no lo niego, Carey acierta a sostener hasta el final. Ese territorio no es otro que la vasta Australia decimon¨®nica de los granjeros y los colonos, una tierra ¨¦pica y salvaje habitada por hombres y mujeres de valores elementales como la fidelidad al propio origen, el coraje, la fuerza f¨ªsica. Una tierra no tan lejana de esa frontera atravesada por los personajes de Cormac McCarthy o de ese Oeste americano que vio nacer a los de Jim Harrison.
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