?Qu¨¦ me pasa, doctor Internet?
La mitad de las p¨¢ginas web con informaci¨®n m¨¦dica no cumple unos requisitos m¨ªnimos que exigen los profesionales, tales como la identificaci¨®n de los autores, de las fuentes, o la simple recomendaci¨®n de que su contenido sea discutido con el m¨¦dico. ?sta es una de las principales conclusiones del IV Informe de la Sociedad Espa?ola de Inform¨¢tica de la Salud, que, bajo el t¨ªtulo Luces y sombras de la informaci¨®n m¨¦dica en Internet, se ha presentado este mes. En ¨¦l, profesionales y pacientes tratan de dar las recomendaciones necesarias para manejar la monta?a de datos, consejos y definiciones m¨¦dicas que est¨¢n a s¨®lo un clic en su pantalla.
Empieza a ser habitual que los m¨¦dicos, cada vez que hacen un diagn¨®stico, se encuentren en la siguiente consulta con que el paciente llega con un taco de folios impresos desde Internet con opiniones y recomendaciones sobre su nueva dolencia. M¨¦dicos y farmac¨¦uticos no tienen nada que objetar a que el usuario busque informaci¨®n por su cuenta, pero advierten contra la tendencia a sustituir al profesional y la relaci¨®n personal con el paciente. Un fen¨®meno expuesto en el caso del falso medicamento Bio-Bac. A trav¨¦s de la Red era f¨¢cil acceder a su publicidad, tan f¨¢cil como comprarlo.
'Ahora el enfermo est¨¢ m¨¢s informado y por eso es mejor paciente. Pero tiene que hacer el esfuerzo de asegurarse de la validez de los contenidos'
'Los m¨¦dicos ven como algo positivo que el paciente tome ese papel activo y llegue a la consulta con su propia informaci¨®n', indica Marcial Garc¨ªa Rojo, m¨¦dico del servicio de Anatom¨ªa Patol¨®gica del hospital de Ciudad Real y responsable del exhaustivo trabajo de b¨²squeda de SEIS. Sin embargo, advierte de que 'hay situaciones de peligro real derivadas de la informaci¨®n err¨®nea que se publica'. Hace s¨®lo cinco a?os, los pacientes carec¨ªan de informaci¨®n alternativa a su m¨¦dico, que era su ¨²nica fuente de respuestas. Internet soluciona ese problema, pero crea otro: c¨®mo filtrar esa informaci¨®n, ya que no es igual que comprar discos o leer prensa ex¨®tica.
Certificado de garant¨ªa
La primera cuesti¨®n a definir es qui¨¦n valida los contenidos de una p¨¢gina web, y en relaci¨®n a qu¨¦ criterios. 'Existen unos 16 organismos diferentes que certifican webs m¨¦dicas', indica Garc¨ªa Rojo. Algunas de las m¨¢s reconocidas ser¨ªan la Asociaci¨®n de M¨¦dicos Americanos (AMA), el Colegio de M¨¦dicos de Barcelona o la Fundaci¨®n Salud en la Red (HON, Health On the Net, en sus siglas en ingl¨¦s). Esta ¨²ltima, avalada por la ONU, cre¨® en 1996 el HONCode, un c¨®digo de calidad basado en ocho criterios: informaci¨®n ofrecida por un profesional, transparencia en las firmas y en los patrocinadores, acreditaci¨®n de las fuentes, confidencialidad del e-mail, claridad respecto a su financiaci¨®n y actualizaci¨®n. Adem¨¢s debe decir claramente que no es un sustituto del m¨¦dico.
Erik Montesinos, m¨¦dico del hospital de Valencia y asesor de HON, insiste en este punto: 'Cuando algo es muy espec¨ªfico, HON recomienda que los pacientes se pongan en contacto con su m¨¦dico. La informaci¨®n de Internet debe complementar y nunca sustituir la visita m¨¦dica. Ahora el paciente est¨¢ m¨¢s informado, y por eso es mejor paciente. Es un paso adelante que la gente tienda a informarse m¨¢s. Pero tiene que hacer el esfuerzo de asegurarse de la validez de ese contenido, por ejemplo enviando un e-mail a HON. El m¨¦dico, como promotor de la salud, debe recomendar a sus pacientes que tengan cuidado'.
