El lado profano de Alfonso X
El rey Sabio por antonomasia, Alfonso X (1221-1284), compuso su obra m¨¢s personal rimando s¨¢tiras, algunas tan escatol¨®gicas y procaces como la que tiene este estribillo por protagonista: 'Non quer'eu donzela fea / que ant'a mia porta pea'. Semejantes versos, que se repiten una y otra vez a lo largo de todo el poema, alcanzan, con su acompasada musicalidad, lo ¨²nico que persiguen: denostar f¨ªsica y moralmente a la doncella, para disfrute del personal de la corte.
En otra de sus piezas l¨ªricas es protagonista Mar¨ªa Balteira, una soldadeira o bailarina de vida licenciosa que entreten¨ªa en la vida real y en la literaria a numerosos trovadores del entorno del rey. La cantiga comienza as¨ª: 'Joan Rodriguiz foi esmar a Balteira / sa midida, per que colha sa madeira' ('Juan Rodr¨ªguez fue a calcular a Balteira / su medida, para que coja su madera'), pues la mujer quiere construirse una casa con maderas procedentes de los bosques reales. El tal Juan, adem¨¢s de medirle la longitud a la madera en cuesti¨®n, le recomienda el grosor que ha de tener, bas¨¢ndose en su experiencia con otras clientas: '...atan longa debe toda a seer / que vaa per antr'as pernas da 'scaleira'. Pero una cosa es el tema expl¨ªcito, la an¨¦cdota en s¨ª, y otra el fondo impl¨ªcito, sugerido por medio de alusiones y vocablos que alcanzan un doble sentido. Las crudezas er¨®ticas que advertimos en esta segunda lectura, laten por doquier en las llamadas cantigas de escarnho e mal dizer, no s¨®lo en ¨¦stas del rey Sabio, sino tambi¨¦n en las del resto de trovadores gallegos, fieles asimismo al juego ret¨®rico de la equivocatio.
EL CANCIONERO PROFANO DE ALFONSO X EL SABIO
Edici¨®n cr¨ªtica, con introducci¨®n, notas y glosario de Juan Paredes Japadre Editore. L'Aquila, 2002 466 p¨¢ginas
Desde siempre Alfonso X ha sido
el devoto poeta de la Virgen, el autor y promotor de las cuatrocientas Cantigas de Santa Maria, lo que ha supuesto un perjuicio para la cuarentena de cantigas que englosan su cancionero profano. Las primeras han gozado de mayor atenci¨®n por parte de historiadores y fil¨®logos, existiendo desde hace tiempo una edici¨®n conjunta, as¨ª como estudios que abarcan todas sus facetas art¨ªsticas y literarias. De las sat¨ªricas ten¨ªamos una edici¨®n parcial de mediados del siglo pasado, y aunque es cierto que han sido transmitidas con descuidos de copista o que se hallan defendidas por un seto de espinas ling¨¹¨ªsticas, el car¨¢cter grosero y obsceno de muchas de las invectivas po¨¦ticas ha provocado el alejamiento de cr¨ªtica y lectores durante siglos. Es m¨¢s, ni incluso en los ¨²ltimos a?os, fruct¨ªferos en el estudio de todo el conjunto textual del antiguo lirismo peninsular, se hizo el esfuerzo de recuperar el cancionero del monarca como viene aconteciendo con la obra de aquellos trovadores gallego-portugueses que carec¨ªan hasta entonces de edici¨®n cr¨ªtica.
La edici¨®n que presenta Juan Paredes, convenientemente anotada, comentada y traducida al castellano, es por tanto doblemente bien recibida. El esfuerzo que ha puesto en devolver a cada poema su autenticidad ling¨¹¨ªstica y la frescura perdida por siglos de lejan¨ªa se aprecia en todos los ¨¢ngulos del texto. Propone enmiendas, discute variantes y, a la postre, la comprensi¨®n de los versos m¨¢s oscuros se ve refrendada en la traducci¨®n que acompa?a a cada una de las cantigas. Podremos no estar conformes con algunas de las hip¨®tesis, pero hay piezas que son especialmente proclives a las interpretaciones divergentes; no olvidemos que las cantigas de escarnio del rey Sabio no son s¨®lo las m¨¢s atrevidas, sino tambi¨¦n las m¨¢s variopintas en cuanto a contenidos y formas m¨¦tricas de toda la producci¨®n trovadoresca. Al mismo tiempo, el monarca refiere an¨¦cdotas dom¨¦sticas o quehaceres pol¨ªticos en clave tan personal que resulta casi imposible separar ficci¨®n y testimonio. Pero la realidad ¨²ltima es imaginativa y mucho m¨¢s humana que anecd¨®tica.
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