El voto electr¨®nico crece y supera recelos
Los brasile?os votaron a su nuevo presidente en urnas electr¨®nicas y nadie ha pensado en un pucherazo electr¨®nico. Tambi¨¦n hubo voto digital en varios Estados norteamericanos hace tres semanas, despu¨¦s de serios disgustos mec¨¢nicos y electr¨®nicos en las ¨²ltimas elecciones presidenciales y en las primarias dem¨®cratas de Florida. Venezuela ya lleva unos cuantos a?os citando a sus electores al voto electr¨®nico, que ejercen sin recelos. Irlanda lo instaurar¨¢ en 2004 con la empresa Nedap, que ha probado su sistema en algunas ciudades alemanas y los Pa¨ªses Bajos.
El Nuevo Partido Dem¨®crata canadiense tiene pensado celebrar sus primarias del a?o pr¨®ximo por voto remoto a trav¨¦s de Internet y una organizaci¨®n de turismo australiana eligi¨® en 2001 a su equipo directivo a trav¨¦s de la Red. Poco a poco, la democracia electr¨®nica va instal¨¢ndose sin sobresaltos, aunque unos pa¨ªses son m¨¢s permeables que otros. El Gobierno federal de Estados Unidos ha destinado 3.900 millones de d¨®lares para un programa de investigaci¨®n de tecnolog¨ªa digital. En la Europa continental est¨¢ tan asentada la cultura de la papeleta que no hay inquietud para innovar la mec¨¢nica electoral. En Espa?a tendr¨ªa que cambiarse la ley que regula las elecciones. Los expertos ven dif¨ªcil que se haga. El consenso sobre la urna electr¨®nica ser¨ªa f¨¢cil, pero los partidos, puestos a cambiar la ley, querr¨ªan hacer retoques en circunscripciones y precio de los esca?os, y ah¨ª el consenso se har¨ªa m¨¢s dif¨ªcil.
Con todo, Espa?a no est¨¢ hu¨¦rfana de experiencias en otros ¨¢mbitos. Las elecciones en el Athl¨¦tic de Bilbao no fueron un experimento afortunado. La luz ambiental perjudic¨® los lectores ultravioleta y hubo que volver al recuento manual. En junio, los guardias civiles escogieron el ¨®rgano asesor de personal a trav¨¦s de la intranet. Votaron en urnas electr¨®nicas, salvo quienes estaban en destinos inh¨®spitos. Funcion¨®, pero la electr¨®nica no combati¨® la abstenci¨®n: s¨®lo el 38% de los m¨¢s de 80.000 funcionarios acudieron con su tarjeta magn¨¦tica a las urnas
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