La sustituci¨®n completa de la atenci¨®n m¨¦dica se produce cuando el paciente decide tomar un f¨¢rmaco por su cuenta. A trav¨¦s de Internet, el riesgo del timo se suma al de la automedicaci¨®n. 'Son pocos los que compran medicamentos por Internet. Por ejemplo, la p¨¢gina donde se vend¨ªa el Bio-Bac nunca estuvo reconocida por el HONCode. El paciente se agarra a un clavo ardiendo en situaciones de desesperaci¨®n, y juegan con eso. Una recomendaci¨®n podr¨ªa ser que no debemos fiarnos de nada que afirme no tener efectos secundarios. Todos los f¨¢rmacos los tienen. El usuario debe ser cr¨ªtico con la informaci¨®n que obtiene'.
El informe de la SEIS advierte tambi¨¦n contra lo que llama cibercuranderos. I?aki Lorente, psic¨®logo de la Asociaci¨®n de Diab¨¦ticos de Navarra y responsable de retratar el punto de vista de los usuarios en el informe, recuerda casos de pacientes que llegaron a viajar a M¨¦xico enga?ados a trav¨¦s de Internet bajo la promesa de una curaci¨®n milagrosa de su diabetes.
Como usuario, Lorente recomienda en el informe recurrir a webs oficiales; fiarse de aquellas fiscalizadas por expertos; cotejar siempre con otras fuentes, y, sobre todo, discutir siempre la informaci¨®n con el equipo sanitario. Los riesgos de aceptar Internet como m¨¦dico est¨¢n en 'disminuir la frecuencia de la asistencia presencial, cuestionar la profesionalidad del trabajo del m¨¦dico y aceptar informaci¨®n falsa que afecta a nuestra salud', concluye Lorente. Por supuesto, 'no se deben hacer nunca cambios en el tratamiento sin consultarlo con el equipo sanitario'.
Falsificaci¨®n y caducidad
La secretaria general del Consejo de Colegios de Farmac¨¦uticos, Carmen Pe?a, reconoce que 's¨®lo hay que abrir Internet para detectar p¨¢ginas que ofrecen medicinas. La venta de cualquier f¨¢rmaco a trav¨¦s de Internet es ilegal'. Pe?a considera que esta pr¨¢ctica es 'claramente para saltarse el control m¨¦dico que ejercen las farmacias. Hemos detectado productos falsificados y caducados. El 99% de los espa?oles tiene una farmacia en la esquina de su casa, as¨ª que no es por comodidad. Las medicinas son productos que pueden salvar igual que pueden matar, y la norma est¨¢ hecha para proteger al consumidor'.
Pero la legislaci¨®n norteamericana, por ejemplo, permite esta pr¨¢ctica. De nuevo Internet permite burlar la ley con s¨®lo hacer clic en el lugar adecuado. Junto con Viagra, la conocida pastilla de Pfizer para la disfunci¨®n er¨¦ctil, uno de los medicamentos m¨¢s ofrecidos a trav¨¦s de Internet es Xenical, uno de los m¨¢s famosos contra la obesidad. Ana Crespo, portavoz de laboratorios Roche en Espa?a, aclara que 'Xenical s¨®lo puede obtenerse por prescripci¨®n y en farmacias f¨ªsicas'. 'Esto nos perjudica much¨ªsimo a la imagen', contin¨²a Crespo. 'Nosotros no podemos garantizar que el Xenical que se vende fuera de la farmacia haya salido siquiera de nuestra f¨¢brica. Nos interesa que la gente tome el producto de forma correcta, porque, si no, la informaci¨®n es negativa. Nos da imagen de producto milagro'.
Por ¨²ltimo, aparte de valorar la informaci¨®n profesional de la Red, el informe de la SEIS tambi¨¦n reconoce el efecto positivo que tienen las p¨¢ginas de los propios pacientes.
Por ejemplo, la p¨¢gina de Fefoc (Fundaci¨®n para la Educaci¨®n P¨²blica y la Formaci¨®n en C¨¢ncer), es un lugar de referencia sobre el c¨¢ncer dirigido a pacientes. Su responsable, Jorge Estap¨¦, catedr¨¢tico de Oncolog¨ªa, se?ala que su objetivo es 'educar e informar a la gente. Ayudamos a prevenir y damos soporte al paciente con c¨¢ncer. La p¨¢gina tiene 30.000 visitas al mes, el 85% de las consultas son sobre c¨¢ncer de mama'. El efecto m¨¢s buscado es 'psicol¨®gico, pues se comparte el problema y la angustia con otros y se comparan experiencias'. Estap¨¦ insiste en que 'hay que educar a la gente sobre cu¨¢les p¨¢ginas valen y cu¨¢les no. En las webs de universidades o de hospitales la informaci¨®n puede ser buena o mala, pero no enga?an'. Y, una vez m¨¢s, 'si se prescinde del m¨¦dico, estamos perdidos'.
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